Es un verdadero todo-terreno muy refinado, para usos profesionales y lúdicos. Además, presume de cinco estrellas EuroNcap.
Desde su lanzamiento a finales de 2011, la gama Ford Ranger se ha convertido en el pick-up más vendido de Europa, alcanzando las 27.300 unidades en 2015, con un aumento interanual de ventas del 27 por ciento.
Hemos podido probar la más reciente actualización del modelo que, fabricado en Sudáfrica para la mayor parte de los mercados, ofrece un frontal mucho más atrevido, tecnologías de última generación, poco vistas en un pick-up, y motores turbodiésel más eficientes.
Además del frontal, también se han modificado los faros y estriberas, aunque es el habitáculo lo que más ha evolucionado para equipararse al de un turismo, con nuevas molduras, paneles y tapicerías, pantallas multifunción rodeando el velocímetro y una gran pantalla táctil multimedia, de 8,0 pulgadas, en el centro del salpicadero que, por cierto, cuenta con un atractivo pespunteado en la parte superior, en la versión ‘Wildtrack’. También puede equiparse con avanzados sistemas de ayuda a la conducción, como el programador de velocidad activo, alerta por cambio de carril, reconocimiento de señales de tráfico, cambio automático de luces, etc.
Bajo ese envoltorio, el Ranger se presenta con tres tipos de cabina, Sencilla, con dos asientos, Super Cab, con cuatro puertas y dos mini-asientos traseros y Doble, con cuatro puertas grandes y cinco plazas reales.
Las dos primeras cabinas están enfocadas para uso profesional y la tercera, más lujosa y con cinco cómodas plazas, para usuarios que la prefieren a un todo-terreno clásico. Las cotas de todas ellas son las mismas, excepto la capacidad de la ‘bañera’, como se denomina el espacio de carga, que es más pequeña en la Doble Cabina.
Se presenta en España con dos motores turbodiésel: el 2.2 TDCI de cuatro cilindros y 160 CV, y el 3.2 TDCI de cinco y 200 CV de potencia, asociados a cajas de cambios manuales o automáticas de seis velocidades. Ambos se han optimizado para reducir el consumo a base de alargar los desarrollos de la trasmisión, incorporar dirección asistida eléctrica y un sistema Stop&Start, de parada y arranque automático del motor. Los consumos anunciados son de 6,5 y 8,3 litros cada 100 kilómetros para cada motor. Tras nuestra toma de contacto, el ordenador de a bordo mostraba cifras más altas, de 8,5 y 9,7 l/100km respectivamente.
Un puro todo-terreno
Un mando giratorio, situado junto a la palanca de cambios, permite elegir entre tres diferentes modos de transmitir la potencia a las ruedas: propulsión trasera, total o total con reductora. La tracción total solo se debe utilizar en el campo o en firmes resbaladizos, pues carece de diferencial central, lo que hace desaconsejable circular de este modo por carretera seca, pues las cuatro ruedas giran al unísono, con la consecuente imprecisión del eje delantero al abordar curvas cerradas.
Fuera de carretera muestra todo su potencial, donde destaca por su excelente capacidad de tracción y filtrado de los baches. El chasis de doble larguero y eje rígido trasero, suspendido con ballestas, le permite salir airoso ante cualquier dificultad que se presente, a lo que ayuda el diferencial trasero bloqueable, incluido en el paquete ‘off-road’. A estas habilidades añade una capacidad carga de hasta 1.260 kilos y de 3.500 de remolque.
Conducir un Ranger por una buena carretera, en el modo de propulsión trasera, es sorprenderse por el grado de refinamiento al que han llegado las recientes generaciones de pick-up. Cómodo y aplomado, el sonido del motor llega muy atenuado siempre que le mantengamos por debajo de 2.500 vueltas.
Si el firme es irregular, los rebotes de las ballestas traseras de dejan notar, haciendo que haya que realizar correcciones con el volante. La nueva dirección, con asistencia eléctrica variable, transmite poca información al conductor, aunque es realmente suave a la hora de maniobrar y aparcar.
Quien busque un verdadero todo-terreno puede adquirir un Ranger 2.2 TDCI Cabina Sencilla desde 27.100 €, aunque el 3.2 TDCI Automático Doble Cabina, alcanza los 38.100 €. Pero, atención, porque Ford los homologa como camiones, por lo que, legalmente, han de circular por debajo de 90 km/h y pasar la ITV cada seis meses.
F. Ponce de León –
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