Hablar de un coche como el BMW X6 resulta complicado porque es difícil sacarle algún fallo. Si, ya sabemos que es muy grande y que no está al alcance de todos los bolsillos, pero como soñar es gratis, vamos a dejar volar la imaginación por unos instantes.
Estamos ante la segunda generación de un coche que nació en 2006 pensando en el mercado americano, pero que ha resultado un éxito de ventas en todo el mundo con más de 260.000 unidades vendidas. Se fabrica en la planta que BMW tiene en Carolina del Sur, unas instalaciones que han tenido que ser ampliadas para aumentar la capacidad de producción de esta familia de SUV –X3, X4, X5 y X6- hasta las 450.000 unidades y que contará con un nuevo miembro en poco tiempo, el X7.
Su gran personalidad y la capacidad que tuvo en su momento de combinar una línea de SUV deportivo con los rasgos de un coupé siguen siendo sus puntos fuertes, a los que ahora hay que añadir mecánicas mucho más eficientes, un diseño más refinado, tecnología de vanguardia y algunas mejoras aerodinámicas.
Mide 4,90 metros de longitud, 1,99 de ancho y 1,70 de altura, con una batalla incrementada hasta los 2,93 metros que ha servido para ganar más espacio en las plazas traseras –para 2+1 ocupantes-. El maletero tiene una capacidad básica de 580 litros, que se pueden convertir en 1.525 litros al abatir los asientos traseros por completo. Otra novedad es que el túnel de la transmisión ya no es tan intrusivo en las plazas traseras y queda el suelo casi plano.
La estética es inconfundible de la serie X de BMW, con los grupos ópticos que se unen a la tradicional parrilla, voladizos cortos y la silueta coupé que refleja la vista lateral, un concepto que de momento es inédito en el mercado hasta que llegue el Mercedes-Benz GLE Coupé, que será su rival directo. Ha crecido ligeramente en longitud y en batalla, aunque ese no ha sido un hándicap para sus aptitudes offroad: tiene una capacidad de vadeo de 50 cm, un ángulo de ataque de 25º, ángulo de salida de 22,5º y una altura libre al suelo de 21 cm, datos que le permitirían circular por caminos sin asfaltar con total naturalidad, algo que no hará ni una mínima parte de sus propietarios.
En el interior se han mejorado los materiales con calidades equiparables a un BMW Serie 6 y hereda el panel de control de la Serie 7. La posición de conducción es elevada, pero no tanto como en un todoterreno, y es muy fácil encontrarse cómodo al volante con las múltiples regulaciones del asiento. Los mandos están siempre al alcance del conductor y todo es muy intuitivo, hasta el nuevo iDrive desde el que se manejan las principales funciones del navegador, equipo de sonido, teléfono, etc.
La gama mecánica es bastante amplia, con dos motorizaciones de gasolina -35i de seis cilindros con 308 CV y 50i V8 con 450 CV- y dos diésel -30d de 258 CV, 40d con 313 CV y M50d con 381 CV desarrollado por la división M Performance, un escalón anterior al M6 que llegará en el mes de abril con el motor V8 biturbo de 575 CV-, todos ellos con el sistema de tracción integral xDrive y caja de cambios automática Steptronic de ocho velocidades con funcionamiento secuencial y un tacto muy rápido.
Entre las principales novedades de esta nueva generación del X6 queremos destacar el sistema ConnectdDrive, que incorpora la llamada de emergencia en caso de accidente con información relevante y técnica del coche que puede venir muy bien a la hora de enviar asistencia. También hay novedades en el tren de rodaje, que puede incorporar un sistema de suspensión neumática en el eje trasero, chasis dinámico (Dynamic Performance Control), un diferencial que reparte el par entre la rueda trasera que tenga mejor adherencia y elementos opcionales como el Head-up Display a color con información mejorada, equipo de sonido Bang & Olufsen de 1.200 vatios o diversos paquetes de personalización, entre ellos el paquete M.
Durante la presentación hemos tenido la ocasión de realizar una toma de contacto de unas dos horas con la versión diésel de acceso, el X6 xDrive 30d (75.300€), una mecánica de seis cilindros en línea con 258 CV y 560 Nm de par que mueve con bastante soltura las casi 2,2 toneladas de peso y logra un gasto de combustible bastante equilibrado: 6 litros en condiciones de homologación, que en nuestra prueba han sido 7,2 litros por carreteras de varios tipos, nunca en ciudad.
Las condiciones climatológicas de la prueba no invitaban a realizar grandes proezas –niebla intensa en muchos tramos y calzada mojada-, pero hemos podido sacar algunas conclusiones. La calidad de conducción sigue siendo una de las grandes bazas que juega este coche, sobre todo en desplazamientos por carretera, donde se mueve con la soltura de un X1 pero en un ambiente de confort y lujo inigualable. La dirección responde de forma inmediata a la petición del conductor y traza las curvas sin ningún problema con la ayuda del eficaz sistema de tracción integral xDrive, que es de serie en todas las motorizaciones del nuevo X6, con una buena respuesta de la carrocería y una trazada bastante ‘sana’, sin que la carrocería balancee en exceso.
En carreteras buenas y autovías da gusto viajar por el confort de marcha y la sensación de aplomo que ofrece. La insonorización está muy conseguida y hay que estar bien atento al indicador de velocidad para no llevarte una sorpresa con los radares. Corre mucho, frena bastante bien si tenemos en cuenta el peso, y la única pega es encontrar una plaza de aparcamiento suficientemente grande, aunque con los sensores y la cámara de visión trasera la maniobra es mucho más sencilla.
Los precios recomendados para el nuevo BMW X6 son los siguientes:
X6 xDrive 35i: 74.800 euros
X6 xDrive 50i: 99.600 euros
X6 xDrive 30d: 75.300 euros
X6 xDrive 40d: 79.000 euros
X6 M50d: 106.600 euros
José A. Prados - www.vidapremium.com
Compartir en:

VidaPremium te recomenienda

Recibe

Cada semana en tu correo

Quiero mi Newsletter

Lo más leído hoy