Volkswagen Amarok 3.0 TDI
24 de marzo de 2017 NovedadesEl vehículo ideal como compañero de viajes de ocio fuera del asfalto, con un potente motor diesel V6 y acabados similares a un turismo.
El diseño y el equipamiento de estos vehículos ha mejorado tanto que parecen auténticas berlinas de lujo en los que se puede viajar de forma cómoda y segura. Las principales marcas que ocupan los puestos de venta más destacados en este segmento se han esforzado en crear productos de un gran nivel, entre los que destacan el Toyota Hilux, Nissan Navara, el Ford Ranger o el protagonista de nuestra prueba, el nuevo Amarok.
Al igual que sus rivales, el tamaño es bastante grande (5,32 metros de longitud), aunque parece que no lo suficiente si lo comparamos con los grandes pick-up que se comercializan en el mercado norteamericano. Tiene una excelente capacidad de carga en la caja trasera que se puede adaptar a las necesidades con un amplio catálogo de accesorios y una estética que nos recuerda a otros modelos de la marca alemana, sobre todo en el frontal, muy similar al del Volkswagen Touareg.
El nuevo Amarok está disponible con una motorización turbodiésel V6 3.0 TDI que entrega dos niveles de potencia, 204 y 224 CV, en ambos casos con una caja de cambios automática de 8 velocidades que es el complemento ideal para una conducción relajada en tráfico urbano, muy eficiente en terrenos complicados y con la posibilidad de manejo de forma secuencial con la palanca –no lleva levas detrás del volante-. El motor que llevaba el coche de esta prueba es el más pequeño, el V6 de 204 CV (150 kW) que muestra un magnífico rendimiento en todo tipo de conducción, con un consumo bastante moderado (7,8 litros según la cifra homologada y 8,6 litros en nuestra prueba).
Contar con un cambio automático de ocho velocidades es una gran ayuda si transitamos por terrenos difíciles, pues únicamente nos tenemos que ocupar de pisar el acelerador con suavidad y dirigir la mirada al camino que hay que seguir, sin ocuparse de si el régimen del motor es el adecuado, evitando así que las ruedas patinen en terreno resbaladizo. La altura libre al suelo es considerable y permite superar muchos obstáculos con facilidad, sobre todo cuando el terreno está lleno de piedras, sin que haya riesgo de dañar los bajos. Además, la dirección ayuda mucho a la hora de maniobrar un coche que no es precisamente pequeño y que supera las dos toneladas.
Al circular en carretera no se notan apenas diferencias con un todoterreno Premium, ya que tiene una buena insonorización y la suspensión ha mejorado mucho para que no resulte incómoda en los desplazamientos. La única pega al viajar por autovías o autopistas es la limitación de velocidad que tienen estos vehículos, considerados como camiones en la ficha técnica –desde el 7 de julio de 2017 ha cambiado la normativa y ya son considerados turismos-. Hay una versión más potente con 224 CV que no hemos probado, pero a la vista de cómo se mueve el modelo de acceso, consideramos que no es necesario subir ese escalón, aunque ahí lo tienen quienes busquen algún caballo extra.
La gran capacidad de carga hace del Amarok un vehículo muy recomendado para la práctica de deportes al aire libre, como windsurf, kitesurf, piragüismo, escalada, parapente, etc. Hemos tenido ocasión de comprobarlo en un viaje en familia con todo el equipaje y los trastos de esquiar necesarios y resulta maravilloso comprobar que nunca hay problemas de espacio, puedes llevar todo lo que quieras y mucho más sin preocupación. Además, las plazas traseras no resultan incómodas, aunque tienen el respaldo demasiado recto y no se puede regular.
Es posible elegir entre tres niveles de acabado: Premium (desde 32.770 euros), Highline (desde 36.390 euros) o Aventura (desde 42.260 euros), todo ellos con doble cabina. La unidad probada era la más básica, con el motor V6 3.0 TDI de 204 CV y acabado Highline, que es una de las compras más razonables. En el equipamiento de serie encontramos llantas aleación Posadas de 17”, asientos de conductor y acompañante calefactados, volante de cuero multifunción y numerosos detalles de seguridad que las generaciones anteriores no podían montar ni como extras.
Entre los numerosos opcionales destacamos la pintura metalizada (605 euros), llantas aleación de 19” (885 euros), asientos cuero Viena (1.550 euros), asientos Alcántara (715 euros), sistema de guías suelo de carga (310 euros), capota trasera rígida Basis (2.975 euros), cubierta de la zona de carga en aluminio plegable (1.750 euros), sistema de cubierta retráctil en negro (2.640 euros), bloqueo diferencial trasero mecánico (590 euros), muy interesante si se va a hacer un uso extremo en campo, suspensión trasera reforzada peso total permitido 3.080 kilos (215 euros), sistema de navegación Discovery Media con 6 altavoces (590 euros), Park Pilot delantero y trasero (480 euros), bastante recomendable por las dimensiones del vehículo y un dispositivo rígido para remolque con sistema de estabilización (350 euros).
José A. Prados – www.vidapremium.com