La crisis del ‘dieselgate’ y la necesidad de buscar energías más limpias para impulsar los automóviles han impulsado el desarrollo de la movilidad eléctrica en un momento en el que la tecnología, los fabricantes y las infraestructuras están preparados para dar el salto. Pero si todo lo que promete el recién presentado Mercedes-Benz Vision EQXX, el futuro a corto plazo pinta mucho mejor para el coche eléctrico.
Presentado de forma virtual, es todavía un prototipo que no sabemos si llegará a producirse en serie, aunque avanza datos muy interesantes. Se trata de una gran berlina de cuatro puertas de líneas muy aerodinámicas con una distancia entre ejes de 2,80 metros que se mueve únicamente con una mecánica eléctrica de 204 CV (150 kW) de potencia, unas baterías de 100 kW y un peso bruto de 1.750 kilos, bastante contenido para su tamaño.
Lo más importante es que Mercedes anuncia una autonomía superior a los 1.000 kilómetros, lo que supone un consumo medio de 10 kWh a los 100 kilómetros, una cifra a la que no se acerca ninguno de los modelos que se comercializan en la actualidad. La batería tiene un peso de 495 kilos, más pequeña y ligera que la del EQS con 108 kWh, aunque con una densidad más alta fruto de un “progreso significativo en la química de los ánodos”. Además, en el techo tiene instaladas 117 células solares conectadas a una batería que suministra energía a las luces, cuadro de instrumentos y pantallas de infoentretenimiento instaladas en el salpicadero.
Un dato que contribuye a esta alta eficiencia energética es la estudiada silueta del coche, que logra en el túnel del viento un coeficiente aerodinámico de 0,17. Al tratarse de un prototipo, no hay pruebas reales en carretera, aunque la marca alemana ha realizado más de 300.000 kilómetros de recorridos variados en pruebas virtuales con simuladores, con el resultado de un consumo inferior a los 10 kWh/100 km.
Utiliza una plataforma innovadora plataforma modular MMA (Mercedes Modular Architecture) que se ha desarrollado para coches compactos, por lo que su tamaño –no especificado- no será mucho mayor que un Clase C. El chasis es de acero de ultra alta resistencia, las puertas están realizadas en plástico reforzado con fibra de carbono y el tren trasero es 5 centímetros más estrecho que el delantero, utilizando unas ruedas Bridgestone Turanza Eco de 20” que tienen una baja resistencia a la rodadura.
En el interior, una gran pantalla LED transparente de 47,5 pulgadas recorre todo el salpicadero y se encarga de conectar el interior del automóvil y sus ocupantes con el mundo exterior, contando con sistema de navegación 3D en tiempo real y el sistema de reconocimiento de voz activa de Mercedes MBUX. Las tapicerías están hechas sin productos de origen animal como cuero vegano y las alfombrillas son de fibra de bambú, mientras que en otros componentes se utilizan plásticos reciclados.