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El cocido ha vuelto los jueves en La Antigua 1913
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Patatas bravas y croquetas en La Antigua 1913
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La carta se basa en productos tradicionales
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Las patatas bravas no podían faltar en la carta
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La Antigua 1913 abrió este verano en Quevedo

Los jueves hay cocido en La Antigua 1913

05 de noviembre de 2021

En este restaurante madrileño lo elaboran al estilo tradicional y con las mejores materias primas en tres vuelcos: sopa y fideos; garbanzos mantecosos; y un dueto de carne y verduras.

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El cocido vuelve a ser el protagonista durante las comidas de los jueves en el restaurante La Antigua 1913 (Avenida de los Andes, 22) en este otoño con días más fríos de lo habitual en los que apetece un plato de cuchara. Y en este bar madrileño, uno de los templos de este plato por excelencia de la capital, tan solo tienen un secreto: materias primas seleccionadas y técnicas de cocina que mantienen la esencia y la tradición de un manjar que no debe considerarse pesado.

 

En la Antigua 1913, el cocido se prepara la víspera, permitiendo así que sus sabores y aromas se condensen logrando un punto de sabor único. Siguiendo las pautas de la receta tradicional, este guiso se sirve en tres vuelcos. El primer vuelco la sopa y los fideos. El segundo unos garbanzos mantecosos que se derriten en boca acompañados de un preparado de tomate y, por último, un dueto de carne y verduras: morcillo de vaca, hueso de tuétano, chorizo, morcilla, tocino, jamón, pollo, la pelota, judías verdes, zanahoria, nabo y repollo.

 

Los orígenes de este bar tradicional madrileño se remontan a hace más de un siglo, concretamente a 1913, cuando el bisuelo de Julio Quiroga abrió una churrería-cafetín en el Puente de Ventas, un pequeño local de azulejos blancos y olor a aceite en el que los vecinos y trabajadores de la zona se reunían para tomar un café con churros y platos tradicionales de la época.

 

La evolución ha llegado con el paso de los años, y los azulejos blancos han dado paso a la madera y locales más espaciosos donde disfrutar de los desayunos y meriendas, ampliando también la carta para comidas y cenas con recetas caseras adaptadas a los tiempos modernos.

 

Este verano se incorporaba a La Antigua 1913 el tercer local en la plaza de Quevedo, sumándose a los ya existentes de Avenida de los Andes y Valdebebas, un local de ambiente informal en un barrio muy concurrido en el que se come bien compartiendo platos de siempre con la familia o amigos.

 

La oferta gastronómica en los tres establecimientos va de sol a sol, iniciándose con unos deliciosos churros y porras que el maestro churrero prepara al momento para acompañar con chocolate espeso, casero y bien caliente, una receta secreta de la bisabuela Juana. Y el resto del día la carta se basa en la cocina clásica hecha al momento: bocata de calamares, las tradicionales patatas bravas, ensaladilla rusa, pepito de ternera, tortilla de patata en su punto exacto, la coca y platos con un sello especial como el segundejo  o la alpargata. Más información en www.laantigua1913.com

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