Volkswagen Beetle Dune

El pasado verano se puso a la venta el Volkswagen Dune en carrocería coupé y Cabrio, una edición especial del popular escarabajo moderno con la que se hace un homenaje a los viejos buggies de los años 60 y 70, una invitación a soñar con la famosa ‘Ruta 66’ o destinos de ensueño más cercanos. Y en esta edición especial los diseñadores de Volkswagen han querido acentuar la sensación ‘crossover’ en un vehículo que tiene una estética más ‘off-road’.
 
El color Sandstorm Yellow Metalic que vemos en las fotografías de este artículo ha sido creado específicamente para este modelo, una explosión de tonos amarillos y naranjas que “evocan ese abanico de colores que inundan el desierto y sus tormentas de arena”, según los responsables de un diseño inspirado en parajes recónditos de Arizona o California. Una banda en color negro con la inscripción ‘Dune’ recorre los bajos de las puertas entre las dos ruedas y lleva detalles específicos como el generoso alerón trasero, espejos retrovisores exteriores cromados y protectores de los bajos, como si fuera un SUV, que no lo es por altura libre al suelo ni por las proporciones de su carrocería.
 
Ya está a la venta en España con precios que parten de los 28.890 euros y la posibilidad de elegir entre tres motorizaciones, un diesel 2.0 TDI de 150 CV y dos gasolina, 1.4 TSI de 150 CV y 2.0 TSI de 220 CV. De tamaño compacto –mide 4,29 metros de longitud, 1,82 de ancho y 1,50 de alto-, es un coche con un habitáculo amplio por la altura que hay hasta el techo, pero no por el espacio que hay a lo ancho, estando homologado para cuatro plazas en la versión Coupé y 2+2 en el caso del Cabrio. El maletero, de 310 litros de capacidad, tiene unas formas aprovechables, pero resulta algo escaso, aunque tiene la ventaja de que se puede ampliar abatiendo uno o dos asientos traseros si no se necesitan esas plazas y se accede desde un gran portón.
 
El interior es muy alegre con la combinación de la tonalidad negra de fondo y el amarillo de esta versión especial. Parabrisas muy inclinado, como en el Beetle original, formas redondeadas, guantera superior de estilo clásico y otros detalles retro inundan un habitáculo que resulta bastante luminoso y práctico a la hora de conducir. Los pasajeros tendrán que hacer alto de ‘contorsionismo’ para entrar a las plazas traseras, y los de los asientos delanteros viajarán muy cómodos en la aventura diaria con el Beetle Dune. Y como el diseño se paga, el mayor inconveniente es que no hay muchos huecos para dejar cosas, ya que la guantera de las puertas es mínima y no se aprovecha bien el espacio.
 
El motor 2.0 TSI de cuatro cilindros en línea con inyección directa y turbo que emplea el Beetle Dune entrega una potencia de 220 CV (162 kW) entre 4.500 y 6.000 rpm con un par máximo de 350 Nm entre 1.500 y 4.000 rpm, asociado en este caso a un cambio de marchas de doble embrague DSG de 6 velocidades que se puede manejar tanto desde la palanca del cambio como desde las pequeñas levas que hay situadas detrás del volante, una buena ayuda en conducción deportiva por carreteras de curvas.
 
Alcanza una velocidad máxima de 226 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, cifras que muestran claramente la deportividad de un coche que engaña por su apariencia simpática, y con la ventaja de que el consumo es bastante razonable: 6,8 litros de media homologados por el fabricante y unas emisiones de 157 g/km. En nuestra prueba la media de consumo ha sido de 7,8 litros, que no está nada mal porque nos hemos divertido mucho con él y la conducción no ha sido precisamente relajada.
 
La unidad que hemos probado es la más completa de la gama, con el motor 2.0 TSI de 220 CV y cambio DSG de doble embrague con 6 velocidades, que tiene un precio base de 33.390 euros. A esto hay que añadir la pintura metalizada Amarillo Sandstorm (525 euros), techo panorámico corredizo de cristal (1.345 euros), conexión USB (75 euros), sistema de navegación Discover Media (655 euros) y sistema de sonido Fender Sound (690 euros) que lleva un subwoofer en el maletero para mejorar la reproducción de los tonos graves. Al final, el precio es de 35.335 euros con los opcionales mencionados.
 
En el equipamiento de serie viene con llantas de aleación ligera Canyon de 18” –que pueden ir decoradas también en amarillo-, tapicería de tela cerámica-curry oscuro que lleva el contorno de los asientos en amarillo curry, cuadro de mandos en color amarillo Sandstorm, climatizador automático bizona, sensores de aparcamiento, asientos deportivos delanteros que recogen muy bien el cuerpo, control automático de velocidad, sensor de lluvia y asistente de arranque en pendiente.
 
Esta misma motorización también está disponible en el Beetle R-Line por 31.110 euros, pero no tiene los mismos acabados exteriores e interiores que caracterizan al Beetle Dune, un coche de verdadero capricho que tiene pocos rivales en el mercado. Uno de ellos podría ser el MINI Cooper S Paceman con 190 CV que cuesta 31.050 euros con el cambio automatico, el MINI John Cooper Works Paceman ALL4 Automático con 218 CV y sistema de tracción total por 39.900 euros, o un Abarth 595 Competizione con el motor T-JET de 180 CV y cambio secuencial robotizado que sale por 26.900 euros, aunque se trata de un concepto diferente, mucho más enfocado a la deportividad por comportamiento del motor, chasis y suspensiones.
 
José A. Prados – www.vidapremium.com