Todo comenzó en 1878 cuando Gerhard D.Wempe (1857-1921), con tan sólo 21 años, sentaba las bases de la compañía en la pequeña ciudad de Elsfleth a orillas del río Weser, en Alemania.  “Me esforzaré para ofrecer los mejores productos, la más amplia selección y el servicio más atento posible a mis distinguidos clientes”. Esta afirmación, que cumplió de muchas formas diferentes, sigue vigente hoy en día en la filosofía de la compañía. 
 
Gerhard D. Wempe, que se ganó el apodo de ‘Gülden Gerd’ (el Gerd Dorado), alcanzó el éxito gracias a sus buenas ideas. Abrió su primera tienda en Oldenburg en 1894, a la que se sumó una más en Hamburgo en 1907, y gracias a su amor al arte de la relojería y su destreza en los negocios, se convirtió en pionero en el negocio de la relojería y joyería.
 
Las atractivas exposiciones y la laboriosa decoración de sus escaparates atrajeron a la clientela como ningún otro negocio en su época. Aún a día de hoy, el concepto de escaparatismo es un emblema en la empresa familiar.
 
La fórmula de Gerhard D. Wempe también inspiró a la empresa durante las crisis más graves de los años siguientes: en sus tiendas se ofrecía la mejor calidad, la selección más amplia de relojes y el trato más exquisito a los clientes.
 
Actualmente, Wempe es una empresa internacional con sucursales en todo el mundo y cuenta con una tienda en Madrid ubicada en la calle Serrano 58 que acaba de reanudar su actividad tras semanas de parón provocado por el Covid-19. Más información en www.wempe.com
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