En un mercado dominado por los SUV, que copan ya la mitad de las ventas en algunos segmentos, hay opciones que por desconocimiento mucho conductores no se plantean, y el Subaru Outback es en este sentido un gran perjudicado. Sus cualidades fuera del asfalto están más que demostradas a lo largo de seis generaciones de un coche que se ha vuelto cada vez más interesante y combina las ventajas de un familiar y un todocamino en un formato más original.
Hablamos de un coche grande, que mide 4,87 metros de longitud, para acoger a cuatro ocupantes de forma cómoda, porque aunque son cinco plazas, la central trasera no es muy utilizable por la presencia del túnel de la transmisión en el suelo, dejando poco espacio para los pies de quien vaya en el asiento central. El resto viajará de una forma muy cómoda en asientos muy amplios, con buena visibilidad y un enorme maletero que cubica 520 litros hasta la bandeja de cortinilla (extraíble), y que se puede ampliar notablemente por encima de ella, y mucho más abatiendo los asientos traseros.
La sexta generación del Subaru Outback está a la venta desde la pasada primavera, un coche que analizamos en profundidad para hablar de todas las novedades que aporta (toda la información aquí) y en este artículo nos vamos a centrar en la prueba, más con sensaciones de conducción. Estrena una nueva plataforma, y las versiones diesel han desaparecido de la gama, y únicamente está disponible con el 2.5 gasolina, un motor de cuatro cilindros en configuración bóxer (cilindros opuestos) de 169 CV de potencia, transmisión automática Lineartronic y sistema de tracción total permanente.
La gama es muy sencilla y solo se puede elegir esta mecánica y tres acabados, Field y Trek (39.500 euros) y Touring (43.900 euros), con un equipamiento más completo. El protagonista de nuestra prueba era con acabado Field y en una combinación de color muy atractiva, Grey Metallic, con detalles en negro en la parte inferior de los paragolpes y pasos de ruedas, otorgando un aire más campero al conjunto.
Y es en el campo donde realmente se desenvuelve bien el nuevo Outback, pues tiene una magnífica tracción total y unos ángulos en su carrocería que facilitan pasar por donde otros SUV más urbanos se quedan fácilmente. La distancia al suelo es de 213 milímetros, que permite ir por caminos sin asfaltar, mientras que el ángulo de entrada 19,7º), ángulo de salida (22,6º) y ángulo ventral (21º), también ayudan si el terreno tiene mucho desnivel.
La limitación fuera del asfalto la ponen los neumáticos, que en nuestra unidad eran de carretera puros, porque el coche tiene suficiente capacidad de tracción. Y lo hemos comprobado tanto por pistas con cierta dificultad, como sobre el asfalto blanco tras una intensa nevada nocturna que obligaba a la mayoría de coches a poner las cadenas, cuando nosotros circulábamos con total tranquilidad y con sensación de seguridad en todo momento. En el menú de la pantalla táctil que hay en el salpicadero podemos seleccionar algunas opciones (nieve/barro, carretera y nieve profunda), que optimizan el sistema de tracción, haciendo que la entrega de la potencia y la transmisión sean óptimas en cada caso.
Por capacidad de carga y de tracción, es el coche ideal para quien practica deportes al aire libre, y si son de invierno, mucho mejor con neumáticos homologados para circular sin cadenas (Allseason o puros de invierno), que mejoran el rendimiento cuando bajan las temperaturas y evitan andar poniendo cadenas o fundas de tela.
Este motor, sin ningún tipo de ayuda eléctrica, sorprende por el buen funcionamiento y por el gasto equilibrado de combustible. El fabricante tiene homologado un consumo medio de 8,6 litros en ciclo WLTP, una cifra que en viajes por autovías a velocidades legales baja a 7-8 litros si la orografía es normal, y se incrementa ligeramente en recorridos urbanos, en carreteras de montaña o en una conducción alegre. En nuestra prueba, un largo viaje de una semana al Pirineo, 7,9 litros con el coche cargado.
El elemento que menos nos gusta de esta combinación mecánica es el cambio automático por variador continuo, que no está a la altura de un coche de esta categoría. Viene con levas en el volante para controlar la situación de forma manual, pero el funcionamiento no es lo más brillante del Outback, aunque es cómodo.
Los cambios en el interior son importantes, creando un conjunto que se puede enfrentar a rivales Premium sin ningún complejo. La gran pantalla táctil vertical de 11,6” en el centro del salpicadero es el centro desde el que se manejan la mayoría de las funciones de entretenimiento, un poco compleja al principio, pero fácil de usar con unas horas de práctica. El conjunto merece una nota alta por la calidad de los materiales, los acabados y un acertado diseño que combina cierta dosis de elegancia y deportividad.
También viene muy bien equipado en materia de seguridad y sistemas de ayuda a la conducción mediante el paquete EyeSight que incluye hasta 11 asistentes, donde destaca el sistema de alerta que avisa al conductor si aparta la vista de la carretera, la alerta de cambio involuntario de carril o el control de crucero adaptativo, muy cómodo en viajes por autovía.
El único elemento extra que añade la unidad de pruebas que hemos tenido en Vidapremium es la pintura Grey Metallic (650€), porque el equipamiento es muy completo y cerrado. Sorprende que no lleve sistema de navegación ni siquiera como opción, pero es una buena solución para abaratar el precio del coche cuando ya hay mucha gente que se ha habituado a conectar su teléfono y usar alguna de las aplicaciones como Google Maps o Waze para llegar al destino.
El coche se puede personalizar con algunos accesorios de la marca, como son el portabicis (333€) para instalar en el gancho de remolque fijo (352,80€) o desmontable (498,40€), cofres de carga para el techo (desde 554€), protector de los bajos del motor (160€), protector del diferencial trasero (105€), protector del paragolpes en resina (70€), tornillos antirrobo (32€), sillas para niños (300€), separador para perros en maletero (250€) y protector del suelo del maletero (40€).
Ficha técnica
Subaru Outback 2.5 Lineartronic Field
Dimensiones
Longitud: 4.870 milímetros
Anchura: 1.875 milímetros
Altura: 1.675 milímetros
Batalla: 2.745 milímetros
Peso: 1.721 kg
Depósito combustible: 63 litros
Maletero: 520 litros
Motor
Tipo: gasolina, delantero transversal
Cilindros: 4 bóxer
Cilindrada: 2.498 cc
Potencia: 169 CV a 5000-5800 rpm
Par máximo: 252 Nm a 3800 rpm
Tracción: total permantente
Cambio: automático variador continuo
Prestaciones
Velocidad máxima: 193 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 10,2 s
Consumo medio WLTP: 8,6 l/100 km
Emisiones CO2: 193 g/km
Etiqueta: C
Precio: desde 39.500 euros (Trek y Field)
José A. Prados – www.vidapremium.com