En la localidad salamantina de Guijuelo se respira aire puro y mucha tranquilidad. Es uno de los lugares del mundo con unas condiciones especiales para la elaboración del mejor jamón ibérico, cerca de las dehesas extremeñas donde los cerdos engordan a base de bellotas y los mejores pastos. Y entre las empresas más destacadas de la zona está Carrasco Ibéricos, con más de 125 años de tradición y cinco generaciones en busca de la excelencia.

 

Con motivo del 125 aniversario de Carrasco Ibéricos, y por gentileza de esta empresa familiar, hemos tenido la oportunidad de desplazarnos hasta Guijuelo y conocer de primera mano el proceso de secado y maduración de los jamones y lomos ibéricos. Además, la ocasión era muy especial, porque a esta empresa familiar se ha incorporado como embajador el chef de Hondarribia David de Jorge, formado en los restaurantes más prestigiosos del mundo, un gran profesional y asesor de la industria alimentaria.

 

Y qué mejor ocasión para conocer el producto estrella de la temporada en Carrasco Ibéricos, una selección de 6 piezas de más de 9 kilos de peso que han reposado durante más de 60 meses en un cuidado proceso de curación en los secaderos. Ahora salen al mercado exclusivamente a través de la página web en packs de 4 blisters de 100 gramos cada uno de Jamón de Bellota 100% Ibérico Solera Carrasco Edición Limitada, cortado a cuchillo por maestros jamoneros de la casa, al precio de 125 euros, entregadas en una caja perfecta para regalo.

 

La particularidad de esta edición limitada es que el proceso habitual de 3-4 años de curación en el jamón ibérico, aquí se amplía a cinco años en los secaderos de Guijuelo, donde el clima frío y seco que proporciona la cercanía de la Sierra de Béjar y la experiencia de cinco generaciones de la familia Carrasco.

 

Una alimentación a base de bellotas de la dehesa extremeña, un proceso de salación y secado diferente por su peso y una curación de 60 meses con ventilación natural son las claves de un producto 100% Ibérico de Bellota destinado a los sibaritas y paladares exigentes. La característica más destacada es el sabor único e intenso, su color rojo marcado y el aroma a bodega y madera.

 

Cortado por un experto de la casa y a la temperatura adecuada, el jamón Ibérico Solera Carrasco se deshace en la boca con un sabor inigualable, toda una delicia gastronómica que se podrá disfrutar durante poco tiempo, porque seguro que vuelan los packs de 4 sobres. Junto a tres generaciones de la familia Carrasco tuvimos ocasión de conocer el proceso de salado, maduración y curado de las piezas en unas instalaciones donde cada detalle está controlado, sobre todo la temperatura y la materia prima. Más información y pedidos en https://carrascoibericos.com/

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