En la centenaria historia de Aston Martin hay numerosos automóviles que están en la mente de todos los aficionados al mundo del motor, sobre todo los que han protagonizado alguna de las películas del agente secreto 007, pero desde la factoría de Gaydon siguen saliendo auténticas obras de arte. La última es el Aston Martin V12 Speedster, un vehículo en edición limitada de tan solo 88 unidades destinadas a millonarios de todo el mundo y coleccionistas, que estaba llamado a ser una de las estrellas del Salón del Automóvil de Ginebra 2020 suspendido por motivos sanitarios.
El Aston Martin V12 Speedster es un espectacular deportivo biplaza que nació como homenaje a dos vehículos muy exclusivos de la firma británica, el DBR1 que logró la victoria en las 24 Horas de Le Mans, considerado uno de los automóviles más caros del mundo, y el Centenary CC100 que se construyó con motivo del centenario de la marca en el año 2013.
De líneas espectaculares y con tecnología de vanguardia, el Aston Martin V12 Speedster llama la atención por numerosos detalles, entre ellos el corto periodo que han necesitado los ingenieros de Gaydon para transformar un proyecto sobre el papel a un modelo de producción, invirtiendo 12 meses en su desarrollo.
La carrocería abierta tipo ‘barqueta’ crea una silueta de líneas puras en la que se combinan trazos que recuerdan a modelos clásicos con otros que enlazan en la etapa actual de la firma británica. Detrás de los reposacabezas encontramos las dos ‘jorobas’ que marcan una silueta en la que destacan los hombros altos y la ausencia de parabrisas, para sentir la conducción más pura en cada momento.
Construido en aluminio y fibra de carbono para lograr un peso contenido, utiliza un sofisticado sistema de suspensión con esquema independiente de doble horquilla para el tren delantero y eje multibrazo trasero con muelles helicoidales y amortiguación adaptativa, con la posibilidad de elegir entre tres modos: Sport, Sport+ y Track para utilización en circuito.
El motor al que recurre es un V12 de 5.2 litros Twin-Turbo -utilizado en el DBS Superleggera y Vantage- que entrega una potencia máxima de 700 CV y 753 Nm, asociado a una transmisión automática de 8 velocidades, transmitiendo el par a las ruedas traseras mediante un diferencial de deslizamiento limitado. Alcanza una velocidad máxima de 300 km/h y es capaz de realizar el paso de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos, empleando frenos carbonocerámicos de 410 milímetros en las ruedas delanteras y de 360 milímetros en las traseras, alojados en llantas de aleación de aluminio forjado de 21 pulgadas.
En el interior, los dos ocupantes van separados por el túnel de la transmisión y una sección que parte del centro del capó, formando la espina dorsal del coche, una mezcla entre los coches de carreras de los años 50 y los aviones de combate. Todo el interior es de cuero negro, mezclado con otros materiales tecnológicos como el aluminio cepillado y la fibra de carbono.
Las entregas de las primeras unidades están previstas para el primer trimestre de 2021 a un precio de 765.000 libras esterlinas (unos 870.000 euros al cambio actual). Más información en www.astonmartin.com