Presentado en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt el pasado mes de septiembre, el segundo modelo de la nueva Smart completamente eléctrica ya está a la venta en el mercado español con precios que parten de 38.190 euros, cinco niveles de acabado –incluida una versión Brabus de 428 CV con tracción integral- y dos tipos de batería (49 y 66 kW), para recorrer hasta 325 o 455 kilómetros sin emisiones contaminantes.
El Smart #3 continúa la saga iniciada hace un año con la llegada del Smart #1, un SUV de tamaño compacto que inicia una nueva era en la compañía, ahora propiedad a partes iguales entre Daimler y el grupo automovilístico chino Geely Automobile Group, que entre otras es propietaria de las marcas Volvo, Polestar, Link&Go o Proton.
Con este vehículo, Smart sube un peldaño al incorporar en su gama un modelo de 4,40 metros de longitud y una atractiva silueta SUV Coupé, que muestra su rasgo diferenciador en la caída del techo a partir del pilar central. Es algo más emocional que el modelo pequeño de la casa, y llega al corazón del segmento SUV-C, el de mayor venta en nuestro país. Entre sus rivales dentro del segmento Premium están el BMW iX1, Volvo C40, Mercedes EQA y el Audi Q4 Sportback, que es algo mayor. Y todos tienen precios mucho más altos que el Smart #3, que en este sentido parte con ventaja.
Crece 13 centímetros en longitud respecto al Smart #1, es algo más ancho y más bajo, manteniendo la distancia entre ejes (2,75 metros). Con estas dimensiones presenta una silueta más atractiva y un aspecto algo más deportivo al redondear el techo en la parte trasera. La capacidad del maletero también es algo mayor, con 370 litros hasta la bandeja (1.160 litros abatiendo los asientos traseros) y con un pequeño maletero de 15 litros de capacidad en el capó delantero, muy útil para llevar los cables de carga.
Los dos hermanos Smart utilizan la misma plataforma y comparten algunos elementos estéticos, empezando por los grupos ópticos delanteros, que se encuentran unidos por una línea LED, llantas de hasta 20” con pasos de rueda muy marcados, voladizos cortos y el rasgo diferenciador de la tercera ventanilla y la silueta más alargada, con entradas de aire activas de mayor tamaño en el frontal.
En el interior también encontramos algunas pequeñas diferencias, como las salidas de aire en forma circular, asientos con los reposacabezas integrados, y la gran pantalla central táctil de 12,8 pulgadas en formato horizontal, desde la que se manejan la mayoría de las funciones. Esto es algo que viene sucediendo en los últimos años con la electrificación, y parece una tendencia a la que se suman los fabricantes sin escuchar a quienes pedimos más botones para las funciones principales. En este caso, bajo la pantalla únicamente hay acceso directo al climatizador, conexión de la luneta térmica delantera o trasera, el selector de modos de conducción y otro para los ajustes del coche.
Hasta para colocar los espejos retrovisores hay que recurrir a la pantalla táctil, aunque es cierto que la mayoría de los conductores no cambia de coche con frecuencia, y eso no supondrá un problema para ellos. Otra diferencia respecto al Smart #1 es que el asistente no es un zorro, sino un guepardo, un simpático animal que nos acompañará y ayudará durante la conducción. El manejo puede ser algo complicado en los primeros momentos por lo diferente que es respecto a otros coches, pero resulta intuitivo y es fácil acostumbrarse.
El techo panorámico fijo con cristal oscurecido con una superficie de 1,6 m2 es otro elemento interesante en el interior, que deja pasar mucha luz en los días nublados, pero que puede resultar un problema en un país como el nuestro con largos veranos de temperaturas cada vez más altas, por lo que es aconsejable montar la cortinilla que se ofrece como equipamiento opcional.
Pocas novedades en el aspecto mecánico respecto al Smart #1, manteniéndose los dos motorizaciones: 272 CV con tracción trasera y 428 CV con tracción total en el acabado más deportivo de la gama, el Brabus. Lo mismo sucede con la batería, de tipo LFP (litio ferrofosfato) y 47 kW de capacidad neta para la versión de acceso Pro con el motor de 272 CV, una batería tipo NCM de 62 kW asociada al motor de 272 CV en los acabados Pro+, Premium y 25th Aniversario, mientras que el Brabus lleva una batería de 62 kW de tipo NMC (níquel, manganeso y cobalto) y añade un motor delantero de 156 CV. La autonomía va desde 325 a 455 kilómetros, y con la batería pequeña puede cargar a 7,4 kW en toma doméstica y 130 CV en corriente continua, mientras que la batería grande admite hasta 22 kW en corriente alterna y 150 kW en continua, una gran ayuda en viajes largos, reduciendo el tiempo de carga.
Si el diseño interior y exterior es un magnífico argumento de venta, hay que añadir una buena experiencia de conducción que hemos podido comprobar durante una toma de contacto durante una mañana por carreteras muy variadas en la Comunidad de Madrid. El coche muestra mucho aplomo sobre el asfalto, buen tacto al volante a pesar de la dirección eléctrica, una suspensión con un tacto algo más deportivo que no llega a resultar incómoda y unas buenas prestaciones.
Cuenta con tres modos de conducción –Eco, Confort y Sport, más el modo Brabus en el tope de gama- que favorecen el ahorro de combustible o la diversión al volante, según el ánimo del conductor y el estado de la batería. Durante la prueba nos ha vuelto a sorprender positivamente el dato del consumo de energía. El modelo que hemos conducido era un acabado Premium que homologa 16,3 kW a los 100 kilómetros, una cifra que casi hemos calcado (16,9 kW) durante cerca de tres horas de conducción por ciudad, autovía y alguna carretera de montaña por la sierra madrileña.
Y lo que más nos gusta es lo bien que recupera energía durante los descensos y frenadas, bien con el sistema de frenada regenerativa que tiene dos niveles de actuación, o activando el S-Pedal, que actúa como freno motor al levantar el pie del acelerador, sin necesidad de pisar el freno en la mayoría de circunstancias. En una conducción normal, y con un tacto cuidadoso al acelerar, la autonomía puede rondar los 400 kilómetros reales, que está muy bien.
Es un automóvil de última generación y con tecnología muy avanzada que incluye el chip Snapdragon 8155 y almacenamiento de 128 GB, asistente por voz, conexión inalámbrica mediante Apple CarPlay o Android Auto, Head-up Display de 10” que proyecta la información frente al conductor, la aplicación Hello Smart para el control remoto del vehículo y actualizaciones de software OTA de forma periódica.
Se comercializa en cinco niveles de acabado –Pro, Pro+, Premium, 25th Anniversary y Brabus-, con hasta 10 colores de carrocería. Las primeras unidades comienzan a entregarse en el primer trimestre de 2024, con disponibilidad inmediata, y los precios con las ayudas promocionales del fabricante son los siguientes (no incluye Plan MOVES):
Smart #3 Pro: 38.190 euros
Smart #3 Pro+: 43.190 euros
Smart #3 Premium: 46.190 euros
Smart #3 25th Anniversary Edition: 46.690 euros
Smart #3 Brabus: 50.690 euros