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Mazda3 1.5 Skyactiv-D Luxury
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Mazda3 1.5 Skyactiv-D Luxury
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Mazda3 1.5 Skyactiv-D Luxury

Mazda3 1.5 Skyactiv-D Luxury

06 de febrero de 2017

Con el motor diesel de 105 CV se ha homologado un consumo medio de 3,8 litros y resulta muy agradable en conducción urbana.

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La oferta de motores diesel en el Mazda3 estaba un poco descompensada con una única motorización, el Skyactiv-D 150 CV, que en algunos casos no se adaptaba a las necesidades de conductores que no precisan de tanta potencia para sus desplazamientos y miran más el consumo que las prestaciones. La respuesta ha tardado en llegar, pero ya está en el mercado con el nuevo motor 1.5 Skyactiv-D de 105 CV, una opción mucho más asequible que se puede adquirir desde 20.425 euros en carrocería de 5 puertas y SportSedan.
 
De líneas atractivas y más originales que muchos modelos con los que tiene que competir en el segmento, el Mazda3 tiene una longitud de 4,46 metros, una anchura de 1,79 metros, altura de 1,45 metros y una batalla de 2,70 metros, con un maletero de 364 litros. Son unas medidas que se encuentran en la media del segmento, con unas plazas delanteras muy cómodas y una posición de conductor con un toque de deportividad que se agradece cuando se pasan muchas horas al volante.
 
La combinación de un buen chasis y unas suspensiones bastante equilibradas logran un producto redondo en lo que se refiere a comportamiento dinámico, con una conducción divertida y ágil, además de segura con todos los sistemas de ayuda que incorpora desde la versión básica. Además, este motor resulta más silencioso y esto se traduce en un mayor confort en los desplazamientos.
 
El nuevo motor turbodiésel 1.5 tiene una potencia de 105 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 270 Nm entre 1.500 y 2.600 rpm, asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades que funciona correctamente, logrando un consumo medio homologado de 3,8 litros y unas emisiones de CO2 de 99 g/km, de modo que cumple la normativa de emisiones Euro 6.
 
La clave para obtener estos consumos tan bajos se encuentran en un peso bastante reducido del conjunto (1.270 kilos), una baja relación de compresión (14,8:1) y un turbocompresor de geometría variable, además de la función con función ‘i-stop’ de parada automática del motor cuando el coche se detiene en un semáforo, volviendo a arrancar de forma inmediata al pisar el embrague sin apenas vibraciones molestas.
 
Tiene unas prestaciones discretas (185 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h en 11 segundos), pero son más que suficientes para poder viajar a ritmos rápidos y practicar una conducción semi-deportiva si el propietario se encuentra con ganas. Sube de vueltas con facilidad y la entrega de la potencia es bastante lineal manteniendo el motor en el margen de revoluciones adecuado, y la relación del cambio en la versión manual está enfocada al ahorro de combustible, siendo necesario reducir una o dos velocidades para realizar adelantamientos rápidos en carreteras de doble sentido si cae mucho el régimen.
 
El consumo de combustible durante nuestra prueba ha sido algo más elevado (5,9 litros) que la cifra homologada por el fabricante, aunque estamos seguros de que se puede rebajar en el momento en que la conducción sea más relajada. Circulando a velocidades bajas por ciudad sorprende que no se escucha apenas el ruido del motor en el habitáculo, y esto se debe a que incorpora la tecnología ‘Natural Sound Smoother’ de Mazda, que consiste en montar un amortiguador dinámico en el bulón que conecta el pistón a la biela, obteniéndose una reducción significativa de las vibraciones y el ruido de detonación en torno a 3,5 kHz, que se aprecia en el momento en que el coche arranca y al acelerar suavemente.
 
El precio final de la unidad probada, con el acabado Luxury más el Pack Premium (tapicería de cuero y asiento del conductor con regulación eléctrica) más el Pack Safety (alerta de cambio de carril LDWS, control de luces largas HBC, frenada de emergencia SBS, iluminación adaptativa AFLS y control de crucero adaptativo) que supone un añadido de 3.475 euros con los dos paquetes es de 29.140 euros, un precio que resulta bastante competitivo dentro de su categoría por el equipamiento que incluye, sobre todo en materia de seguridad. El navegador tiene un incremento en el precio de 400 euros y si lo queremos con pintura metalizada son 450 euros más.
 
Además, en el acabado Luxury se incluyen el Head-up Display, cámara de visión trasera, faros bixenón, llantas de aleación de 18”, parrilla frontal pintada en negro, retrovisores exteriores eléctricos, asientos delanteros calefactados y un magnífico equipo de sonido Bose compuesto por 9 altavoces distribuidos por todo el habitáculo que suena de maravilla.
 
Su principal rival, el Volkswagen Golf con el motor 2.0 TDI de 150 CV en acabado Sport sale por 29.850 euros, a los que hay que añadir muchos extras, y otro rival directo sería el Ford Focus 2.0 TDCi de 150 CV en acabado Titanium por 24.125 euros, más económico pero con menor equipamiento. La elección es complicada, porque hay muchos modelos en este segmento donde elegir, y si no tienes claro todavía que vayas a realizar muchos kilómetros al año te aconsejamos echar un vistazo a los motores de gasolina Skyactive-G de Mazda, con potencias de 100, 120 y 165 CV, que tienen un consumo muy reducido al ser bastante ligeros y no van a tener las trabas de los diesel en los próximos años que ya se empiezan a escuchar en las ciudades europeas más afectadas por la contaminación atmosférica.
 
José A. Pradoswww.vidapremium.com

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