En Mercedes han sido valientes y siguen apostando por el diesel como una forma eficiente de moverse por ciudad o en largos desplazamientos por carretera. Muchos fabricantes han eliminado de su oferta comercial las mecánicas diesel, mientras que en la marca alemana se potencia en combinación con la tecnología híbrida en sus diferentes facetas, para ofrecer vehículos que lucen la etiqueta ECO o CERO emisiones en el parabrisas, avalados por consumos realmente bajos.

 

Este es el caso del Mercedes-Benz GLC 300de Coupé que hemos tenido ocasión de probar en condiciones de lo más variadas, con un resultado excelente en todas ellas. Es la segunda generación del SUV de la marca de la estrella, uno de los modelos más vendidos desde que se pusiera a la venta en 2008, sustituyendo al GLK (Geländewagen Luxus Kompaktklasse). Ahora es algo mayor en tamaño –mide 4,77 metros de longitud-, más estilizado, con mejores acabados y, sobre todo, con un equipo tecnológico que lo sitúa entre los mejores del segmento SUV-D Premium.

 

La carrocería Coupé lo hace algo más atractivo que el GLC normal, con una ligera caída del techo desde el pilar C que tanto gusta ahora. La habitabilidad se ve algo condicionada en las plazas traseras, pero sólo para personas que rocen 1,80 metros de estatura, y tampoco se aprovecha el maletero por encima de la bandeja, donde apenas hay espacio. En este caso, el volumen del maletero queda reducido a 390 litros al situarse las baterías en el lugar donde iría la rueda de repuesto (pierde 155 litros respecto a las versiones que no llevan hibridación), sin posibilidad de llevarla, tan solo un kit de reparación para emergencias.

 

El comportamiento dinámico del GLC 300de está ampliamente probado, un coche que ofrece una gran comodidad en cualquier circunstancia, pero es en carretera donde muestra sus grandes aptitudes, devorando kilómetros sin que el conductor y sus acompañantes noten el cansancio. La insonorización es estupenda, filtra muy bien las irregularidades de la carretera, incluso en el modo de conducción Sport, gira muy plano y la única pega es que se trata de un coche pesado (2.420 kilos), que se notan a la hora de enfrentarse a curvas enlazadas o frenadas fuertes, pero es cuestión de acostumbrarse.

 

Y lo mismo sucede con el interior, similar al de muchos modelos de la marca, con el cuadro de mandos digital detrás del volante más una gran pantalla táctil central en posición vertical de 11,9 pulgadas desde la que se manejan la mayoría de las funciones, quedando muy pocos botones físicos para los que nos gustan tanto y que cada vez echamos más de menos. El manejo de los botones táctiles siempre me cuesta cuando me monto en un Mercedes, una sensación que se va diluyendo con los kilómetros. Cada vez me gusta más el sistema de reconocimiento de voz del sistema MBUX de Mercedes, muy útil para no distraerse. Tampoco hay que olvidar los asientos, muy cómodos y con múltiples regulaciones, el complemento perfecto en los viajes.

 

Vamos a centrarnos en la mecánica diesel híbrida enchufable de este GLC 300de, que es el aspecto más destacado de un coche con clara vocación viajera. Habrá quien tenga reparo a esta configuración por ser un motor diesel, a lo que responderemos que su alta eficiencia y las posibles moratorias que la UE se plantea para este tipo de combustible, aseguran una larga vida, quizá más allá de 2035.

 

El planteamiento mecánico se basa en un motor de combustión de gasóleo de cuatro cilindros en línea con una cilindrada de 1.993 cc situado longitudinalmente que entrega una potencia de 197 CV (145 kW) a 3.600 rpm con un par motor de 440 Nm entre 1.800 y 2.800 rpm. También lleva un motor eléctrico de 136 CV (100 kW) y 440 Nm que se encarga de mover el vehículo y generar corriente eléctrica para cargar la batería, con una capacidad nominal de 31,2 kWh (23,4 kWh útiles). La potencia total del sistema híbrido es de 333 CV y 750 Nm, contando con la tranquilidad de la tracción total 4Matic, que nos sacará de muchos apuros en terrenos resbaladizos.

