Hemos podido conocer sus secretos en una visita a la factoría Ford de Colonia (Alemania), donde el mismísimo Ken Block, asesor en el desarrollo de la tercera generación del Focus RS, nos hizo una demostración de su habilidad al volante (ver vídeo).
La sorpresa vino cuando los responsables de la marca desvelaron que este será el primer Focus RS con tracción total, a diferencia de las dos generaciones anteriores que permanecieron fieles a la tracción delantera.
Según la Ford Performance División, responsable del desarrollo, el nuevo sistema 4x4 está basado en dos embragues controlados electrónicamente, situados a cada lado del diferencial trasero, que, en la práctica, actúan como un diferencial autoblocante inteligente, proporcionando mayor velocidad de paso por curva y el máximo control del derrapaje.
El sistema usa sensores que controlan cien veces por segundo la distribución de la fuerza entre cada eje y cada lado, pudiendo enviar, si es necesario, el cien por cien del par a una sola rueda.
En curvas, la rueda trasera exterior recibe más fuerza, lo que ayuda a dibujarla con gran precisión, anulando la tendencia a “seguir recto” y permitiendo, según Raj Nair, vice-presidente de desarrollo del producto, disfrutar de la sublime sensación del derrapaje controlado, mediante una opción específica del sistema “Dynanic Torque Vectoring”.
Nair afirmó también que el sistema, denominado “Ford Performance All-Wheel-Drive”, servirá a Ford como banco de pruebas para los doce futuros modelos de altas prestaciones, previstos hasta 2020, actualmente en fase de desarrollo.
El motor de 2,3 litros Ecoboost de gasolina y cuatro cilindros que mueve la “criatura” es una versión potenciada del usado en el nuevo Ford Mustang, totalmente de aluminio y significativamente mejorado con un turbo-compresor de baja inercia, intercooler y entrada de aire sobredimensionada. De momento, sólo conocemos la cifra de potencia máxima aproximada, 320 CV, sin datos de par ni de revoluciones, aunque hemos podido oír el sonido a “coche gordo” producido por su escape deportivo, con doble salida trasera, en el que se ha reproducido el típico petardeo acompañado de gorgoteos y crujidos característicos de anteriores RS.
El motor está asociado a una caja de cambios manual de seis marchas, con una palanca de recorridos cortos y precisos.
En línea con toda la gama Focus, el RS solo está disponible con la carrocería de cinco puertas. Aunque una de tres pesaría algo menos, en Ford piensan que los puristas de la gama ya tienen familia y así, el nuevo RS puede satisfacerlos, garantizándoles habitabilidad y máxima diversión al volante con un chasis exclusivo, muelles, estabilizadoras y casquillos reforzados, además de amortiguadores con dos calibraciones, para uso en carretera abierta o circuito.
Por su parte la dirección, con asistencia eléctrica, funciona en combinación con un diseño de manguetas delanteras más rígidas y brazos de suspensión más cortos para conseguir una respuesta rápida a los movimientos del volante.
El diseño no es exagerado, con una banda delantera, prevista para la matrícula, que disimula en parte la parrilla trapezoidal invertida de los nuevos Focus, un gran alerón trasero, difusor con doble salida de escape y luz antiniebla en posición central, como en los monoplazas de Fórmula 1.
La presentación era estática y no pudimos ni abrir las puertas, pero divisamos sus envolventes asientos Recaro, volante de piel con base plana, pedales de aleación y gráficos de instrumentos en un único panel tras el volante. Sobre el salpicadero, tres pequeños relojes muestran la presión del turbo, temperatura y presión de aceite.
Llegará en 2016 a los principales mercados de todo el mundo en cuatro llamativos colores, azul, gris, blanco y negro. Los amantes de los Ford RS tienen un año para ahorrar y conseguir el que será el Focus más radical.
Félix Ponce de León (Colonia) – www.vidapremium.com