El CX-60 híbrido enchufable de 328 CV es el Mazda disponible más potente del mercado. Tiene un habitáculo de lujo en sus cuatro acabados y con materiales de calidad Premium. Resulta el más polivalente entre los modelos de la marca, igual de apto para ciudad, para viajes largos por carretera y para aventuras esporádicas fuera del asfalto; por su calidad de manejo, por su confort a bordo, por su eficaz tracción integral y por su consumo irrisorio, tanto de electricidad como de gasolina.
La unidad probada con el acabado tope, el Takumi, y descuentos de marca cuesta 56.615€, mientras que, con el acabado básico, el Prime-Line, 49.515€. Otra alternativa para quienes vayan a utilizar mucho el coche en carretera es la versión híbrida con motor diesel de 200 o 254 CV y unos consumos realmente ajustados, de 5 litros con tracción 2WD o de 5,2 litros si es tracción total, en ambos casos con etiqueta ECO y precios desde 48.719 euros.
La moda SUV y las propulsiones más limpias en emisiones hace que los competidores del Mazda de esta prueba sean numerosos. No obstante, contenidos y tecnología del CX-60 PHEV son muy similares a los SUV de marcas Premium, pero con precio más asequible. Entre los numerosos rivales tenemos el Land Rover Discovery Sport P300e AWD PHEV Auto R-Dynamic S de 300 CV (59.350€); el Audi Q5 50TFSIe quattro-ultra S-Tronic de 280 CV (60.210€); el Lexus NX 450h+ 4WD Executive de 309 CV (66.200€); y el Mercedes-Benz GLC 300e 4MATIC de 313 CV (75.000€).
En camino a los de mayores ventas
De la misma categoría o SUV de marcas generalistas, con mínimas diferencias de longitud o de potencia conjunta tenemos más alternativas del Mazda probado, como el DS7 Crossback Bastille E-TENSE 4x4 de 300 CV (56.500€); el Hyundai Santa Fe 1.6 GDI PHEV de 265 CV y 7 plazas (55.470€); el Hyundai Tucson Style 1.6 GDI 6AT 4x4 (64.470€); el Alfa Romeo Tonale Q4 Veloce PHEV (56.000€); el Jeep Compass S 4xe PHEV AWD (52.550€); y el Kia Sorento 1.6 GDI PHEV 4x4 Drive 7 plazas (59.550€).
Al igual que los modelos de marcas de prestigio, el Mazda CX-60 PHEV tiene un diseño atemporal, tirando a clásico, sin abandonar la silueta que los identifica como modelo de prestigio, pero con detalles modernistas como la parrilla hexagonal, grupos ópticos o llantas de aleación. El interior tiene un mundo de tecnología. El salpicadero y el entorno de conducción muestran buenos ajustes y con materiales de calidad. Todo es agradable a la vista. Los asientos de piel blanca de la unidad de pruebas tienen buen tacto, se muestran muy confortables y sujetan bien a los ocupantes. Las butacas traseras no son menos que las delanteras, también tienen base larga y no restan en absoluto espacio longitudinal para las piernas. El maletero tiene un volumen de 570 litros, una capacidad más que razonable para un vehículo electrificado y además muy aprovechable para cargar equipaje.
Muy eficiente para sus dos toneladas
El sistema de propulsión es otro buen argumento. Consta de un motor de gasolina atmosférico de 2.5 litros que rinde 192 CV y un motor eléctrico de 175 CV, que en conjunto logran una potencia máxima de 328 CV, con la que pueden alcanzar una velocidad máxima (allí donde se pueda) de 200 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 5,8 segundos. El funcionamiento del sistema es muy silencioso, incluso con el motor de combustión encendido, y está completamente exento de vibraciones. El consumo homologado con el protocolo WLTP es de 1,5 litros por cada 100 km, que solo se consigue nada más arrancar y con la batería cargada al 100%. En nuestra prueba, mientras nos ha durado la carga, el promedio de gasto de gasolina no pasó de los 5,4 litros/100 km, y cuando se acabó la electricidad alcanzó a los 7,7 litros/100 km.
La autonomía eléctrica utilizando la carga completa de la batería llegó a regañadientes en autovía a los 40 km, no pasando de 110 km/h, levantando el pie a menudo y con algunas frenadas innecesarias, pero siempre alerta de no tener otro coche detrás muy cerca. En ciudad o en retenciones por autovías de circunvalación madrileñas, pudimos alcanzar los 56 km. La gasolina, con un depósito de 50 litros, puede durar en un viaje largo en modo híbrido hasta unos 730 km. Estos datos no pueden ser mejores para un vehículo de semejante potencia y con un peso en vacío que supera las dos toneladas.
