Considerado como uno de los coches más bellos de la historia del automóvil, el Alfa 33 Stradale causó furor en 1967 con su estética derivada directamente del Alfa Tipo 33, que logró numerosos triunfos en competición en los años 60 y 70. El legado de este modelo tan importante en la historia de Alfa Romeo continúa con una serie limitada de tan solo 33 unidades para todo el mundo –ya vendidas en su totalidad-, en una reinterpretación de la deportividad en clave del siglo XXI.
El Alfa Romeo 33 Stradale es un trabajo artesanal desarrollado por la empresa Carrozzeria Touring Superleggera que anuncia el resurgir de la fuoriserie, la fabricación a la carta por la que los afortunados clientes podrán elegir numerosos detalles en este coupé biplaza de 4,37 metros de longitud y 1,26 metros de altura con puertas de apertura vertical que combina la herencia y el futuro de la marca.
El nuevo 33 Stradale se creó en la recién fundada ‘Bottega’ Alfa Romeo, donde los diseñadores, ingenieros e historiadores de la marca, primero escucharon a los posibles compradores y luego produjeron el coche juntos, exactamente igual que en las boutiques artesanales del Renacimiento y en los talleres de los años 60 de renombrados carroceros italianos.
Utiliza como base un bastidor en H de aluminio y un chasis monocasco de fibra de carbono que aporta rigidez y ligereza. La estructura del techo combina fibra de carbono y aluminio, puertas tipo alas de mariposa, marcos de las ventanillas en fibra de carbono y luneta trasera de policarbonato. En la puesta a punto del coche Alfa Romeo ha contado con la colaboración del piloto de Fórmula 1 Valtteri Bottas en la legendaria pista de Balocco, para lograr un comportamiento dinámico impecable.
El estilo minimalista domina el interior del Alfa 33 Stradale, con dos acabados disponibles: Tributo en homenaje al coche histórico y Alfa Corse como la expresión más deportiva. Todo está enfocado hacia el conductor y en la consola central se encuentra un número limitado de botones físicos con uso práctico durante la conducción. Frente al conductor, una pantalla con diseño de ‘telescopio’ en 3D y el volante como principal medio de comunicación con el coche, desprovisto de botones para una conducción más pura.
Los mandos se sitúan en diferentes niveles –como en la cabina de un avión-, en la consola central baja y en un plano superior. El túnel central cuenta con interruptores mecánicos para las pocas funciones en las que no hay lugar a dudas ni errores. Entre el salpicadero y el túnel central se encuentra una pantalla escamoteable donde se realizan los ajustes, y cuenta con un potente sistema de audio Premium de siete altavoces.
En cuanto a las mecánicas disponibles, hay dos posibilidades. Por un lado un motor de combustión tradicional V6 biturbo de 3.0 litros que entrega 620 CV de potencia máxima asociado a un cambio DCT de ocho velocidades fabricada por ZF, tracción trasera y diferencial electrónico de deslizamiento limitado, con una velocidad máxima de 333 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos. La versión más ‘ecológica’ BEH cuenta con tres motores eléctricos que proporcionan una potencia total de 750 CV, tracción total y una autonomía estimada de 450 kilómetros WLTP con la energía que proporciona una batería de 102 kW/h de capacidad bruta. Alcanza los 310 km/h y tiene un peso de 2.100 kilos.