Por sus formas y concepto podríamos decir que estamos ante el Isseta del siglo XXI, un cuadriciclo de reducidas dimensiones para moverse sin emisiones contaminantes por el tráfico urbano que traerá a España Astará a partir de 2023 tras la firma de un acuerdo estratégico con Micro, la empresa suiza que lo fabrica.
A medio camino entre una moto y un coche, este cuadriciclo de 2,52 metros de longitud con capacidad para dos ocupantes se encuadra en la categoría L7 y para conducirlo habrá que tener el carné B –o el B1 específico para estos vehículos, a partir de 16 años-. Su funcionamiento es completamente eléctrico y en los países donde ya se comercializa se ofrece con tres tipos de batería -6 kWh con autonomía de 95 kilómetros; 10,5 kWh con 175 km de autonomía; y 14 kWh con autonomía de hasta 230 km- y un único motor de 17 CV y 89 Nm.
Una de las particularidades de su diseño es que el acceso al habitáculo se realiza por una puerta frontal (igual que un frigorífico), como sucedía en el Isseta, fabricado inicialmente por Iso Autoveicoli y más tarde por otros fabricantes como BMW para Alemania, VELAM en Francia o Romi en Brasil. También llama la atención que las luces delanteras van situadas en los retrovisores exteriores. La velocidad máxima del Microlino está limitada a 90 km/h, acelera de 0 a 50 km/h en 5 segundos y tiene una capacidad de maletero de 230 litros. La potencia de carga es de 1,35 kW para la batería pequeña y de 2,6 para la intermedia y grande.
Al pequeño habitáculo del Microlino se accede por la puerta frontal, en el espacio que deja libre el volante y la columna de dirección (ver foto en la galería). El cuadro de mandos consiste en una pantalla rectangular situada tras el volante con la información básica –velocidad, estado de la batería y autonomía-, y a la izquierda del conductor hay un botón circular para seleccionar la marcha hacia delante (D), punto muerto (N) o marcha atrás (R). Y en el centro del salpicadero cuatro testigos luminosos para conectar el ventilador, indicador de temperatura y lunetas térmicas, además del warning y varios conectores USB. El freno de mano no es eléctrico, y se activa en una palanca a la izquierda del conductor.
Astará afirma que en 2023 distribuirá Microlino en España y Alemania, aunque no descartan incorporar otros mercados adicionales en los próximos meses. La idea es implementar el ecosistema de productos y servicios de movilidad de Astara con un fuerte enfoque en soluciones novedosas e innovadoras como Astara Move, que permitirá a los clientes suscribirse a un vehículo por un corto periodo de tiempo y tener acceso a una solución de movilidad flexible a través de una experiencia sencilla y 100% digital.
El vehículo fue diseñado específicamente para áreas urbanas y ha sido reconocido con numerosos premios, entre los que destacan el Good Design Award del Chicago Athenaeum, el premio de diseño más antiguo del mundo. Más de 35.000 clientes ya han reservado un Microlino. Las primeras entregas de una edición limitada denominada ‘Pioneer Series’ ya han comenzado en Suiza. Las primeras entregas en Alemania y España tendrán lugar a principios de 2023.
“Es una gran satisfacción para Astara firmar una asociación estratégica con una de las empresas más innovadoras en el mundo de la movilidad. Micro posee un amplio legado en innovación e impacto en la forma en la que las personas se mueven, y ha construido una conocida historia de éxito. Su nueva creación, el Microlino, sin duda ampliará el alcance de nuestro negocio en un mercado altamente competitivo como el actual, al mismo tiempo que aportaremos a la marca nuestra amplia experiencia en transformación digital y en el nuevo ecosistema de movilidad”, afirma Jorge Navea, CEO de Astara.
“Estamos más que satisfechos de asociarnos con Astara, una empresa global con una larga trayectoria en la distribución de marcas en Europa, Sudamérica y Asia. Son el socio perfecto para hacer realidad nuestra visión de una movilidad urbana que ahorre espacio y más ecológica tanto en España como en Alemania”, añade el cofundador de Microlino, Merlin Ouboter.
Este pequeño vehículo eléctrico está fabricado por la empresa familiar suiza Micro, fundada por el empresario Wim Ouboter en 1999, cuyo primer producto de movilidad eléctrica fue el E-Scooter, realizando colaboraciones con marcas de automóviles como BMW, Mercedes o Peugeot. El proyecto Microlino comenzó en 2015, liderado por los dos hijos de Wim Ouboter, Merlin y Oliver, mostrado inicialmente como una acción de relaciones públicas en el Salón de Ginebra, pero dada la aceptación que tuvo decidieron comenzar el desarrollo para la producción en serie.