En un mercado que está bastante estancado, sobre todo en las ventas a particulares, los SUV de tamaño pequeño continúan creciendo a buen ritmo y al reparto de esta suculenta tarta se suma ahora el Ford Puma, rival directo de vehículos como el Mazda CX-3, Kia Stonic, Skoda Kamiq o Hyundai Kona. Lo curioso de este nuevo modelo, derivado del Ford Fiesta, es que la compañía norteamericana ha recuperado el nombre de un deportivo que lanzó en 1997, y que tuvo una vida bastante corta, tan solo cinco años, aunque son muchos los aficionados que lo recuerdan con nostalgia.
Ahora se viste con un traje SUV que se monta sobre la misma plataforma del Fiesta, ligeramente alargada para llegar a los 4,19 metros de longitud que mide el Puma (15 centímetros más, a los que hay que sumar 7 centímetros en anchura y 6 centímetros en altura), y con una estética muy llamativa que resulta innovadora y atrae muchas miradas por donde pasamos. La altura de la línea de cintura marca una silueta tipo crossover con cierto carácter deportivo para un vehículo con vocación ciudadana, pero que no se comporta nada mal en carretera abierta, como hemos podido comprobar durante una toma de contacto por carreteras del Pirineo aragonés.
La oferta de vehículos SUV de Ford en la actualidad es una de las más completas del mercado, con cinco modelos para todos los públicos, desde el Ecosport (4,09 metros) al nuevo Explorer que llegará esta primavera con una carrocería de 5 metros y un sistema de tracción híbrido enchufable de 450 CV, situándose el Puma por debajo del Kuga, y dejando bien claro que no sustituye al Ecosport, sino que lo complementa.
El rasgo más característico del nuevo Puma son los grupos ópticos delanteros, que son un guiño al Puma de finales del siglo pasado, configurando una mirada seductora, al tiempo que fácilmente reconocible desde lejos con las luces diurnas conectadas. Visto desde el lateral, llama la atención la forma de coupé que han logrado los diseñadores, a partir de una línea de techo que desciende ligeramente a partir del pilar central, y que va rematada con un discreto alerón. Los pasos de rueda musculosos y las grandes llantas que puede montar (17, 18 y 19 pulgadas) imprimen carácter a un coche que tiene un aire robusto y un toque elegante para moverse en recorridos urbanos.
Y otro apunte innovador del nuevo Puma es que inicia la etapa de electrificación en Ford, pues se convierte en el primero modelo en montar el sistema ‘mild-hybrid’ combinado con los motores gasolina 1.0 EcoBoost, obteniendo la etiqueta ECO de la DGT para circular sin problemas por el centro de las grandes ciudades. De momento, este sistema de hibridación ligera únicamente está disponible con cambio automático.
Al ampliar la plataforma del Fiesta se logra una distancia entre ejes de 2,58 metros, mejorando la habitabilidad. Aunque el fabricante habla de cinco plazas, realmente pueden viajar cómodos cuatro adultos, porque la plaza central trasera es bastante estrecha. Otro aspecto destacado del Puma es la capacidad del maletero, de 456 litros (401 en las versiones Mild Hybrid), que cuenta con la particularidad de una cubeta bajo el suelo en la que se pueden guardar objetos sucios como botas después de esquiar, y se puede utilizar como recipiente para limpiar los accesorios deportivos, contando además con un desagüe para vaciar los líquidos.
El interior es el de un Fiesta de gama alta, con acabados muy cuidados y una correcta disposición de los mandos, situándose la pantalla del sistema SYNC3 en el centro del salpicadero, para obtener la información del sistema de navegación y manejar el sistema multimedia de forma táctil o por comandos de voz, evitando así muchas distracciones. Las versiones más deportivas cuentan con pedales de aluminio y pespuntes rojos en la tapicería, y también nos ha llamado la atención la pantalla de 12,3” que sustituye al cuadro de mandos analógico, con numerosas opciones de personalización y con cambio de aspecto en función del modo de conducción seleccionado.
