Kia Niro
23 de junio de 2016 NovedadesEl todocamino híbrido coreano que llega en septiembre se siente y se conduce mejor que muchos otros híbridos en el mercado.
Tecnológicamente, el Niro cuanta con un motor de gasolina de cuatro cilindros 1.6 GDI, de ciclo Atkinson, de 105 CV de potencia, junto a uno eléctrico de 44 CV, que ofrecen en conjunto 141 CV y 265 Nm de par. Declara un consumo mixto de 3,8 litros cada cien kilómetros con unas emisiones de CO2 de 88 g/km. La transmisión se realiza a las ruedas delanteras por medio de una caja de cambios automática de doble embrague de seis velocidades 6DCT, por lo que Kia ha eliminado de un plumazo el principal talón de Aquiles de muchos de los híbridos del mercado, la ruidosa caja de cambios automática CVT de variador continuo.
La tecnología de la batería es muy avanzada, pues usa una ligera estructura de polímero de ión litio que le permite moverse hasta 5 kilómetros exclusivamente con energía eléctrica, pudiendo alcanzar así los 110 km/h en un tramo favorable, como pudimos comprobar en la toma de contacto. Se carga de electricidad en las fases de deceleración y frenado, pesa solo 33 kilos y se sitúa bajo el asiento trasero para no restar capacidad al maletero.
El diseño del Niro es moderno y actual. Mide 4,35 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,53 de alto. Por dimensiones, es doce centímetros más corto que el Sportage, aunque con una distancia entre ejes tres centímetros mayor, gracias a la adopción de una nueva plataforma diseñada especialmente en Corea para vehículos ecológicos. Esto le permite disfrutar de un mayor espacio en las plazas traseras, prácticamente sin túnel de transmisión, y de un aprovechable maletero, de 427 litros.
El espacioso habitáculo está construido como podemos esperar de un moderno Kia, con plásticos blandos del mejor lustre y una disposición muy agradable de todos los indicadores. Incluso los botones emiten un sonido de calidad. Los asientos están ligeramente elevados y detrás hay espacio suficiente para dos adultos y un niño.
Viajar en un Niro es una de las experiencias más refinadas que podemos sentir. Se puede oír el zumbido del motor trabajando, aunque la transición entre el motor eléctrico, totalmente silencioso, y el motor térmico, solo un poco más ruidoso, es prácticamente imperceptible, lo mismo que son los cambios de marcha. Dinámicamente también es muy bueno, pero las grandes llantas opcionales de 18 pulgadas, asociadas a una suspensión más firme, provocan algún rebote en los baches, por lo que las de 16 resultaron más confortables.
Nos falta por conocer un aspecto fundamental… el precio. Kia no lo ha facilitado aún, habrá que esperar a mediados del mes de julio para conocerlo, pero seguramente será inferior al del Sportage.
José A. Prados – www.vidapremium.com