El cambio de denominación en los modelos de Mercedes-Benz propició el paso de la Clase M a la Clase GLE en 1997, un SUV de lujo que en 2015 se sumó a la moda de las carrocerías deportivas denominadas Coupé con una silueta más afilada y una caída más pronunciada del techo desde el pilar central. El GLE Coupé es un producto enfocado a mercados como el norteamericano por su tamaño, aunque en Europa también tiene su público por su estética poderosa, acabados de alto nivel y un comportamiento impecable sobre el asfalto.
La oferta de Mercedes-Benz en el segmento SUV Premium es muy completa, y el GLE con sus casi cinco metros de longitud y precios desde 92.975 euros se sitúa en la parte alta, convirtiéndose en los últimos años en una alternativa a las berlinas y monovolúmenes. Frente al modelo del que deriva, el GLE Coupé tiene una carrocería más estilizada que también mejora la aerodinámica por la inclinación del parabrisas delantero y la forma del techo, que prácticamente acaba en la tapa del maletero.
Su silueta es imponente desde el ángulo que se mire, y no es fácil pasar desapercibido con un coche de 4,94 metros de longitud y dos metros de ancho, para el que necesitaremos una buena plaza de aparcamiento. Por sus dimensiones, no es precisamente un vehículo recomendado para moverse en la ciudad, aunque cuando lo hace sorprende por la agilidad y suavidad de funcionamiento, y a la hora de aparcarlo se ve perjudicado por el tamaño.
Lujoso, potente y espacioso, tiene todos los argumentos para triunfar en un segmento Premium donde se valoran estos tres conceptos y no tanto el precio. El frontal, con una gran rejilla con detalles cromados sobre la que va posicionado la estrella de Mercedes bien visible, los faros LED diurnos con forma de doble boomerang, luces dinámicas Multibeam LED y las poderosas entradas de aire inferiores marcan una silueta imponente cuando se ve desde el retrovisor.
La silueta lateral está marcada por la forma del techo, los grandes pasos de rueda –admite llantas de hasta 22 pulgadas-, estribos laterales y una gran batalla que sitúa las ruedas en los extremos de la carrocería. En la zaga, la estrella preside el centro del portón, con grupos ópticos LED afilados que se introducen en el portón del maletero, todo con líneas suaves y elegantes.
El Mercedes GLE Coupé está a la venta actualmente con una amplia gama de motores de alta eficiencia compuesta por seis variantes de gasolina, diesel e híbridas, desde 92.975 euros y con potencias que van desde los 272 CV del GLE 300d hasta los 435 CV del GLE 63 S. más la versión deportiva de la gama, el AMG GLE 63 S con 612 CV y un precio desde 194.567 euros.
Todos ellos montan de serie cambio automático de nueve velocidades y sistema de tracción total 4Matic, una tecnología muy apreciada por quienes realizan deportes de aventura y viajan en los meses más fríos a las montañas con hielo o nieve. El diesel todavía es una apuesta firme de la marca alemana, muy justificada en este tipo de vehículos, con una doble oferta, el 300d de 272 CV (94.843 euros) y el que analizamos en esta prueba, el 400d con 330 CV, con un precio que parte de 101.241 euros.
Sus principales rivales son alemanes, empezando por el Audi Q8, que también tiene una versión diesel (50 TDI) algo menos potente (286 CV) y un precio de partida de 84.620 euros, el BMW X6 con una potencia similar en el xDrive 40d (340 CV) y un precio que parte de 92.100 euros, Porsche Cayenne Coupe (desde 102.395 euros) y únicamente en variantes de gasolina o híbridas, sin olvidarnos del Range Rover Sport desde el Reino Unido, Volvo XC90 o Maserati Levante, en este caso con menos potencia (275 CV) en la versión diesel.
Por la motorización que lleva y por el comportamiento dinámico, es un coche pensado para realizar largos desplazamientos con la familia. Tiene un aplomo increíble al circular por autovías, donde se puede viajar a velocidades elevadas sin apenas notar el ruido del viento, la mecánica o el contacto con el asfalto. A esta buena insonorización hay que sumar una mecánica muy eficiente y un chasis bien afinado que cuenta con suspensión neumática para filtrar las irregularidades del asfalto.
Al tener una distancia entre ejes que casi llega a los tres metros (2.935 milímetros), el espacio interior es una de las notas destacadas, sobre todo en las plazas delanteras, ya que las traseras quedan condicionadas por el túnel de la transmisión y la forma del techo, que no es ningún problema para tallas normales.