Para la fase de lanzamiento llega con dos motorizaciones gasolina 1.0 EcoBoost, una variante de acceso con 125 CV que puede llevar también el sistema de hibridación ligera, y otra más potente de 155 CV únicamente con el sistema Híbrido. En el mes de junio se incorporará también una motorización diesel 1.5 EcoBlue de 120 CV y el motor gasolina 1.0 EcoBoost de 125 CV se podrá solicitar también con el cambio automático PowerShift de 7 velocidades.
Durante la toma de contacto hemos conducido la versión más potente, el 1.0 EcoBoost de 155 CV con el sistema de hibridación ligera, todo un acierto. El coche se mueve con mucha soltura y permite una conducción ‘alegre’ si el conductor tiene ganas de divertirse, para lo que puede seleccionar el modo Sport, notando un cambio en el tacto del acelerador y la dirección, que se vuelve más directa. Y si lo que deseamos es ahorrar combustible, pulsaremos el modo ECO, que nos limita los acelerones y se encarga de que el sistema híbrido haga más eficiente la conducción. El consumo medio que hemos obtenido de 7 litros está muy bien, sobre todo teniendo en cuenta que el recorrido no era llano y que el ritmo ha sido vivo. En el ordenador de viaje incluye una función específica para ver el modo de funcionamiento del sistema híbrido.
El tacto al volante resulta muy agradable al ser un motor que sube bien de vueltas y que no resulta perezoso por su baja cilindrada (1.0 litros). Gira bastante plano para ser un SUV y transmite bastante confianza en carreteras viradas, con una gran agilidad y buenas recuperaciones si trabajamos de forma acertada con el cambio. También nos han gustado los sistemas de seguridad que introduce, sobre todo el control de crucero adaptativo (ACC) de gran utilidad en viajes, y mucho más si hace acto de presencia la niebla en el trayecto.
Hay tres acabados para el Ford Puma: Titanium, cuyo precio de partida es de 21.925 euros, ST Line (desde 23.175 euros) y ST Line X que es el más completo, desde 25.225 euros. El equipamiento básico que lleva ya el Titanium incluye elementos como las llantas de aleación de 17”, sensores de aparcamiento trasero, luces largas automáticas, cargador inalámbrico, sistema SYNC3 con navegador, cuadro de mandos en color, asistente precolisión, avisador de mantenimiento de carril, luces LED diurnas y cortas, compartimiento Megabox, modem integrado y selector de modos de conducción. En el acabado ST Line se añaden elementos como el cuadro de mandos digital, suspensión deportiva, pedales en aluminio y arranque sin llave, mientras que en el ST Line X encontramos cristales traseros oscurecidos, llantas de aleación de 18”, tapicería en piel, sistema de sonido Bang&Olufsen, climatizador automático, sensor de lluvia y asiento del pasajero con ajuste en altura.
En materia de seguridad, todos los Ford Puma llevan de serie el avisador de mantenimiento de carril, aviso de pre-colisión con reconocimiento de peatones y ciclistas, frenada post-colisión, reconocimiento de señales y luces largas automáticas. De forma opcional se puede solicitar el sistema Blis (detección ángulo muerto), el control de crucero adaptativo (ACC) con dirección evasiva y detector de fatiga del conductor.
Ficha técnica
Ford Puma 1.0 EcoBoost MHEV 155 CV
Dimensiones
Longitud: 4.207 milímetros
Anchura: 1.805 milímetros
Altura: 1,534 milímetros
Batalla: 2.588 milímetros
Peso: 1.280 kg
Depósito combustible: 42 litros
Maletero: 401 litros
Motor
Tipo: gasolina, delantero transversal
Cilindros: 3 en línea
Cilindrada: 998 cc
Potencia: 155 CV a 6000 rpm
Par máximo: 220 Nm a 3000 rpm
Tracción: delantera
Cambio: manual 6 velocidades
Prestaciones
Velocidad máxima: 205 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 9 segundos
Consumo medio: 5,7 l/100 km (WLTP)
Emisiones CO2: 101 g/km
Precio: desde 23.175 euros (1.0 EcoBoost MHEV 155 CV)
José Antonio Prados – www.vidapremium.com