El mercado norteamericano es de gran importancia para Audi, y buena prueba de ello es que en el Salón de Detroit ha mostrado dos grandes novedades, el Q8 Concept como adelanto de un Q8 de serie en un plazo muy breve, y el SQ5, este ya definitivo, con un eficiente motor gasolina de 354 CV y una dinámica de conducción muy interesante.
 
Si hasta hace poco tiempo los modelos S estaban reservados a las carrocerías berlina y Avant en la firma de los cuatro aros, el tema ha cambiado en los últimos años con la tendencia al alza que han experimentado los SUV de todos los segmentos. Y para satisfacer a los conductores más exigentes de este tipo de vehículos no podía faltar una versión deportiva animada con el fantástico motor turboalimentado 3.0 V6 TFSI con una potencia de 354 CV (260 kW) y un par de 500 Nm entre 1.370 y 4.500 rpm, presentando sus credenciales para una conducción muy dinámica.
 
Con este motor, el SQ5 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 5,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h –limitada electrónicamente-, sin que el consumo de combustible sea un quebradero de cabeza para el propietario, ya que homologa una cifra media de 8,3 litros con emisiones de CO2 de 189 g/km (13 menos que su predecesor).
 
Entre las novedades de este motor para ser más eficiente está un proceso de combustión denominado ‘ciclo B’ con una fase de explosión más larga que la de compresión, un nuevo turbocompresor con tecnología twin-scroll que sustituye al compresor mecánico anterior mejorando el flujo de gases de escape para conseguir una respuesta instantánea de la turbina y un peso del motor de 172 kilos, una reducción de 14 kilos respecto al anterior con turbocompresor.
 
Para lograr una conducción más dinámica se ha elegido una caja de cambio tiptronic de ocho velocidades que resulta suave y rápida, con relaciones cortas en las marchas inferiores y más largas en las superiores para reducir el régimen de giro del motor y bajar el consumo de combustible cuando el coche circula por autovías y autopistas, activando el modo ‘inercia’ entre 55 y 160 km/h cuando el conductor levanta el pie del acelerador.
 
La tracción constante y eficaz está asegurada con el sistema quattro, que manda potencia al tren delantero cuando es necesario para mejorar el agarre y que sea más efectiva la transmisión de par desde las ruedas al asfalto. Además, cuenta con un diferencial deportivo (opcional) con distribución activa del par, enviando mayor cantidad a las ruedas del exterior de la curva para eliminar el subviraje.
 
Las entradas de aire S específicas en el frontal y la parrilla del radiador con dobles listones en aluminio en contraste con el gris mate, así como el logo S con rombo rojo en diversas partes de la carrocería distinguen a este elegante atleta del resto de la familia Q5, que lleva luces Del de serie en toda la iluminación y los intermitentes dinámicos para mejorar la visibilidad y marcar estilo en las carreteras.
 
José A. Pradoswww.vidapremium.com
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