Todo en el interior destaca por la calidad de los materiales empleados y los acabados, propios de la gama alta de Mercedes-Benz. Tras el volante multifunción, desde el que se controla tanto el equipo de audio y las llamadas telefónicas como el control de crucero adaptativo, hay dos grandes pantallas, una que sustituye al tradicional cuadro de mandos con información sobre la conducción que se puede personalizar, y otra a continuación de manejo táctil para el sistema de info-entretenimiento que incluye conocido sistema multimedia MBUX que permite el manejo por voz de algunas funciones.
En la consola central está el cargador inalámbrico para el teléfono y el touchpad desde el que se maneja el sistema multimedia, que también permite el acceso directo desde el volante o táctil en la propia pantalla. La palanca del cambio está en un satélite a la derecha del volante, liberando espacio en el túnel central, donde se ubica el selector de modos de conducción (Sport, Confort, Eco, Off-road e Individual) y otros mandos de acceso directo a determinadas funciones (volumen de audio, cámaras o suspensión neumática).
Otra de las ventajas del GLE Coupé a la hora de viajar es la capacidad del maletero, de 665 litros hasta la bandeja y hasta 1.790 litros al abatir los asientos traseros, lo que permite llevar objetos voluminosos gracias al enorme portón de acceso, con accionamiento eléctrico. La única pega es que por la forma del techo no hay mucho espacio aprovechable encima de la bandeja.
En estos tiempos tan inciertos que vive el sector del automóvil parece poco acertado recomendar un coche diesel con etiqueta C, como es el caso del protagonista de nuestra prueba. El único inconveniente a día de hoy es que no puede acceder a las zonas de bajas emisiones (ZBE) de las grandes ciudades, y a la hora de viajar es una mecánica económica y con una autonomía que ni por asomo pueden lograr los modelos electrificados.
Los políticos europeos se han precipitado al tomar la decisión de ‘matar’ al diesel sin tener una fuente de energía alternativa por eficiencia y precio. El motor del GLE Coupe 400d es un bloque de seis cilindros en línea de tres litros con una potencia de 330 CV y 700 Nm de par, asociado a un fantástico cambio automático de 9 velocidades que se maneja también en modo secuencial con las levas tras el volante. Empuja con mucha fuerza en cualquier régimen, corre lo suficiente y gasta realmente poco: 7,7 litros WLTP homologados por el fabricante que se pueden lograr si el trato con el acelerador es suave. Al llevar un depósito de 85 litros, es muy fácil ver reflejado en el cuadro de instrumentos una autonomía que ronda los 1.000 kilómetros, todo dependerá del tipo de conducción.
En nuestra prueba, con la mayor parte del recorrido por autovía o carreteras nacionales, el consumo ha rondado siempre la cifra del fabricante, 7,8 litros tras una semana de uso, viajando dos personas con poco equipaje. Y si algún día apetece una conducción un poco más deportiva, basta con seleccionar el modo Sport y darse el gusto, que el consumo no se dispara.
Las prestaciones no están nada mal para un vehículo que pesa 2,3 toneladas y acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 5,7 segundos con una mecánica diesel, y la velocidad máxima es de 240 km/h. Está claro que no se trata de un deportivo, pero tampoco se le atragantan las carreteras de curvas a un ritmo rápido si el personal de las plazas traseras lo tolera. Y tampoco es un todoterreno puro porque los neumáticos de perfil bajo lo impiden, pero se puede circular por pistas sin asfaltar y sobre terreno deslizante con total tranquilidad conectando del modo off-road y atentos siempre a las limitaciones de la altura de la carrocería.
Ficha técnica
Mercedes-Benz GLE Coupé 400d 4Matic
Dimensiones
Longitud: 4.939 milímetros
Anchura: 2.010 milímetros
Altura: 1.730 milímetros
Batalla: 2.935 milímetros
Peso: 2.295 kg
Depósito combustible: 85 litros
Maletero: 665 / 1.790 litros
Motor combustión
Tipo: gasóleo, delantero longitudinal
Cilindros: 6 en línea
Cilindrada: 2.925 cc
Potencia: 330 CV a 3600-4200 rpm
Par máximo: 700 Nm a 1200-3200 rpm
Tracción: total 4Matic
Cambio: automático 9 vel.
Prestaciones
Velocidad máxima: 240 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 5,7 s
Consumo medio WLTP: 7,7 l/100 km
Emisiones CO2: 203 g/km
Etiqueta: C
Precio: desde 101.241 euros
José A. Prados – www.vidapremium.com