Desde Suecia nos llega esta original propuesta de movilidad sostenible para desplazarse por la ciudad y el campo sin emisiones contaminantes, un interesante medio de transporte enfocado a un público que se sale de lo convencional. Catalogada como ciclomotor eléctrico, la Cake Makka Flex tiene un precio de venta de 4.470 euros, que no es una cifra desorbitada, y su estética minimalista no pasa desapercibida.
Es una buena solución para los trayectos urbanos y para el ocio en fin de semana o durante las vacaciones. Pesa 70 kilos y su alimentación es completamente eléctrica, por lo que se trata de un transporte sostenible que no emite ningún tipo de sustancias contaminantes a la atmósfera y tampoco hace ruido al circular.
El motor eléctrico de imanes permanentes está alojado en la rueda trasera, accionado directamente al buje, con una potencia nominal de 1,55 kW y 42 Nm de par, aunque en situaciones puntuales entrega hasta 2,8 kW y un par directo a la rueda de 60 Nm. La autonomía con la batería al completo que anuncia el fabricante es de 34 millas (54 kilómetros) y la velocidad máxima que alcanza es de 28 millas (45 km/h). Se puede conducir con carne B o con licencia de ciclomotor.
La batería va situada en la parte central del cuadro, en una posición que permite tener un centro de gravedad bajo para que no afecte al comportamiento y se puede extraer fácilmente. Está construida a base de celdas de iones de litio y tiene una capacidad de 1,5 kWh, con sistema de carga inteligente y optimización de rendimiento. El voltaje es de 48 voltios y en la carga completa se emplean unas tres horas en un enchufe doméstico con el cargador externo de 10 amperios. También incorpora un sistema que aprovecha la energía de la frenada para recargar la batería y obtener más autonomía.
La pantalla LED que va en el centro del manillar ofrece toda la información que necesita el conductor, con datos de velocidad, modo de conducción seleccionado y estado de la batería. En la rueda delantera lleva un sistema de suspensión de 90 milímetros con horquilla invertida y la trasera se encomienda a un único amortiguador de 260 mm con precarga ajustable y un recorrido de 120 milímetros para filtrar las irregularidades del terreno. En el eje delantero lleva un disco de acero de 220 milímetros con doble pistón y en el trasero un freno de tambor.
Hay un modelo con mayor autonomía, Makka Range que puede recorrer hasta 66 kilómetros, y la versión tope de gama es la Makka range :work, con una enorme batería que aumenta la autonomía hasta los 110 kilómetros y con dos plataformas delante y detrás para transportar equipaje o pequeños paquetes en reparto urbano, con un precio de 5.380 euros. Más información y reservas a través de la página web de Ridecake.