Desde su creación en 1979, la Clase G de Mercedes-Benz se ha convertido en un referente a la hora de hablar de vehículos todoterreno de lujo, afrontando ahora una renovación para adaptarse a los tiempos de la electrificación y la conectividad. El nuevo modelo ya está a la venta desde 122.808 euros, en tres versiones mecánicas: G 450 d con 367 CV; G 500 con 449 CV y AMG G 63 con 585 CV.

 

Mantiene la capacidad todoterreno que ha destacado a lo largo de 45 años en este modelo, una exitosa combinación de chasis en escalera, tres bloqueos mecánicos de diferencial y reductora Low Range, así como un eje trasero rígido y una suspensión delantera independiente. La novedad en el apartado mecánico es que todos los modelos tienen etiqueta ECO al introducir la electrificación mediante la tecnología Mild-Hybrid que lleva un alternador integrado (ISG) y un sistema eléctrico a bordo de 48 voltios con el que se reduce el consumo de combustible, mejorando el confort en carretera y la capacidad de respuesta fuera del asfalto.

 

No hay cambios en las dimensiones del Clase G 2024, que mide 4,87 metros de longitud, y tampoco en la altura libre al suelo (24,1 centímetros) o la profundidad de vadeo, de 70 centímetros. Las tres motorizaciones vienen con una caja de cambios automática 9G Tronic de 9 velocidades, cuatro modos de conducción para asfalto –Comfort, Eco, Sport e Individual- y otros tres específicos para conducción off-road –Trail, Rock y Sand-.

 

Otra novedad es que la firma alemana introduce en la Clase G el sistema de infoentretenimiento MBUX (Mercedes-Benz User Experience), la pantalla de instrumentos digital para el conductor y una pantalla central táctil de 31,2 centímetros (12,3 pulgadas) para añadir la conectividad que solicitan los conductores actuales, además de sistemas ayuda a la conducción, como el Asistente activo de frenada de emergencia, el programador de velocidad activo o el ajuste de velocidad en función de la ruta.

 

También resultan interesantes para la conducción todoterreno elementos como el ‘Off Road Cockpit’ que muestra datos como inclinación, o el ‘Capó transparente’ y el sistema de cámaras que proporcionan una vista cenital del coche, de gran ayuda en maniobras, tanto en ciudad como en conducción off-road.

 

Los cambios en el exterior son sutiles, con una nueva parrilla frontal que lleva cuatro láminas horizontales (antes tres), paragolpes rediseñados, llantas de nuevo diseño en tamaño de 18 a 22 pulgadas, nuevo diseño del vierteaguas del techo que es más eficiente desde el punto de vista aerodinámico, y un nuevo color de carrocería Azul Sodalita).

 

En el interior encontramos un nuevo volante con controles táctiles similares a los de otros modelos de la marca, salidas de aire en el salpicadero iluminadas, el sistema multimedia con el asistente MBUX y las dos pantallas a color.

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