En el final de su ciclo de vida, con el nuevo Q5 llamando a las puertas de los concesionarios, se vendieron en España 5,482 unidades –el 5º modelo más vendido de Audi en nuestro país por detrás del A3, A1, Q3 y A4-, cifra que puede duplicarse fácilmente este año con la llegada de la segunda generación, un modelo completamente nuevo que se beneficia de un diseño más moderno, un comportamiento dinámico mejorado, mayor equipamiento de seguridad y todos los avances tecnológicos para tener el coche ‘conectado’ que demanda el conductor actual.
Ha crecido ligeramente hasta los 4,66 metros de longitud (-34 milímetros) y cuenta con una generosa distancia entre ejes de 2,82 metros que sitúa las ruedas en los extremos de la carrocería para crear un habitáculo más amplio y ganar algo de espacio en el maletero, que ahora tiene 550 litros de capacidad (+10), aunque puede llegar a los 660 litros si monta el sistema de banqueta trasera plus (opcional) deslizante.
La estética cambia con la nueva parrilla frontal Single Frame de diseño 3D –muy similar a la que monta el Audi Q7-, pasos de rueda más marcados, retrovisores exteriores apoyados en las puertas, la iluminación diurna LED y una zaga en la que dominan las líneas horizontales para crear un conjunto más aplomado. Mejora en aerodinámica, donde alcanza un coeficiente Cx de 0,30 y también ha rebajado el peso (hasta 90 kilos en algunas versiones) con la utilización de aluminio y aceros de alta resistencia.
Hay una buena oferta mecánica que se caracteriza por la alta eficiencia a la hora de gestionar el combustible, con potencias que van desde los 150 a los 354 CV. En diesel son tres mecánicas 2.0 TDI que entregan 150, 163 y 190 CV, a las que se sumará más adelante el 3.0 V6 TDI de 286 CV con un exclusivo cambio tiptronic de 8 marchas. En gasolina está el 2.0 TFSI de 252 CV con cambio s tronic de 7 velocidades, y más adelante también estará el Audi SQ5 con el motor 3.0 TFSI de 354 CV para quienes no renuncian a la deportividad.
Una de las novedades más destacables del nuevo Q5 es el sistema de tracción quattro con tecnología ultra asociada a los motores de cuatro cilindros, que funciona de forma predictiva desconectando el eje trasero cuando las condiciones de la calzada son buenas, volviendo a conectarlo al entrar en una curva o cuando detecta que el terreno está resbaladizo en apenas 0,5 segundos. La centralita está vigilando constantemente lo que sucede entre las ruedas y el suelo, analizando hasta 150 señales del vehículo, que se analizan hasta 100 veces por segundo para tomar la decisión más adecuada. El resultado es que se puede llegar a un ahorro de hasta un litro cada 100 kilómetros en desplazamientos donde no entra en funcionamiento la tracción total.
Todos los modelos pueden incorporar de forma opcional (2.500€) el sistema de suspensión neumática adaptativa, que permite elegir mediante el Audi Drive select hasta un total de seis posiciones –lift/offroad, allroad, efficiency, comfort, auto, dynamic e individual- que modifica la altura de la carrocería para adaptarse a las condiciones del terreno y poder superar obstáculos con facilidad por el campo o circular por autovía con la máxima eficiencia.
En el modo lift/offroad la carrocería se eleva 4,5 centímetros para poder transitar por zonas con piedras y otras irregularidades sin que se dañen los elementos mecánicos. En autopista, la altura de la carrocería baja hasta la posición más baja (160 milímetros) y existe un modo de ‘carga’ que baja la parte trasera del vehículo 5,5 cm, permitiendo introducir objetos pesados con mejor esfuerzo.
El interior está muy logrado con el aire de la familia Audi y la posibilidad de elegir hasta 30 configuraciones, con acabados muy bonitos en aluminio cepillado o madera, y la posibilidad de montar el Audi virtual cookpit, una pantalla de 12,3” que ocupa todo el cuadro de instrumentos detrás del volante, y que el conductor puede configurar a su gusto para que salga un gran mapa del navegador, los datos del viaje o un modo personalizado. La pantalla MMI de la consola central se puede manejar desde el MMI touch, que cuenta con una especie de pizarra táctil para escribir los caracteres.
Durante la prueba hemos comprobado el absoluto confort de viajar en un vehículo que está perfectamente insonorizado para desplazarse a velocidades altas sin ruidos aerodinámicos y que también se comporta bien a la hora de afrontar carreteras de curvas, sobre todo si lleva la suspensión neumática y ponemos el programa dynamic para obtener una mejor respuesta del acelerador un menor inclinación de la carrocería.
La mayoría de los conductores usará el Q5 sobre el asfalto, pero deberían saber que, llegado el momento, con todos los controles electrónicos y el fantástico sistema de tracción quattro, puede moverse sin problemas por pistas y caminos sin asfaltar como hemos comprobado. Sube por inclinadas cuestas gracias a un buen ángulo de ataque, no se atasca cuando hay barro, puede vadear ríos… El comportamiento es sorprendente.
La gama se compone de los cuatro motores citados y cuatro niveles de acabado. El básico viene muy completo de serie con elementos como faros Xenon, pilotos LED, portón del maletero eléctrico, sistema de frenada en ciudad. Saltar al acabado Advance supone 2.800 euros y a cambio el cliente se lleva el sistema MMI Navigation, Smartphone Interface, llantas de 18”, espejos plegables, climatizador Tempomat, airbag traseros y tarjeta SD + cable AMI. El acabado Design cuesta 2.500 euros más, equipando Faros LED, climatizador con tres zonas, APS plus y el paquete design line. Y por último, el S Line (+3.000€) que monta llantas de 19”, paquete S Line exterior, APS Plus y decoración interior sport line.
Los precios para el nuevo Audi Q5 en el mercado español con el acabado básico son los siguientes:
Q5 2.0 TDI 150 CV Man. 6 vel: 40.550 euros
Q5 2.0 TDI 163 CV quatrro-ultra S tronic: 46.800 euros
Q5 2.0 TDI 190 CV quattro-ultra S tronic: 49.500 euros
Q5 2.0 TFSI 252 CV quattro-ultra S tronic: 55.850 euros
José A. Prados (Segovia) – www.vidapremium.com