 

Cuando la batería se encuentra cargada al completo la autonomía eléctrica homologada WLTP es de 128 kilómetros, una cifra bastante real, tal como he podido comprobar personalmente, siempre que en carretera vayamos a un ritmo tranquilo. Basta con hacer una conducción normal, evitando fuertes acelerones y anticipando la frenada, sin necesidad de que se convierta en una tortura cada viaje. En ciudad puede superar esa cifra a velocidades bajas y con la frenada regenerativa.

 

Y cuando se agotan las baterías, entra en funcionamiento el motor diesel que consume tan poco –en nuestro caso no hemos superado los 5,5 litros nunca- que es capaz de ofrecer autonomías superiores a los 1.000 kilómetros con un tanque de 62 litros. Si a esto sumamos la autonomía eléctrica, tenemos unos 1.200 kilómetros sin necesidad de repostar, un hito que no podrán superar los coches eléctricos en muchos años.

 

Además, como lleva un alimentador a bordo para carga semi-rápida, durante los viajes se puede aprovechar una parada para tomar café y enchufar el coche al cargador, que admite un máximo de 60 kW en corriente continua, de modo que en 20 minutos estaría listo. Si lo hacemos en casa, la potencia máxima en corriente alterna (CA) es de 11 kW, que implica unas 2,5 horas para tenerlo de nuevo operativo.

 

Las prestaciones son bastante correctas, pues alcanza los 219 km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 en 6,4 segundos a pesar de las casi 2,5 toneladas de peso. Todo dependerá del ánimo del conductor en cada situación y el modo de conducción seleccionado. Cuando la batería se agota, el sistema híbrido realiza un gran trabajo, aportando siempre una buena dosis de potencia y consumos muy ajustados.

 

El Mercedes-Benz GLC Coupé está disponible en ocho configuraciones mecánicas, tanto en gasolina, diesel o híbridos, con precios que parten desde los 65.204 euros (GLC 200 4Matic). La versión probada GLC 300 de 4Matic con tecnología híbrida EQ tiene un precio de 70.160 euros, un precio de partida elevado que puede verse reducido al contar con las mismas ayudas en el Plan Moves que un eléctrico, ya que su autonomía supera los 90 kilómetros. Está al mismo nivel de precios que sus rivales, como el Audi Q5 eTSI, BMW X3 o Volvo XC 60, pero ninguno de ellos ofrece esta configuración con diesel y una batería tan grande que permite recorrer más de 120 kilómetros sin emisiones contaminantes y con etiqueta CERO de la DGT para acceder sin limitaciones al centro de las ciudades, aparcando gratis en algunas.

 

Ficha técnica

Mercedes-Benz GLC 300de 4Matic Coupé

Dimensiones

Longitud: 4.769 milímetros

Anchura: 1.920 milímetros

Altura: 1.606 milímetros

Batalla: 2.888 milímetros

Depósito combustible: 62 litros

Maletero: 390 / 1.335 litros

 

Motor combustión

Tipo: gasóleo, delantero longitudinal

Cilindros: 4 en línea

Cilindrada: 1.993 cc

Potencia: 197 a 3600 rpm

Par máximo: 440 a  1800-2800 rpm

Tracción: total 4Matic

Cambio: automático 9 vel.

 

Motor eléctrico

Potencia: 136 CV

Par máximo: 440 Nm

 

Potencia total sistema híbrido: 333 CV / 750 Nm

 

Batería

Tipo: iones de litio

Capacidad: 31,2 kW

Potencia máxima carga: 60 kW (CC) / 11 kW (CA)

Tiempo carga: 20 min / 2,5 horas

 

Prestaciones

Velocidad máxima: 219 km/h

Aceleración 0 a 100 km/h: 6,4 s

Consumo medio WLTP: 0,4 l/100 km

Emisiones CO2: 10 g/km

Autonomía eléctrica WLTP: 128 km

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Precio: 70.160 euros euros

 

José A. Pradoswww.vidapremium.com

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