Desde 1903, el sello ‘Probus Scafusia’ representa los rigurosos estándares aplicados por IWC Schaffhausen a la calidad y durabilidad de sus productos. Ahora, la firma suiza de relojes de lujo renueva esta promesa de excelencia dirigida a sus clientes al presentar el programa 'My IWC', que incluye una oferta para extender la garantía limitada internacional de dos a ocho años.
 
Cuando Florentine Ariosto Jones fundó IWC Schaffhausen hace más de 150 años, combinó hábilmente los avanzados métodos de fabricación de la industria relojera estadounidense con la artesanía tradicional de los relojeros suizos. Gracias a este singular enfoque de la ingeniería, IWC alcanzó un alto nivel de industrialización desde el primer momento. Los denominados calibres Jones eran movimientos de reloj de bolsillo extremadamente precisos, resistentes y duraderos. En 1903, la búsqueda incansable de precisión y fiabilidad por parte de la firma suiza de relojes de lujo se plasmó en una designación oficial, el sello ‘Probus Scafusia’. Este lema latino, que significa ‘la sólida artesanía de Schaffhausen’, fue acuñado por el entonces director de IWC, Johannes Rauschenbach- Schenk. En la actualidad, aparece grabado en la corona o el rotor de todos los relojes IWC, y simboliza los exigentes estándares a los que los ingenieros de Schaffhausen someten a su trabajo y sus productos.
 
“Como consecuencia de nuestra incesante inversión en la calidad, resistencia y durabilidad de nuestros productos, y gracias la apertura del nuevo centro de manufactura en 2018, estamos renovando la legendaria promesa de calidad dirigida a nuestros clientes”, explica Christoph Grainger-Herr, CEO de IWC Schaffhausen. “Nos enorgullece presentar el programa ‘My IWC’, que permite a nuestros clientes extender la garantía limitada internacional de dos a ocho años”.
 
A partir de ahora, todos los compradores de un reloj IWC podrán unirse al programa ‘My IWC’. Tras registrarse, la garantía limitada internacional se extenderá de dos a ocho años. El programa también está disponible de forma retroactiva. Los amantes de la relojería que hayan adquirido su reloj IWC en los últimos dos años, y que aún estén cubiertos por la garantía original, también podrán registrarse. Los miembros del programa también podrán disfrutar de otras ventajas, como el acceso a servicios adicionales o a información anticipada sobre nuevos productos y eventos.
 
Nuevo centro de manufactura
La implantación del programa «My IWC» y la extensión de la garantía limitada internacional son el resultado de años de fuerte inversión por parte de IWC en las capacidades de la manufactura y en la excelencia en la calidad. Un hito importante en este contexto fue la apertura del nuevo centro de manufactura en 2018, para conmemorar el 150 aniversario de IWC. En estas vanguardistas instalaciones, IWC ha consolidado con éxito la fabricación de cajas y piezas de movimientos, así como el ensamblaje de movimientos, todo ello en una planta diáfana altamente flexible. El nuevo concepto de la manufactura está organizado en etapas lógicas y sucesivas: desde el metal sin procesar hasta el acabado de la caja del reloj o el movimiento. Este enfoque  permite a IWC conseguir un flujo de trabajo más eficaz, una mejor comunicación y un sistema de gestión de la calidad totalmente integrado. La última generación de fresadoras y tornos de control numérico de alta precisión complementa los expertos ojos y manos de los mejores artesanos para crear relojes que aúnan una hermosa estética y la más alta precisión y fiabilidad.
 
Cuando los relojes IWC salen del centro de manufactura de Schaffhausen, están listos para proporcionar a sus futuros dueños una precisión impecable, además de la satisfacción de saber que la pieza podrá disfrutarse durante generaciones.
Compartir en:

VidaPremium te recomenienda

Recibe

Cada semana en tu correo

Quiero mi Newsletter

Lo más leído hoy