Apoyando a los nuevos artistas emergentes del país, y con la idea de crear siempre un espacio vivo y en movimiento, coincidiendo con la Feria de Arte Contemporáneo ARCO, IWC expondrá ocho obras de Caravaca en la nueva Boutique IWC Schaffhausen de Ortega y Gasset 15, del 27 de febrero al 14 de marzo.
En esta ocasión Caravaca presenta tres piezas para la manufactura de alta relojería IWC donde combina la precisión y el diseño de sus trazos, valores paralelos al ADN de IWC. El hilo conductor de la muestra es un retrato a Kurt Klaus, el maestro relojero icónico y emblemático de la compañía suiza e inventor del famoso calendario perpetuo para relojes de pulsera con una sola corona, sin correctores que pueden romper la estética de la caja. Las otras dos piezas están inspiradas en dos de las familias más significativas de la marca, Pilot y Portugieser, donde con un diseño puro y elegante se crea un eje común entre el autor y los valores de IWC.
El autor ha querido plasmar la figura de un marinero experimentado haciendo referencia a la historia que acompaña al reloj en cuestión, cuando dos comerciantes portugueses, Rodríguez y Texeira, consiguieron que IWC fabricara el primer reloj de pulsera creando el mecanismo más plano hasta entonces con el calibre 74. Esta pieza denota cierta frescura tanto por los colores utilizados como por la propia actitud del personaje que nos transporta directamente a una época pasada.
Miguel Caravaca nacido en los barrios céntricos del Madrid de los años 80, se interesó desde muy pequeño por la pintura y el dibujo así como por la cultura urbana que en aquella época rebosaba en su ciudad natal, y por la que más tarde se ha visto claramente influenciada toda su obra.
El artista maneja un lenguaje pictórico que incorpora diferentes elementos tamizados por el arte urbano y las influencias del cubismo, para plasmar, -a partir de un mecanismo contemporáneo donde el color, la línea y composición centran su interés-, un lenguaje propio dotado de plasticidad y belleza. El trabajo que propone el artista es construido a partir de la búsqueda de las sensaciones, que pretende encender en el espectador el mecanismo del disfrute estético creando un espacio entre el instante de la percepción sensorial y el del mensaje universal de la belleza.