MINI presenta su eléctrico
11 de julio de 2019 NovedadesSe apellida Cooper SE, tiene tres puertas, llegará en 2020 y pretende ser tan divertido como su homólogo con motor de combustión.
Diferente
Por fuera, se distingue fácilmente del resto de Minis. La toma de electricidad está situada sobre la rueda trasera derecha, en el mismo lugar que ocupa la boca del depósito de combustible. El logo en relieve ‘MINI Electric’ deja a las claras cuál es la energía que lo alimenta. También hay versiones en amarillo de este anagrama insertadas en los intermitentes laterales, además de en el portón trasero y en la parrilla delantera, que ahora está casi cegada al tener menos necesidad de aire para la refrigeración. Las carcasas de los retrovisores, también amarillas, rematan el diseño específico de este modelo. Los faros LED son de serie.
Una vistazo al interior es suficiente para comprobar que casi nada cambia, excepto la palanca de cambio que se ha sustituido por un cuadrante PRND y un discreto medidor en el cuadro que indica cuánta potencia se está usando en aceleración o recargando en las retenciones. También hay un dial que indica la carga restante.
El espacio para las plazas delanteras y traseras es el mismo, al igual que el maletero (de 211 litros, el mismo que en el Mini Estándar de tres puertas).
Motor y baterías
En sustitución del motor de combustión, diesel o gasolina, el Mini Cooper SE incorpora un propulsor eléctrico, engranado al eje delantero, de 184 CV de potencia y 270 Nm de par. Las baterías de ión-litio, que le proporcionan una autonomía de 235 a 270 kilómetros y tienen una capacidad de 32,6 kWh, forman una unidad en forma de “T” situada bajo el piso del vehículo, entre los asientos delanteros y bajo los traseros, de manera que no reducen el espacio disponible.
Un enchufe doméstico es suficiente para recargas las baterías, en lo que se invierten 3,5 horas. Si se dispone de un cargador rápido, el tiempo se reduce ostensiblemente, lográndose alcanzar un 80% de carga en 35 minutos.
Aún no hemos podido probar el modelo, que llegará a principios de 2020, pero, según la firma británica, su comportamiento y cualidades no desmerecen la esencia original de los Mini, en el segmento de los urbanos Premium. Para arrancar solo hay que girar la llave, esperar a que se iluminen las luces indicadoras, seleccionar D o R y pisar el acelerador. Alcanza una modesta velocidad máxima de 150 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, una cifra mucho más contundente, en ambos casos en línea con otros modelos eléctricos.
Dado que el motor de combustión pesa mucho más que el eléctrico, la mayor masa de las baterías solo supone un incremento de 145 kilos, que dejan un total de 1.365 kilos. Además, hay que tener en cuenta el bajo centro de gravedad que se consigue, lo que influirá en gran medida en un comportamiento ágil y seguro en curvas, a semejanza de resto de modelos de la gama.
Cuatro modos de conducción
Un conmutador, a la derecha del cuadro de mandos, permite elegir entre cuadro modos diferentes: Sport, MID, Green y Green +, que ajustan la respuesta del acelerador, asistencia de dirección y funciones para aumentar la autonomía.
Además, tiene un sistema de frenado regenerativo a dos niveles, que devuelve la energía cinética a la batería cuando se levanta el pedal del acelerador, lo que causa una deceleración que puede llegar a ser tan fuerte que, muchas veces, sustituye al pedal de freno. Es como si se condujera con un solo pedal.
Lógicamente, el control de estabilidad DSC ha sido calibrado para tener en cuenta la entrega instantánea de los motores eléctricos.
Equipamiento
Como equipamiento de serie, cuenta con un sistema sonoro de advertencia a peatones y ciclistas, climatizador bizona, freno de mano eléctrico y navegador Connected Navigation con servicios en la nube, gestionados con una pantalla de 6,5 pulgadas compatible con Apple CarPlay.
Fabricado en Inglaterrra
La fabricación en serie se iniciará en noviembre de 2019 en el "hogar" de la marca, compartiendo la línea de producción con los modelos de combustión tradicional en la planta de Oxford (Inglaterra).
Su sistema de propulsión eléctrico ha sido desarrollado en los centros tecnológicos de movilidad eléctrica del Grupo BMW en Dingolfing y Landshut (Alemania). Esos sistemas están protegidos por la estructura del chasis y se desactivan de forma instantánea en caso de colisión. El sistema electrónico está protegido por el soporte del paragolpes y el bastidor que aloja el motor, ambos reforzados; mientras la batería de alto voltaje está resguardada por una sólida plataforma.
Solo nos falta probarlo y conocer el precio. Estaremos atentos.