El Suzuki Vitara de última generación es un SUV compacto con tracción total de propulsión híbrida que poco tiene que ver con los antiguos Vitara de hace unas décadas.  Aquellos eran todoterrenos puros de pequeño tamaño con hasta reductora y con los que hoy día algunos ejemplares todavía nos divierten en el campo. El mercado ha cambiado y actualmente la demanda es de vehículos polivalentes aptos a la vez para la ciudad, las carreteras y el campo, y por esto son llamados SUV. Así es nuestra unidad de pruebas, un coqueto modelo 4x4 de 4,18 metros, con propulsión híbrida convencional (Strong Hybrid), automático de 116 CV y acabado tope GLX, cuyo precio es de 34.560€ sin posibles descuentos, con ellos podría costar poco más de 30.000€.

 

El nuevo Vitara también se ofrece con propulsión híbrida ligera (Mild Hybrid) de 129 CV, algo más gastador que la versión probada híbrida convencional y con precios más bajos, pues no superan los 30.000€. Las principal alternativa es el Toyota Yaris Cross Hybrid 120H  AWD-i Adventure (con descuento, 28.850€); el resto con similares características son algo más grandes  y más caros como algunas versiones del Audi Q2 o el Jeep Renegade.

 

Potencia suficiente para las condiciones actuales

La propulsión de este Vitara consta de un motor de gasolina atmosférico de 102 CV y otro eléctrico de 33  CV, juntos rinden 116 CV y la particularidad que tiene es que puede funcionar sólo con el motor eléctrico en condiciones muy favorables y en ese caso resulta nulo de ruidos. Tampoco es ruidoso cuando se enciende el motor de combustión. Muestra un buen refinamiento y la conducción es agradable. No destaca por una aceleración intensa, pero suficiente para cumplir con las normas en vigor y no sobrepasar los límites de velocidad tanto en ciudad como en carretera. Además, el cambio automático de relaciones como el encendido o apagado del motor son funciones casi inaudibles.

 

El consumo combinado WLTP de este Vitara es de 5,8 litros por cada 100 km. Aunque compacto no hay 4x4 de su tamaño que gaste menos. En nuestro recorrido habitual que incluye autovía hemos conseguido rebajarlo a 5,6 litros/100 km, por lo que la autonomía en un viaje largo puede ser de unos 825 km. Se trata de un buen dato para que también se gane el mote de ‘viajero’.

 

Confort de marcha igual que un turismo compacto

A los mandos del Vitara Strong Hybrid nos da la sensación que estamos a bordo de un turismo compacto. La posición de los asientos es elevada como en todos los SUV, pero ofrece una fuerte impresión de asentamiento sobre el asfalto y con mínimas inercias o movimientos de carrocería en cambios repentinos de trayectoria o en frenadas bruscas. Las suspensiones son confortables, pero no excesivamente blandas, sólo produce algunos rebotes incómodos en asfalto muy irregular o en vados y en lo que se conoce como ‘Guardias tumbados’ para reducir velocidad. Para una conducción versátil como la que ofrece dispone de cuatro modos: Auto (adapta la fuerza a la presión del acelerador), Sport (más revolucionado para mayor dinamismo), Snow (para circular por nieve) y Lock (bloqueo de diferencial para suelo muy accidentado y resbaladizo).  

 

Como todas las marcas de todoterrenos el objetivo es lograr la eficiencia para cumplir con las normativas de emisiones cada vez más exigentes. Para ello Suzuki recurre a la electrificación parcial e intenta no abandonar las fenomenales aptitudes de campo que ostentó siempre.  Aunque en este test lo hemos exigido en una sola ocasión por un tramo off road muy duro, pero que conocemos bien, la impresión final es que logra su objetivo en gran parte.

