La Riviere Gourmet
07 de noviembre de 2016 Tiempo libreProductos seleccionados en las Rías Gallegas con gran cuidado para que lleguen al consumidor con el sabor y la textura originales.
Los BERBERECHOS de La Riviere se crían en los arenales de la Ría de Noya, donde las mariscadoras recogen con mimo cada pieza cuando la marea está baja. Cuando todavía están frescos se envasan para conservar todo el sabor, la textura y la alta calidad de un producto que resulta exquisito en cualquier ocasión. Y no hay que preocuparse porque no tienen tierra, se elimina de forma natural en agua marina y se seleccionan a mano para clasificarlos según su calibre (25/28 y 30/31), quedando listos para servir directamente en la lata o en un plato.
En las bateas de la Isla de Arosa se crían los mejores MEJILLONES de Galicia, que son seleccionados de forma minuciosa (Calibre 7) cuando están en el punto justo de maduración. La fritura en aceite de oliva garantiza esa textura, color y, sobre todo, un bouquet tan especial que diferencian a este producto de otros muchos que hay en los lineales del supermercado. Sólo falta añadir un escabeche suave elaborado con las recetas tradicionales de la zona para reforzar el sabor del auténtico mejillón de las Rias Baixas.
La textura de la carne es la diferencia entre la ALMEJA BLANCA de las Rías Gallegas y otros productos que hay en el mercado. La recogida se realiza entre los meses de octubre a febrero, justo en el momento en que tienen la textura y el tamaño apropiados (Calibre 15), procedentes de las lonjas de Carril y Aguiño, preparándolas con un proceso totalmente manual en el que cada pieza se desconcha y se envasa de forma artesanal en agua de mar con un toque de limón. Un suculento manjar listo para consumir en cualquier ocasión.
Y el broche de oro lo ponen las NAVAJAS de las Rías Gallegas, un producto natural que destaca por la exquisita textura carnosa y su suave sabor. No podía ser de otra manera, pues se capturan buceando en las aguas de Cambados y Aguiño, una laboriosa tarea que depende de las condiciones del mar. Una vez llegan las navajas a la fábrica se limpian y preparan en agua templada marina antes de seleccionar las piezas por tamaño (Calibre 8) y dar un punto de limón antes de cerrar el envase y guardarlo en su caja.
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