El SUV Grandland 2022 ha llegado con modificaciones estéticas exteriores e interiores muy interesantes. Así como con motores de bajo consumo y emisiones disminuidas para ajustarse a la normativa en vigor y convertirse en el viajero ideal para las familias. La unidad probada, con motor diesel 1.5 CDTi de 130 CV, cambio automático de 7 velocidades y acabado GS-Line, cuesta, con posibles descuentos, 34.800€.
Meses antes de la revalorización del diesel, Opel hace una nueva apuesta por este combustible en la unidad probada. Hoy día el precio del litro de gasóleo está por primera vez sólo unos céntimos más caro que el de gasolina 95. No obstante, la ventaja sigue estando del lado de los diesel, por un consumo más ajustado, por una autonomía imbatible y por unas emisiones de CO2 y de NOx realmente menos dañina. A no ser que la Administración no vea el objetivo recaudatorio cumplido y deje que aumente aún más el precio del diesel.
Crece la lista de competidores
Entre los competidores del Grandland diesel de esta prueba, la lista se hace más larga, porque con la subida del precio del gasóleo se añaden también los SUV de gasolina. Del mismo grupo de marcas Stellantis, al que ahora pertenece Opel, el modelo probado comparte tecnología y elementos con los que antes eran duros rivales en el segmento, aunque ahora también compiten, como con el Citroën C5 Aircross C-Series BlueHDI 130 EAT8 de similares características (con descuento, 34.955€), y con el Peugeot 3008 Allure BlueHDI 130 EAT8, que se ofrece más equipado y con algo más de lujo (37.000€).
Dentro de la misma categoría del Grandland de esta prueba, con similar potencia de motores y equipamientos, las alternativas son: El Ford Kuga ST-Line 2.0 EcoBlue Automático AWD de 150 CV (con descuento 32.900€); el Renault Arkana RS-Line E-TECH Híbrido, automático de 145 CV (con desc. 33.791€); el SEAT Ateca Style 2.0 TDI DSG7 150 CV (36.970€); el Hyundai Tucson Maxx 1.6 CRDi 48V DCT7 de 136 CV (con desc.37.835€).
Versión muy equilibrada
El renovado motor diesel 1.5 de 130 CV es uno de los mejores argumentos del Grandland que hemos probado. Tiene un funcionamiento suave y está exento de vibraciones. Suena muy poco a diesel, cuando se le exige, el sonido es bajo y ‘bravucón’ como los de gran potencia. En alto régimen suena algo más, pero en ningún caso es molesto. El tacto de mandos para la conducción es satisfactorio y podemos decir que la respuesta también es óptima, en gran parte gracias al cambio automático de 8 relaciones, que es casi inaudible en las transferencias. La aceleración es progresiva, pero no para salir de carreras de un semáforo. Resulta ideal para una conducción sosegada como para viajar en familia, aunque no impide el alto rendimiento. Su mejor hábitat son las carreteras y autovías, que es donde menos consume.
El consumo homologado con el protocolo WLTP es de 5,1 litros por cada 100 km. Mientras que a velocidad constante en carreteras sin semáforos y sin retenciones no llega a 5 litros de gasto en 100 km. Un dato estupendo para su peso y envergadura, y bastante mejor que muchos híbridos de gasolina, por lo que es más merecedor de llevar la etiqueta ECO que muchos que la llevan. En nuestro recorrido habitual de pruebas, por autovía llana, dos ocupantes adultos y bultos pequeños, registramos alrededor de 5,4 litros/100 km. En tramos urbanos, de 7,1 a 7,9 litros/100 km, y la media de la prueba fue de 6,5 litros/100 km, por lo que, la autonomía con un depósito de 53 litros, en un desplazamiento largo pudo ser de unos 815 km.
Diesel respetuoso del Medio Ambiente
Una vez al volante se pueden elegir tres modos de conducción (ECO, Normal y Sport) a través de una tecla en la consola que activa el selector. Estos tres modos influyen en la respuesta del motor a la aceleración, en la caja de cambios. Como es normal el modo ECO es el que menos consume porque limita algunas funciones como el climatizador y el caudal de inyección. El modo económico es el que más hemos usado en carretera y apenas se distingue en conducción normal. Con el segundo modo no hemos notado ninguna diferencia, y con el modo Sport se muestra algo más revolucionado, la dirección algo más firme y es un poco más gastador.
Para completar sus cualidades dinámicas, podemos decir que tiene un buen comportamiento. Las suspensiones son muy equilibradas, confortables en todo momento, pero blandas lo justo, porque limita balanceos e inclinaciones en curvas. La amortiguación del Peugeot 3008 es del mismo desarrollo, pero con un reglaje más firme, lo que le permite más dinamismo y un paso más rápido por curvas. En cambio el Grandland no es tan rápido en carreteras reviradas, pero trasmite confianza porque se le nota muy estable, fiel a la trayectoria indicada y disimula bien el paso por baches y carreteras en mal estado.
La dirección ayuda lo suficiente al buen comportamiento dinámico, porque es rápida y precisa, solo que es poco informativa de lo que ocurre en el suelo y se mantiene con tacto dócil a velocidades de 90 y 100 km/h. La asistencia es de dureza variable en proporción a la velocidad, pero en este caso sólo se endurece cuando llegamos al límite legal de velocidad en autovías. Nos suele gustar más el contacto algo firme del volante, pero como en todo hay que acostumbrarse y la adaptación se consigue en pocos días de conducción. Algo parecido ocurre con los frenos, que en baja velocidad son poco progresivos, y si se pisa más de la cuenta aparece el efecto clavado, pero esta sensación desaparece a los pocos días, cuando pisamos lo justo. En alto régimen no ocurre nada de esto, la deceleración es tan eficaz que nos muestra seguridad.
