Volkswagen Polo 1.0 TSI DSG 95CV

La especie de los utilitarios se asocia a los modelos urbanos, que también pueden salir a viajes por carretera sin desmerecer. La aparición del nuevo Polo 1.0 TSI, con su importante salto en tamaño, calidad y solvencia para viajes fuera de la ciudad, ha supuesto una pequeña revolución en la categoría, que ya no sabemos muy bien cómo denominarla, porque el término “utilitario” se queda corto.
 
El “pequeño” Volkswagen tiene unas dimensiones superiores a las de los Golf de generaciones pasadas, cuando esos modelos entraban en la categoría de compactos, bastante por encima de los utilitarios. Además, los 9,4 centímetros que ha incrementado su distancia entre ejes supone que sea uno de los modelos con mayor espacio interior de su segmento, sobre todo en las plazas traseras, igualando los del Seat Ibiza, su rival español, aunque con remates de mejor calidad.   
 
Montado sobre la ligera plataforma modular MQB A0, común a los nuevos modelos del grupo VAG, el nuevo Polo cambia profundamente respecto a la generación anterior. Con un aspecto más deportivo y musculoso, con cortos voladizos delantero y trasero, está mejor plantado que sus antecesores a los que supera en todas las medidas y en algo en lo que pocos se fijan: la superficie marcada por la huella de las cuatro ruedas. Mide 4,053 metros de largo (8 centímetros más que el Polo anterior), por 1,751 de ancho (7 centímetros más) y 1,446 de alto (1 centímetro menos), con una distancia entre ejes de 2,564 (9,4 centímetros más). Además de tener un amplio maletero de 351 litros.
 
El habitáculo, con acabados de alta calidad y plásticos blandos, pasa a una gama superior. Totalmente rediseñado, es más amplio y cuenta con terminaciones y equipamiento propios de modelos más costosos, como el atractivo “Digital Cockpit” con un cuadro de instrumentos completamente digital similar al del Audi TT, que puede mostrar las imágenes del navegador, y una pantalla central de 8,0 pulgadas situada con acierto en el campo de visión del conductor, por encima de las salidas de ventilación, con conectividad “Mirror Link”, “Android Auto” y “Car Play”. Cuenta, por primera vez en un Polo, con un sistema de cierre y arranque sin llave y, opcionalmente, con un sistema de carga inductiva sin cables.
 
Las plazas traseras son más holgadas y el maletero también crece considerablemente pues llega a los 351 litros (71 más que antes). No se han olvidado de equiparle de serie con la última generación de sistemas de asistencia a la conducción. Hablamos de “Front Assist” o asistente de frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones, “Blid Spot Detection” o asistente de salida de aparcamiento, “Park Assist” para estacionar automáticamente…
 
La unidad de pruebas monta el ya conocido bloque tricilíndrico 1.0 TSI turbocomprimido que rinde 95 CV (también hay un versión de 115), así como dos variantes atmosféricas con 65 y 75 CV respectivamente. Nuestro consejo es olvidar estos últimos y pasar al 1.0 TSI no solo por prestaciones, también por la posibilidad de elegir una transmisión automática de doble embrague DSG de siete relaciones (1.670 € más), que hará la vida más agradable que la manual de cinco marchas de serie.
 
Quien aún desconfía de los motores de tres cilindros debería probar éste: sorprende por el empuje y refinamiento que muestra en toda circunstancia. Efectivo desde poco más del ralentí, muestra todo su brío desde 2.000 vueltas hasta alcanzar las 4.500, momento en el que su naturaleza tricilíndrica se hace notar con un sonido diferente, aunque no molesto. La caja DSG saca todo el partido al motor, con salto entre marchas especialmente rápido, que aún puede mejorar eligiendo el programa SPORT. Unas levas solidarias con el volante permiten cambiar de forma secuencial, si el conductor lo desea.
 
Una dirección directa y comunicativa, frenadas potentes y estables y los discretos 95 CV de su motor, asociados a una plataforma tan bien equilibrada y efectiva, tiene como consecuencia que sea prácticamente imposible poner en aprietos la capacidad de agarre, estabilidad y agilidad de este Polo, con un gran compromiso entre prestaciones y confort, propio de modelos de segmentos superiores.
 
Si hablamos de consumo, tenemos que considerar que, como en todos las mecánicas de baja cilindrada, es muy variable en función de tipo de conducción que empleemos. En nuestra prueba hemos realizado una media de 5,8 llitros cada 100 kilómetros, aunque no es raro encontrarse con consumos cercanos a los 8,0 litros si practicamos una conducción “al ataque”. Dos son las versiones del Polo que pueden equipar este motor: Advance (15.085 €), Sport (15.840 €).
 
Valorando el tacto de conducción, su estable pisada, generosa tecnología y la gran calidad que muestra en cada rincón, el nuevo Polo nos ha seducido.
 
FICHA TÉCNICA
Volkswagen Polo 1.0 TSI 95 CV  
DIMENSIONES
Longitud: 4,053 metros
Anchura: 1,751 metros
Altura: 1,461 metros
Batalla: 2,551 metros
Maletero: 351 litros
Peso: 1.145 kg

MOTOR
Combustible: gasolina
Posición: delantero transversal
Cilindrada: 999 cc
Número de cilindros: 3 en linea
Potencia: 95 CV entre 5.000 y 5.500 rpm
Par máximo: 175 Nm entre 2.000 y 3.500 rpm
Cambio: manual 5 velocidades
Tracción: delantera

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 187 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 10,8 seg
Consumo medio: 4,4 l/100 km
Emisiones CO2: 101 g/km

Precio: 15.085€
 
J.Miguel Quintna – www.vidapremium.com