La berlina de empresa más inteligente. Así definen al nuevo Clase E los responsables de la marca de la estrella; y tienen razones para ello, pues aporta un impresionante despliegue en sistemas de seguridad y confort, además de dar
un gran paso adelante hacia el objetivo de la conducción autónoma.Es la décima generación de la berlina de mayor éxito mundial, de la que, según la marca, se han vendido más de trece millones de ejemplares. Ahora, es aún más grande y elegante, con una longitud de 4,92 metros, y exhibe un diseño fresco y actual, nada aburguesado aunque poco llamativo, pues está a medio camino entre sus hermanos, el Clase C y Clase S, haciendo que sea difícil diferenciarlos a distancia.
Muy aerodinámico
El recién llegado obtiene un rendimiento aerodinámico excelente, con un Cx muy bajo, de 0,23, que marca un nuevo referente entre sus rivales, por delante de modelos como el BMW Serie 5, con un Cx de 0,25, o Audi A6, Lexus GS y Jaguar XF, que se quedan en 0,26.
Además de la menor superficie frontal y suavidad de líneas, las razones para ello hay que buscarlas en las persianas móviles de la rejilla del radiador “AIRPANEL”, que se abren y cierran automáticamente en función de la demanda de refrigeración. La depurada aerodinámica minimiza el ruido y reduce el consumo, a lo que también contribuye la apreciable reducción de peso del vehículo, que puede llegar hasta los 120 kilos, según las versiones.
Amplitud y buen gusto
Los 6,5 centímetros que crece su distancia entre ejes respecto a la generación anterior sirven esencialmente para que las plazas traseras sean más amplias y generosas para las piernas de los ocupantes, que incluso disfrutan de cinturones de seguridad con airbag incorporado.
Más llamativas son las plazas delanteras, de aspecto similar a las del Clase S, con materiales de alta calidad y un salpicadero curvado rematado en piel que, en las versiones más equipadas, está acabado en diferentes tonos bajo una sorprendente iluminación ambiental, con tecnología LED, que permite 64 colores diferentes.
Dos anchas pantallas de 12,3 pulgadas se funden ante el puesto de conducción, donde se presentan los instrumentos en modo virtual y en tres estilos diferentes a elección del conductor: “Classic”, “Sport” y “Progressive”, incluyendo un mapa de navegación a gran tamaño. Por primera vez, el volante incorpora mandos sensibles al tacto, que reaccionan a los gestos de los dedos. En cuanto al maletero, está al nivel de los mayores de la categoría, con 540 litros de capacidad.
Conducción autónoma
Espectacular es la lista de funciones que el nuevo Clase E puede realizar sin intervención humana, desde tomar el control del vehículo, tanto si la carretera está bien señalizada como si no, hasta reaccionar automáticamente ante infinidad de situaciones de riesgo.
Por ejemplo, el sistema “DRIVE PILOT” es capaz de conducir el vehículo hasta velocidades de 210 km/h; frena si existe riesgo de colisión y gira para no salirse de la trayectoria, usando una serie de cámaras y sensores que suministran información del entorno hasta 250 metros de distancia. Si las líneas de la carretera se han borrado, se orienta por las estructuras y coches de alrededor, aunque, en tal caso la velocidad máxima se reduce hasta 130 km/h.
También, para y arranca automáticamente, si lo hace el vehículo de delante. Puede cambiar de carril por sí solo, si el conductor activa el intermitente y no detecta otro coche en las inmediaciones. Permite separar las manos del volante aunque, cada cierto tiempo, nos pide tocarlo para asegurarse de nuestra presencia. En caso de no hacerlo, asume que se ha producido un problema, detiene el vehículo progresivamente, enciende los cuatro intermitentes y emite una llamada al centro de emergencias.
Aparca sin conductor
La carga tecnológica no se acaba aquí, pues el “PARKING DRIVE PILOT” es capaz de entrar y salir de una plaza de aparcamiento sin que haya nadie al volante: una situación muy útil cuando, aparcando en batería, no hay sitio suficiente para abrir las puertas. A partir del mes de septiembre, también estará disponible la llave digital, con la que sus funciones pasarán a estar controladas por un móvil inteligente, de momento sólo de la marca Samsung, que sustituirá a la llave tradicional.
A toda esta tecnología que hay que pagar aparte, se añade la magnífica iluminación principal “MULTIBEAM LED”, con luces de carretera automáticas, que cuenta con 84 diminutas lámparas en cada faro, activables electrónicamente por separado, permitiendo un control exacto de la luz sin deslumbrar a los demás usuarios de la vía.
Nuevo motor diesel
El nuevo Clase E ya está en el mercado con tres variantes mecánicas, una de gasolina con cuatro cilindros, el E 200 de 184 CV, y dos de ciclo diésel, entre los que destaca el nuevo propulsor turbodiésel de cuatro cilindros y 194 CV que monta el E 220 d. Este motor es más ligero, silencioso y eficiente que el anterior de 2.1 litros, ofrece un espléndido par de 400 Nm y declara un consumo medio homologado de sólo 3,9 litros cada 100 kilómetros, que equivalen a 102 gramos/kilómetro de emisiones de CO2. El otro turbodiésel es el E 350 d, que conserva el bloque de seis cilindros en “V” de la versión anterior, con la misma potencia: 258 CV.
Tres esquemas de suspensión
Además de la suspensión clásica, con paralelogramo deformable en los dos ejes y muelles de acero, se puede elegir un tren de rodaje “DIRECT CONTROL”, rebajado 15 milímetros, o con configuración “Sport”, que añade amortiguadores de dureza variable. La más elaborada es la neumática “AIR BODY CONTROL”, con regulación de altura y cuatro programas de funcionamiento: “Eco”, “Sport”, “Sport+” e “Individual”. Esta última, en el programa “Sport+”, la probamos en el circuito de Estoril donde, tras tres vueltas al límite, comprobamos el excelente equilibrio del modelo: sigue siendo comodísimo y disfruta de unos frenos incansables que permiten apurar las frenadas hasta conseguir un noble paso por curva, con muy poca tendencia a salirse de la trayectoria marcada por el volante.
Elección inteligente
De vuelta a la carretera con el E 220 d, apreciamos su excelente rendimiento y lo relajante de su conducción, que incluso goza de un asiento que le empuja lateralmente para compensar la inercia de las curvas. La capacidad de recuperación desde bajas revoluciones es importante, ayudado por el suave magnífico cambio automático de nueve marchas con convertidor de par, “9G-TRONIC”, que es de serie para todas las motorizaciones. Es cierto que los seis cilindros del E 350 d tienen un plus de suavidad, pero el E 220 d está muy bien insonorizado, es más eficiente y cuesta bastante menos: 48.500, frente a 61.800 €.
Falta añadir que todas las funciones aquí descritas las hemos probado con coches reales, no prototipos, durante la presentación del modelo a la prensa internacional en Lisboa y podemos asegurar que funcionan de manera muy intuitiva; otra cosa será la reacción del conductor ante la avalancha de ayudas que parecen querer sustituirle y tomar el control.
Félix Ponce de León (Lisboa) - www.vidapremium.com