Interior con mejor aspecto
En el diseño interior presenta muchos cambios respecto al Grandland de 2017. Resulta más agradable a la vista y sobre todo aumenta la calidad de materiales, que son como acolchados en gran parte del salpicadero y en las puertas. La consola tiene mucho negro piano, que da buen aspecto, pero resulta muy atractivo para las pequeñas pelusas o partículas de polvo. En el centro del salpicadero se ofrece con una pantalla táctil multifunción de 7 o 10 pulgadas, según el nivel de acabado y las opciones elegidas. El cuadro de instrumentos es una pantalla de 12”, con cuatro menús de información y una gran variedad de grafismos.
El volante tiene muchos controles de las funciones esenciales y que son compartidas con la pantalla multifunción y la consola. Por su parte, el climatizador bizona recurre a tres mandos circulares clásicos muy fácil y seguros de activar cuando se conduce, mejor que con pulsaciones en la pantalla. Los asientos delanteros, de tapizado mixto textil-piel sintética y costuras blancas muy prolijas en los bordes, son bastantes cómodos, con base larga gracias a una parte delantera extensible, como para que no quede nada de pierna sin apoyo y se pueda retrasar el cansancio en viajes largos. La sujeción lateral de asientos y respaldo es correcta. Las butacas delanteras pueden tener ajuste eléctrico, calefacción y masaje el del conductor. La consola es muy despejada, cuenta con la palanca del cambio automático, la tecla del freno de mano eléctrico y el selector de modos de conducción, nada más.
Habitabilidad excelente
En espacio interior y habitabilidad aprueba con nota. Ofrece buen acceso por las cuatro puertas. Sólo la excesiva altura de acceso a las plazas traseras es un inconveniente para personas mayores o minusválidas. Detrás, por altura interior puede acoger a adultos de 1,90 sin problemas. El espacio longitudinal para las piernas detrás es holgado y no plantea problemas para ninguna talla. La amplitud del habitáculo no penaliza la capacidad del maletero, que tiene un volumen de 514 litros, si se abate la segunda fila puede ser de hasta 1.652 litros. El piso del maletero podrá colocarse a dos alturas y en un doble fondo tiene cabida un kit repara-pinchazos y hasta una rueda de repuesto.
En cuanto al equipamiento de serie y opcional es bastante completo, pero como punto mejorable comprobamos que las opciones son mayoría. Además de los sistemas de seguridad ya obligatorios en los coches nuevos, sin sobreprecio cuenta con: alarma de cambio involuntario de carril; asistente de arranque en cuesta; control de velocidad con limitador; ordenador de viaje, climatizador bizona, cierre centralizado, elevalunas eléctricos traseros; espejos de cortesía iluminados; volante de piel; guantera climatizada; 6 altavoces, radio digital; navegador 5.0 Intellilink; conexión Bluetooth para dispositivos móviles; pantalla táctil de 10”; y llantas de aleación de 18”, entre lo más importante.
Lista larga de opciones
En opción hay muchos equipos y dispositivos que en algunas alternativas son de serie, como el asistente de mantenimiento en el carril; aviso de colisión frontal con frenada de emergencia; control automático de luces; control de crucero adaptativo con Stop&Go; cámara de 360 grados; detector de fatiga; detector de vehículos en ángulo muerto; faros adaptativos AFL, faros antiniebla; Grip Control; parabrisas con calefacción; llamada de emergencia Opel Connect; reconocimiento de señales de tráfico; retrovisores exteriores con calefacción; acceso sin llave; asientos delanteros ergonómicos AGR; asientos delanteros con ajuste lumbar, con calefacción y deportivos; asientos traseros con calefacción; tapicería de alcántara o cuero Siena; retrovisores eléctricos plegables; toma de 230V; volante con calefacción; cargador inalámbrico para móviles; llantas de aleación de 19”; y alarma antirrobo. 
Datos Técnicos
Motor.- Combustible: gasolina. Cilindros: 4, en línea. Cilindrada: 1.499 c.c. Válvulas: 4 por cada cilindro (16v). Potencia máxima: 130 CV (96 kW) a 3.750 rpm. Par máximo: 300 Nm a 1.750 rpm. Alimentación: inyección directa en conducto común, con turbo e intercooler. Con Stop&Start. Normativa de emisiones que cumple: Euro 6 AP. Etiqueta medioambiental de la DGT: C.
Transmisión.- Tracción: delantera. Caja de cambios: automática de 8 velocidades.
Dirección.- Tipo: de cremallera, con asistencia eléctrica variable en proporción a la velocidad. Diámetro de giro entre aceras: 10,6 metros.
Frenos.- Delanteros, de disco ventilado; traseros, de disco. Ayudas electrónicas de serie: ABS, EBD, HSA, TCS y ESC.
Dimensiones, capacidades y pesos.- Carrocería: SUV. Puertas: 5. Plazas: 5 (2+3). Longitud: 4.477 mm. Anchura: 1.856 mm. Altura: 1.630 mm. Batalla: 2.675 mm. Volumen maletero: 514 litros (máximo: 1.652 litros). Depósito de combustible: 53 litros (AdBlue: 17 litros). Peso: 1.523 kg. Peso máximo admisible: 2.000 kg.
Prestaciones.- Velocidad máxima: 195 km/h. Aceleración de 0 a 100 km/h: en 11,5 segundos. Consumo combinado WLTP (100 km): 5,1 litros. Emisiones CO2 ciclo WLTP: 135 gramos/km. Impuesto de Matriculación en España: 4,75%.
Precio: con posibles descuentos, 34.800€ (GS-Line).