Diseñado por Philippe Briand y fabricado por NZ Yachting Development, el Bristolian es el súper velero de carbono.
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Su construcción, iniciada en 2006, ha terminado catapultando a la excelencia al astillero neozelandés NZ Yachting Development. Hablamos del Bristolian, un imponente sloop –es el más grande de su tipo fabricado en Nueva Zelanda- realizado íntegramente en fibra de carbono para aquilatar peso y ganar robustez, diseño del prestigioso Philippe Briand.
Como se aprecia en las imágenes, es completamente negro. También lo son sus velas, obra de la firma Doyle, autora de las que impulsan al también velero Red Dragon, que las ha dotado de un pigmento especial a juego con el casco. Además, el Bristolian, de 36,7 metros de eslora con una manga de 8,17, tiene la particularidad de una quilla escamoteable de 34 toneladas que varía el calado desde 5,25 a 3,8 metros, lo que permite a este titán acceder a lugares no aptos para una embarcación de semejante tamaño.
Con detalles new age sobre cubierta, suma en la parte frontal una piscina oculta elevable de forma hidráulica que puede llenarse con agua del mar o bien utilizarse como maletero. También exhibe doble timón, habitual de embarcaciones de doble casco como los catamaranes offshore, que proporciona el control y el equipamiento de navegación necesarios.
La cabina, proyectada por Robinson Interiors YLD sobre la base de un diseño de Emma Thomson -esposa del skiper Peter ‘Gooch’ Tabone-, es un espacio amplio y minimalista extremadamente cuidado. Suma camarote para el propietario, dos habitaciones de invitados, cocina completamente equipada y un gigantesco salón comedor en el nivel superior con diversos ambientes. El barco puede alojar entre 6 y 8 tripulantes que cuentan con acceso directo a cubierta para no perturbar el espacio de relax del pasaje.
Desde su botadura, en 2008, el Bristolian es objeto de deseo en los circuitos de regata de los megayates, y desde luego es un buque fácilmente reconocible. Tras su puesta a punto y los entrenamientos para la selección de tripulación, puso rumbo a Europa para su debut, siguiendo una travesía que le condujo a través del Océano Índico y el Canal de Suez.