Bajo el nombre de Everflowing Design, Puig ha presentado su proyecto más ambicioso materializado en la Diablo, un ejercicio de creación sin límites desarrollado por el departamento de diseño de la marca. Fiel a su filosofía de mejorar las motos de serie en estética y prestaciones, los diseñadores e ingenieros de Puig han dejado volar su imaginación para mostrar cómo serán los accesorios de las motos del mañana.
Desarrollada a partir de una Yamaha MT-09, la Diablo es una moto que no deja a nadie indiferente. La posición de conducción se ha modificado en base a un estudio ergonómico para mejorar la aerodinámica y la protección del piloto, incorporando elementos como los alerones móviles, para dar forma a una moto naked de ensueño que bringa una experiencia de conducción y prestaciones mejoradas.
“Con implicación y pasión. ADN de una empresa familiar como la nuestra, que hoy ya pilota la segunda generación con el mismo compromiso de los inicios para ser un referente de los accesorios de moto a nivel mundial”, apuntaba Joan Puig, Director Comercial de Puig, durante el acto de presentación de la Diablo.
En palabras de Berta Perarnau, responsable de diseño: “Es la primera vez que nos enfrentamos a un proyecto de diseño tan libre, ha sido un reto y un aprendizaje muy interesante para todo el equipo que nos ha permitido ver lo que somos capaces de hacer y de él han surgido nuevas líneas de diseño y muchas ideas para el futuro.”
Por su parte, Miquel Vallribera, diseñador principal, destaca que “queríamos abrir el debate sobre cómo puede ser la moto y los accesorios del futuro, mostrando cómo nos la imaginamos en Puig y el resultado, la Diablo, creo que es el exponente perfecto, con la aerodinámica activa, la protección, la funcionalidad, y la estética como principios de diseño”.