Si el nombre te llama la atención, es porque probablemente recuerdes un pedacito de la historia de las dos ruedas. La marca Pursang hace honor a uno de los famosos modelos de Bultaco, reinventada de la mano de Jim Palau-Ribes. Todas las piezas, a excepción del motor y las baterías Bosch, han sido fabricadas en España, algunas de ellas mediante impresión 3D. El proyecto atrae desde el primer momento. Una moto eléctrica, hecha en España y con un estilo que combina el amor por los clásicos y una apuesta por el futuro.
Tuvimos la suerte de poder acompañar a los dos creadores de esta start-up española en presentación en petit comité, donde los creadores nos explicaron su historia y resolvieron nuestras dudas. La moto impresiona aún más en directo, sobre todo la que cuenta con la carrocería de fibra de carbono. Se asienta sobre un chasis tubular de cromo-molibdeno y monta discos de freno J. Juan de 320 mm en la rueda delantera y 240 mm en la trasera con frenada combinada, una horquilla invertida de 41 mm y un monoamortiguador trasero regulable en precarga, ambas de la marca Ollé.
La Pursang E-Track puede conducirse con el carnet B, ya que está homologada como una 125cc, y es una buena opción para moverse por la ciudad con sus 140 kilómetros de autonomía con unas baterías de 7,2 kW –un conjunto de tres baterías de 48v de 2,4 kW cada una-. Su motor Bosch de 11 kW tiene tres niveles de potencia: Go, Cruise y Boost, cada uno con mayores prestaciones que el anterior y, por supuesto, menor autonomía: hasta 140 kilómetros en modo Go, 115 km en modo Cruise y 80 kilómetros en modo Boost. La batería no es extraíble y se alimenta con un cargador que incorpora en una de las tapas laterales. Tarda unas 6 horas en completar el proceso de carga al 100% enchufada a la red doméstica.
Después de hablar de la moto, vamos a contaros lo importante: cómo se comporta. Nada más subirte se nota su ligereza, pesa 149 kilos, y es muy fácil de maniobrar porque tiene una distancia entre ejes de 1.437 mm, con una altura del asiento de 815 milímetros. En el modo Go es muy dócil y progresiva, mientras que el modo Boost te entrega toda la potencia disponible, algo que la hace bastante divertida. Como dijimos antes, la frenada es combinada y, si te descuidas, puedes hacer patinar la rueda trasera con relativa facilidad. Por último, el tarado de las suspensiones va de acuerdo con su cometido principal, es una moto para disfrutar en ciudad.
Con todo ello, es un proyecto muy interesante. La marca Pursang está acabando de distribuir las primeras 24 unidades por toda Europa y contemplan producir 100 unidades nuevas antes de este verano. Podrán adquirirse a través de la página web por 12.700 euros y ya se admiten reservas.
Carlos Prados – www.vidapremium.com