La región suiza de Neuchâtel es la cuna de la industria relojera mundial, y la ciudad de La Chaux-de-Fonds es conocida como la ciudad de los relojeros. En esta conocida localidad, Tissot acaba de inaugurar una obra de arte en forma de reloj en la plaza que hay frente a la estación de tren, dando la bienvenida a todos los viajeros que llegan.
En esta región se encuentran algunas de las más prestigiosas marcas relojeras y es famosa por su hacer milenario. Enclavadas en las montañas de la región, las legendarias ciudades relojeras de La Chaux-de-Fonds y Le Locle fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fue la ciudad de Le Locle donde se fundó la marca Tissot en 1853 y donde sigue estando su sede desde hace casi 170 años, todo un orgullo para la marca, que ha ofrecido a la ciudad de La Chaux-de-Fonds este reloj, testimonio del rico saber hacer de la región.
Sylvain Dolla, CEO de Tissot, ha declarado: “Es un honor para Tissot representar este magnífico saber hacer regional, reconocido en todo el mundo, ofreciendo este reloj a la ciudad de La Chaux-de-Fonds. También era importante para nosotros unir fuerzas con la Escuela de Artes Aplicadas, para que este proyecto contribuya a la formación de los grandes relojeros del mañana y perpetúe esta tradición”.
A pesar de ser el corazón de la industria relojera suiza, La Chaux-de-Fonds no contaba con un reloj visible para las personas que llegaban a la ciudad, y cuando el presidente de la Confederación Suiza, Ignazio Cassis, lo comentó en 2018 durante la inauguración de la 8ª Bienal del Patrimonio Relojero, Tissot se propuso buscar una solución.
Para llevar a cabo este proyecto, Tissot decidió asociarse con la Escuela de Artes Aplicadas de La Chaux-de-Fonds, presentando un concurso en las clases de diseño de relojes de la escuela. Ocho equipos se presentaron al concurso y propusieron diseños para tres relojes, inspirados en diferentes épocas que debían conceptualizarse: el pasado, el presente y el futuro. Fue el diseño de Loïc Chatton para el reloj del pasado el elegido para ser instalado en la plaza frente a la estación de la ciudad.
El reloj de Chatton, inspirado en el pasado, representa una caja de reloj desmontada. Es el retrato perfecto de la rica historia relojera de la región, en particular de su pericia en el diseño de cajas. El monumento, de 3 metros de altura, ocupará un lugar central frente a la estación de la ciudad, cerca del Museo Internacional de Relojería.
La inauguración del reloj tuvo lugar el 10 de diciembre de 2022, una fecha que no fue elegida al azar. Ese mismo día, tuvo lugar otro acontecimiento emblemático en La Chaux-de-Fonds: la famosa carrera ‘La Trotteuse’, de la que Tissot es socio desde hace muchos años. Para su decimocuarta edición, esta carrera nocturna, que suele pasar por las alturas de la ciudad ofreciendo vistas de su rico patrimonio, cambió de recorrido en honor de la instalación del reloj. Las carreras de marcha nórdica y mixta empezaron frente al monumento, destinado a formar parte del patrimonio de la ciudad. Los participantes en la carrera fueron de los primeros en admirarlo.