En un enclave único en la Costa del Sol malagueña, a medio camino entre La Milla de Oro de Marbella y Puerto Banús, Boho Club es un remanso de paz muy cerca de las azules aguas del Mediterráneo donde disfrutar de unos días de descanso en un ambiente de lujo.
Todo empezó con la apertura del restaurante en diciembre de 2019, y posteriormente se abrieron al público las 30 exclusivas habitaciones y suites justo antes de la pandemia del Covid-19, pero los orígenes de Boho Club Marbella se remontan a los años 60, cuando se construyó el complejo Centro Forestal Sueco, destinado al descanso del funcionariado de aquel país, un refugio en el que reponer fuerzas para afrontar los duros y largos inviernos.
El complejo fue adquirido por la inmobiliaria Quartiers Properties, también de capital sueco, en una apuesta por el turismo de calidad, que ha creado un complejo que combina un restaurante con cocina de calidad liderada por el chef Diego del Rio y un resort boutique de lujo en espacios abiertos para disfrutar del sol y la tranquilidad de la zona.
El arquitecto Ismael Mérida ha tenido mucho que ver en la remodelación de los espacios que ocupaba el Centro Forestal Sueco, unificando las distintas edificaciones que componen el complejo y aportando un toque de estilo nórdico en la decoración con el estilo andaluz propio de la zona en la que se encuentra.
El complejo hotelero tiene un total de 30 estancias -21 habitaciones y 9 suites bungalows- distribuidas en varias edificaciones rodeadas de amplios jardines con vegetación autóctona, piscinas y algunas obras de arte al aire libre. Las habitaciones están decoradas con un estilo nórdico que combina tejidos de colores cálidos y un mobiliario funcional a base de maderas claras y grandes ventanales que inundan las estancias de luz, todas con vistas a amplias zonas ajardinadas.
En las habitaciones Boho Garden, Boho Superior y Boho Suite encontramos camas king size y una zona de descanso, baño completo con aseo independiente y balcones con vistas a los jardines o la piscina. Son espacios amplios, con todas las comodidades –cafetera Nespresso, Smart TV con Chromecast, equipo de sonido- y una decoración boho chic en la que el mobiliario y los tejidos repletos de color aportan un ambiente cálido y acogedor.
Los bungalows, con capacidad máxima de cuatro personas, han sido diseñados para gozar de una estancia con todas las comodidades y una decoración de estilo retro chic, donde sorprende el contraste entre las piezas modernas y los colores vivos, con el resultado de un marco elegante y lujoso. Todos los bungalows tienen un acogedor salón equipado con aire acondicionado, televisor con pantalla plana y mini-bar, más una o dos habitaciones, vestidor y amplias terrazas que dan a los jardines y las dos piscinas, una de ellas climatizada. Los clientes del hotel también pueden utilizar un gimnasio al aire libre, disfrutar de una amplia carta de tratamientos de belleza y realizar compras en una tienda-boutique.
Los espacios abiertos, además de una zona de relax en la que encontramos diferentes espacios y estilos, es también una exposición de arte al aire libre en la que se pueden encontrar algunas esculturas de Richard Hudson. Y lo mismo sucede en el restaurante, decorado como una lujosa casa en la que no faltan candelabros y mobiliario italiano, además de obras de arte de Henry Hudson y Claire Tabouret y fotografías de David La Chapelle.
La restauración, pieza clave
Al frente del proyecto gastronómico de Boho Club está el chef malagueño Diego del Río, un apasionado de la cocina que se ha formado en la escuela francesa Le Cordon Bleu y que adquirió experiencia en los fogones de grandes restaurantes parisinos, consolidando su trayectoria en su tierra natal, donde estuvo ocho años al frente de la dirección gastronómica de El Lago, con una Estrella Michelin.
Implicado desde los inicios del proyecto Boho Club, Diego del Río ha sabido encontrar un punto de equilibrio con una propuesta de cocina honesta en la que el producto local de calidad tiene un gran protagonismo. El pescado y marisco fresco llega desde las lonjas de Andalucía, mientras que las frutas, verduras y carnes provienen de proveedores locales de confianza.
El restaurante de Boho Club se encuentra en el edificio principal del complejo, ofreciendo diferentes facetas en función de la hora del día en que lo visitemos, pues está abierto de 8 a 24 horas. En el desayuno, los clientes del hotel pueden disfrutar de zumos y una variedad de apetitosos platos a la carta, mientras que en la comida el ambiente se vuelve algo más formal, pasando a un ambiente más distendido en las cenas, con posibilidad de elegir entre el menú a la carta o el menú degustación (85 euros, más 65 euros el maridaje, de domingo a jueves).
En la amplia carta hay platos que son muy recomendables, como las croquetas de carabinero y su tartar, sopa de maíz, mojo de aguacate y verduras encurtidas, que es la especialidad de la casa, el pulpo frito en tempura con pipian y texturas de maíz, las gyozas de bogavante y erizo con su consomé, setas silvestres y lima, o el salmonete, que se sirve con sopa de cebolla, puré de jengibre y crema de queso Poyoyo. Entre las carnes, un lugar destacado para la paletilla de chivo y el coquelet a la brasa con verduras a la parrilla. Y se recomienda dejar sitio para los postres: la tarta lemon pie, el brownie de chocolate o un cremoso de chocolate con helado de café.
Unas 300 referencias componen la carta de vinos nacionales y extranjeros, y los expertos cocteleros de Boho Bar se encargan de preparar originales cócteles artesanos que se pueden disfrutar en la terraza en un agradable ambiente con música en vivo durante las noches de verano. Más información y reservas en www.bohoclub.com