La letra X se empezó a utilizar a mediados de los 80 en los primeros modelos de BMW equipados con una tecnología de tracción a las cuatro ruedas, hasta que 15 años después se convirtió en una categoría de vehículos. El primero en estrenar la denominación fue el BMW X5 en 1999, y a partir de ahí se inició una andadura que ha resultado un éxito comercial y un hito en seguridad y confort para los usuarios de todo el mundo que pueden disfrutarla a diario.
La actual familia X comprende cinco modelos –X1, X3, X4, X5 y X6-, a los que se suman las variantes M del X5 y X6, y muy pronto estará entre ellos el nuevo BMW X7, que ya se encuentra en fase de pruebas. En total se han producido 3,3 millones de BMW X en todo el mundo y esta tecnología ha contribuido a que la firma alemana se convierta en uno de los líderes mundiales en producción de SAV (Sport Activity Vehicle).
El BMW X5 tuvo un impresionante inicio por ofrecer una experiencia de conducción novedosa dentro de los modelos de la marca existentes hasta el momento. Por encima de todo se caracterizó por la posición elevada del asiento permitiendo la conducción tanto por asfalto como por otros terrenos. Esto se complementaba con un interior muy espacioso, de uso variable y con un equipamiento de lujo. Desde el comienzo la situación única de BMW X5, dentro del segmento de vehículos todoterreno, ha sido el resultado de su inigualable dinámica de conducción. En contraposición al resto de todoterrenos convencionales, el BMW X5 presenta un chasis de seguridad muy resistente y suspensión independiente.
El sistema de conducción de tracción en las cuatro ruedas distribuye la fuerza de tracción de las ruedas delanteras a las traseras en un ratio porcentual de 38:62. Gracias a la característica de serie del vehículo en el control de estabilidad DSC (Dynamic Stability Control, ADB-X (Automatic Differential Brake- Freno Diferencial Automático) y al control de velocidad en bajadas HDC (Hill Descent Control), el BMW X5 venía equipado no solo para la conducción sport, sino también para los retos de la conducción fuera del asfalto
Desde el comienzo, BMW implementó la potencia a las cuatro ruedas, no solo para optimizar la adherencia en carreteras no pavimentadas y en condiciones meteorológicas adversas, sino también con el objetivo de mejorar la dinámica de conducción en curvas. En contraste con otros fabricantes que usan tracción en las cuatro ruedas para compensar las pérdidas de adherencia que experimentan los vehículos con tracción delantera, BMW adapta las características de la conducción con tracción trasera, en el sistema XDrive, de tracción total.
La innovadora combinación de tracción, dinámica y confort que ha caracterizado a la primera generación de BMW X5 contó con una gran demanda principalmente en Estados Unidos, pero también en Europa y otros mercados. A mediados de 2005, el BMW X5 número 500.000 salió de la línea de ensamblaje, con un total de casi 620.000 unidades del primer SAV (Sport Activity Vehicle) fabricados en la planta de Spartanburg. Hoy, los BMW X5 salen de la planta de producción en el estado de Carolina del Sur (EE.UU.). La generación de modelos actual de BMW X5, BMW X6, BMW X3 y BMW X4 se producen en esta planta. Además, tanto el BMW X5 M como el BMW X6 M han “nacido en Estados Unidos”.