Suave y silencioso en todas las vías
En cuanto a comportamiento dinámico podemos decir que es ejemplar. A pesar de su altura libre de 17,5 cm nos enseña una estabilidad sorprendente. Las suspensiones son muy equilibradas. No hay todoterrenos que tengan una amortiguación tan confortable como la de este Mazda, porque filtra muy bien los baches y las arrugas del asfalto. La dirección también cumple y contribuye en gran medida a la calidad de conducción. Su tacto desde el volante es algo más firme que en la mayoría de alternativas. Los frenos son eficaces y muy progresivos, a tal punto que da la sensación que hay que pisar con más firmeza el pedal. Las levas del cambio detrás del volante retienen poco, por lo que hay que pisar a menudo el pedal del freno si se quiere regenerar energía.
De los más completos en equipamiento
Otras de las ventajas del CX-60 probado es el equipamiento de serie, con muchos equipos, sistemas o dispositivos que en gran parte de sus rivales son opcionales. Entre los que más destacan sin sobreprecio, en el acabado Prime-Line (desde 48.719€), por ejemplo: airbags laterales traseros, alerta de cambio involuntario de carril, alerta sonora para peatones, control de crucero, alerta de fatiga del conductor, faros LED, faros antiniebla, frenado de emergencia en ciudad, lavafaros, control de presión de neumáticos, reconocimiento de señales de tráfico, selector de modos de conducción, arranque sin llave, climatización bizona, lunas traseras tintadas, freno de estacionamiento automático, interfaz táctil, conexión Bluetooth para teléfono móvil, navegador, pantalla central táctil de 12,3 pulgadas, reconocimiento por voz, control de descenso en pendientes, cables de carga Modo 2 y Modo 3, filtro de partículas, alarma antirrobo y sistema de recuperación de la energía en el frenado, entre lo más significativo.
En los siguientes acabados se añade de serie o en opción: asientos delanteros y traseros con calefacción, asientos delanteros con ventilación, Head-Up Display, control de crucero adaptativo por radar, techo solar panorámico, eyectores de lavaparabrisas con calefacción, memoria de asiento del conductor, tapicería de cuero, volante con calefacción, carga inalámbrica para el móvil, sonido Bose de 12 altavoces, cargador de a bordo de 7,2 kW, cable de carga Modo 2 y Modo 3, mando giratorio HMI, maletero y guantera con luz y sensor de humedad.
La versión Takumi probada es el tope de gama, con un precio de partida de 55.819 euros según el configurador de Mazda a la hora de escribir el artículo. Incluye llantas de aleación de 20” de diseño exclusivo, tapicería de cuero blanco nappa con asientos delanteros calefactados y ventilados, iluminación delantera en zona de pies, moldura central del salpicadero y en otros lugares en tela blanca, rejilla de la parrilla delantera con diseño tipo barras y color piano black, retrovisores en el color de la carrocería y volante de cuero calefactado con costuras en blanco.
Ficha técnica
Mazda CX-60 e-Skyactiv PHEV Takumi
Dimensiones
Longitud: 4.745 milímetros
Anchura: 1.890 milímetros
Altura: 1.680 milímetros
Batalla: 2.870 milímetros
Peso: 2.070 kg
Depósito combustible: 50 litros
Maletero: 570 / 1.726 litros
Motor combustión
Tipo: gasolina, delantero longitudinal
Cilindros: 4 en línea
Cilindrada: 2.488 cc
Potencia: 192 CV a 6000 rpm
Par máximo: 261 Nm a 4000 rpm
Tracción: total
Cambio: automático 8 vel.
Motor eléctrico
Potencia: 175 CV
Par máximo: 270 Nm
Batería
Tipo: iones de litio
Capacidad: 17,8 kWh
Potencia máxima carga: 7,2 kW
Tiempo carga a 3,7 kW: 5 horas
Potencia sistema híbrido: 328 CV y 500 Nm
Prestaciones
Velocidad máxima: 200 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 5,8 s
Consumo medio WLTP: 1.5 l/100 km
Emisiones CO2: 33 g/km
Autonomía eléctrica WLTP: 63 km
Etiqueta: CERO
Precio: desde 55.819 euros (Takumi)