En la búsqueda de combustibles alternativos que ayuden a reducir las emisiones contaminantes el gas se posiciona como el más interesante a corto plazo por las numerosas ventajas que presenta frente a la gasolina y el diesel. Su uso no está todavía muy extendido en nuestro país, posiblemente por una escasa red de distribución que en la actualidad cuenta con 468 puntos, aunque está previsto que a final de 2016 tengamos más de 800 puntos de abastecimiento.
En Audi confían en el gas y al A3 Sportback g-tron que ya se encuentra a la venta se une ahora el A4 Avant g-tron con un motor 2.0 TFSI turboalimentado que entrega una potencia de 170 CV (125kW) y un par máximo de 270 Nm a 1.650 rpm. Para poder trabajar también con gas natural se han realizado algunas modificaciones en los pistones y válvulas, añadiendo un controlador electrónico que reduce la elevada presión de más de 200 bares del gas del depósito hasta los 5 a 10 bares que llegan al motor, de manera que el gas se encuentra a la presión correcta en los conductos y en las válvulas.
El consumo homologado según la norma NEDC es de menos de cuatro kilogramos de GNC (gas natural comprimido) cada 100 kilómetros, lo que se traduce en unos costes de combustible para el cliente de menos de cuatro euros según los precios de octubre de 2015. En cuanto a las emisiones de CO2, son inferiores a los 100 gramos por kilómetro y cuenta con dos depósitos, uno de 19 kilogramos de gas que proporciona una autonomía superior a los 500 kilómetros y otro de gasolina de 25 litros con una autonomía de 450 kilómetros, de modo que la autonomía global se acerca los 1.000 kilómetros, mejor que muchos coches con mecánicas diesel.
El repostaje del gas natural se realiza mediante una boca especial que hay junto a la de gasolina. Al repostar, el motor arranca en modo gasolina, y en el momento que la temperatura lo permite, cambia de forma automática a gas natural. El conductor puede ver el estado de cada uno de los depósitos en el cuadro de instrumentos –con dos indicadores independientes para gasolina y gas-, así como el consumo inmediato del combustible que está activo en ese momento.
Los cuatro depósitos de GNC están instalados en la parte trasera del A4 Avant, adaptándose al espacio disponible y protegidos con un recubrimiento de chapa de acero, además de unas correas tensoras que fijan los cilindros. En este módulo se encuentra también el depósito de gasolina de 25 litros y se ha prescindido de la rueda de repuesto, trasladando la batería al vano motor.
Con Audi e-gas producido en Alemania, el A4 Avant g-tron es un vehículo que funciona libre de emisiones de CO2. El e-gas es metano sintético que se obtiene a partir de agua y CO2 con la ayuda de electricidad sostenible en plantas ‘power-to-gas’. Audi puso en marcha la primera planta del mundo de este tipo para la producción de Audi e-gas a escala industrial en Werlte, pero ahora también produce e-gas en otras instalaciones. Con la tecnología ‘power-to-gas’, la marca de los cuatro aros hace que sea posible almacenar excesos de energía renovable, una valiosa contribución a la transición energética. La compañía y sus socios están impulsando intensamente el desarrollo de varios combustibles sintéticos conocidos como Audi e-fuels, incluso mediante nuevos procesos biológicos de producción.
José A. Pradoswww.vidapremium.com 
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