En la firma automovilística checa Skoda están de celebración, y es que no hay muchos modelos que cumplan 20 años en tan buen estado de forma. En abril de 1996 se presentaba a la prensa internacional una nueva berlina denominada Octavia que se ha convertido en un éxito mundial con más de cinco millones de unidades vendidas, convirtiéndose en el modelo más vendido de Skoda Auto y la clave del desarrollo de la marca Skoda en Europa y otros mercados.
La fórmula de éxito se basó en hacer una berlina de tamaño compacto con un espacio interior por encima de la media de su segmento, dotada con motores modernos y equipo de seguridad a un precio atractivo, una política que ha inspirado el lanzamiento de otros modelos de éxito en la marca, como el Skoda Fabia o el Skoda Superb.
El proyecto del Octavia nació en 1992, un año después de la incorporación de la marca al grupo Volkswagen, con la idea de hacer un vehículo desde cero con una plataforma completamente nueva. Los ingenieros construyeron una robusta estructura de carrocería con la ayuda de la moderna tecnología CAD (Diseño Asistido por Ordenador), mientras que el equipo de diseño, liderado por Dirk van Braeckel, creaba una forma de carrocería tan atemporal como inconfundible en el centro de desarrollo en Mladá Boleslav. Uno de los detalles más importantes fue el gran portón trasero, que daba acceso a un maletero con 528 litros de capacidad.
Cuando se lanzó en 1996 se ofrecían dos motores de gasolina de cuatro cilindros -1.6 MPI de 75 CV y 1.8 20V con 125 CV- y un turbodiésel 1.9 TDI con inyección directa que entregaba una potencia de 90 CV con un consumo medio de 5,1 litros. La carrocería Combi se presentó en el Salón de Ginebra de 1998. En 2004 se puso a la venta la segunda generación y el modelo que actualmente está en producción es la tercera generación del Skoda Octavia, desde 2013.