 

Mantiene aptitudes 4x4 de sus antepasados

Evidentemente no es un todoterreno como sus antepasados, pero muy válido para aventuras fuera del asfalto no muy accidentadas. Incluso por su altura libre de 185 mm y su eficaz tracción integral puede someterse esporádicamente a trayectos más duros que solo pueden superar con más facilidad los todoterrenos radicales. Aunque en esta prueba, hicimos con este Vitara (con mucho cuidado) un ascenso de pendiente muy fuerte y piedras sueltas que, con algo de esfuerzo pudo superar. Un ascenso en el mismo tramo que no pudimos hacer con el Jeep Renegade 4xe y el Ford Kuga, pero sí con el Jeep Wrangler 4xe, el Toyota Land Cruiser y el Subaru Forester Hybrid.

 

En el interior no hay cambios de diseño respecto al Vitara de 2020 y 2015. La versión tope GLX mantiene la pantalla táctil de 7 pulgadas y añade unos pocos mandos para las nuevas tecnologías que incluye el modelo de 2022. La visibilidad es buena en todos los sentidos. Los únicos mandos totalmente digitalizados son los que se activan desde la citada pantalla, y sólo los básicos en el cuadro de instrumentos y en el volante.

 

El habitáculo es amplio, luminoso y muy bien aprovechado para cuatro adultos. Sobre todo la parte trasera, que dispone de un amplio espacio para las piernas, igual o mejor que un coche más grande. Tiene fácil acceso por las cuatro puertas, una cualidad que siempre ha caracterizado a los Vitara. Lo único poco favorable es que, la capacidad del maletero se reduce de 362 litros a 289, por culpa de la instalación en el piso de la gran batería de iones de litio.

 

La versión más equipada que hemos probado se diferencia de la GLE por incorporar de serie el navegador, el arranque sin llave, la tapicería mixta textil-cuero, y sensores de aparcamiento delantero y trasero. Otros elementos interesantes que incluyen ambas versiones, además de los ya obligatorios sistemas de seguridad son: airbag de rodilla del conductor, retrovisores con calefacción, cámara de visión trasera, alerta de cambio involuntario de carril, detector de ángulo muerto y de vehículo trasero, reconocimiento de señales de tráfico, alerta de fatiga del conductor, control de presión de neumáticos, faros LED, luces automáticas, recuperación de energía en frenadas, radio, conexión bluetooth para móviles, puerto USB y alarma antirrobo, entre lo más destacado. El equipamiento de serie no acaba con lo señalado.

 

Datos Técnicos

Motor de combustión.- Objetivo: impulsar el vehículo. Combustible: gasolina. Cilindros: 4, en línea. Cilindrada: 1.462 c.c. Potencia máxima: 102 CV. Par máximo: 138 Nm. Con Stop&Start. Normativa que cumple: Euro 6 AP. Etiqueta medioambiental DGT: ‘ECO’.

Motor eléctrico.- Objetivo: impulsar el vehículo y generar corriente eléctrica. Potencia máxima: 33 CV. Par  máximo: 60 Nm.

Resumen del sistema de propulsión.- Potencia conjunta: 116 CV (85 kW).

Transmisión.- Tracción: Total. Caja de cambios: Automática AGS, con levas detrás del volante y 6 velocidades.

Dirección.- Tipo: de cremallera, con asistencia eléctrica. Diámetro de giro entre bordillos: 10,4 metros.

Frenos.- Delanteros, de discos ventilados; traseros, de discos. Ayudas electrónicas de serie: ABS, EBD, HSA. Asistente frenada de Emergencia, Control de descenso, Control predictivo de frenada, Control de Tracción TCS y Control de estabilidad ESP.

Dimensiones, capacidades y pesos.- Carrocería: SUV todoterreno. Puertas: 5. Plazas: 5 (2+3). Longitud: 4.175 mm. Anchura: 1.775 mm. Altura: 1.610 mm. Batalla: 2.500 mm. Volumen del maletero: 289 litros (max. 1.046 litros). Depósito de combustible: 47 litros. Peso: 1.390 kg. Peso máximo autorizado: 1.780 kg.

Prestaciones.- Velocidad máxima: 180 km/h. Consumo combinado WLTP: 5,8 litros/100 km. Emisiones de CO2 WLTP: 132 gramos/km. Impuesto de Matriculación en España: 4,75%.

Precio: sin descuento de marca, 34.560€ (GLX). Con posibles descuentos sólo algo más de 30.000€.

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