Son tres modelos con una personalidad diferente, enfocados a públicos distintos con un grado de exigencia que va desde la diversión de uso diario al arma definitiva para sacar el máximo rendimiento en los circuitos, e incluso habrá una versión de la Street Triple R de asiento bajo (LHR) y otra versión limitable al carnet A2.
El corazón que mueve a las nuevas Street Triple ha nacido en la competición, concretamente en la Daytona, y es un tricilíndrico de 765 cc que ha mejorado notablemente la potencia y el par, adaptándose a cada uno de los tres modelos de la familia con aceleraciones más intensas y una caja de cambios de marcha más suaves gracias a una geometría modificada y el embrague anti-rebote en los modelos R y RS. La diferencia más importante la marcan los 80 nuevos componentes, entre ellos un cigüeñal, pistones y cilindros Nikasil revisados, que logran un aumento de las prestaciones, sobre todo en bajas y medias revoluciones.
Cada uno de los nuevos modelos ofrece una configuración de motor, centralita y puesta a punto específica y adaptada para ofrecer el carácter, la potencia y las prestaciones más adecuadas al estilo de cada motorista. La versión S entrega un 6,6% más de potencia que la anterior Street Triple R y alcanza a los 113 CV a 11.250 rpm y 73 Nm a 9.100 rpm (un 7,3% más). Por su parte la Street Triple R y Street Triple RS se presentan como las versiones más traviesas con 118 CV y 123 CV respectivamente y un par motor máximo de 77 Nm que se entregan a 9.400 rpm en el caso de la R y a 10.800 rpm en la RS. El escape más ligero y la salida más abierta emiten un sonido adictivo.
La reducción de peso que han experimentado las convierte en las más ligeras de su segmento, logrando una impresionante relación peso/potencia, clave en las prestaciones y la conducción explosiva. Una de las novedades es el basculante, específicamente diseñado para las Street Triple, que ofrece una mayor rigidez torsional longitudinal, combinada con una reducción de la rigidez lateral, maximizando la estabilidad a velocidades altas, una salida en curva más decidida y un comportamiento más preciso del chasis.
También hay modificaciones en la parte ciclo con una horquilla invertida Showa de 41 milímetros de diámetro y 110 mm de recorrido en la Triple S, mientras que en las versiones R y RS se monta una horquilla invertida Showa BPF totalmente ajustable con 41 mm de diámetro y 115 mm de recorrido. La S y R llevan mono-amortiguador trasero con depósito independiente y precarga ajustable, que en el caso de la Street Triple RS es un Öhlins STX40.
A mayor potencia, mayor necesidad de una frenada a la altura de las más altas expectativas; por eso, las nuevas Street incorporan sistemas de frenos de altas prestaciones. Las pinzas deslizantes Nissin de dos pistones en el tren delantero y una pinza deslizante Brembo mono-pistón en la rueda trasera han sido las elegidas en el caso de la Street Triple S, mientras que las versiones R y RS incorporan pinzas radiales Brembo monobloque de 4 pistones M4.32 ó M50, según modelo y una pinza deslizante Brembo mono-pistón en la rueda trasera.
Por si fuera poco, las S y R calzan unos neumáticos Pirelli Diablo Rosso Corsa que proporcionan una conducción precisa y una excelente estabilidad y agarre en carretera. La Street Triple RS está equipada con los Pirelli Diablo Supercorsa SP que ofrecen excelentes prestaciones en carretera y el uso ocasional en circuito.
Y para aumentar la seguridad activa, la Street Triple S cuenta con luces de posición de LED en el faro delantero, 4,6 veces más visibles que en la generación anterior, además de aportar un bajo consumo y ser más duraderos. Por su parte, las Street Triple R y RS cuentan con nuevos faros diurnos de LED o DRL, que aportan un cautivador perfil lumínico y resulta 28 veces más visible que en la generación anterior.