Con una inversión de más de 44 millones de euros y una plantilla de 8.600 empleados, Bosch ha consolidado su presencia en España en distintas áreas. A pesar de la pandemia, la compañía alcanzó unas ventas de 2.200 millones de euros en España, y el negocio inició una lenta recuperación en el segundo semestre de 2020, y las perspectivas son buenas para este año, según explicó Javier González Pareja, presidente del Grupo Bosch para España y Portugal en rueda de prensa virtual: “Para 2021 esperamos, en general, un desarrollo positivo del negocio”.
El cierre del ejercicio ha sido mejor de lo esperado en un año marcado por la pandemia del coronavirus, y en el mercado local supuso un descenso del 9,5% en comparación con el año anterior, con unas ventas ligeramente superiores a 2.200 millones de euros. Por áreas de negocio, Mobility Solutions se comportó mejor que el mercado, y en el caso de España, donde la producción se contrajo un 20%, las ventas de Bosch cayeron alrededor de la mitad de esa cifra. Hasta el inicio de la pandemia el año apuntaba a un ligero crecimiento que se truncó con seis meses de parón y una ligera recuperación en el último trimestre. Conectividad y digitalización fueron los puntos clave en esta dura etapa, así como los numerosos proyectos para vehículos eléctricos e híbridos en los que Bosch suministra componentes –motores, inversores, cargadores-. También se ha producido un crecimiento importante en los componentes para bicicletas eléctricas en el mercado español, cuyas ventas se duplicaron respecto al año anterior.
La fuerte caída de las ventas de electrodomésticos y herramientas eléctricas en el primer semestre condicionó los resultados del área empresarial Consumer Goods, que en la segunda parte del año se recuperó y logró récord de ventas, igualando el año anterior. El éxito más relevante fue el lanzamiento de la campaña #LikeABosch, para todos sus productos, ofreciendo la posibilidad de vivir de una forma más saludable y sostenible.
Los esfuerzos globales para combatir el cambio climático están impulsando la electrificación y el hidrógeno verde. La electrificación le ofrece a Bosch nuevas oportunidades en varias áreas de negocio, ya que requiere soluciones no solo para la conducción eléctrica de vehículos, sino también para la calefacción en edificios. En tecnología de propulsión, la electromovilidad se está consolidando como el negocio principal de Bosch. La compañía está realizando importantes inversiones anticipadas en esta área: otros 700 millones de euros este año, alcanzando ya los cinco mil millones de euros acumulados. Bosch pretende multiplicar por cinco las ventas anuales en este campo, hasta ingresar unos cinco mil millones de euros para 2025.
Bosch también se centra en la megatendencia del hidrógeno. Las pilas de combustible convierten el hidrógeno en electricidad y Bosch está desarrollando soluciones de pilas de combustible móviles y estacionarias. De 2021 a 2024, Bosch prevé invertir mil millones de euros en esta tecnología.
Respecto a las actuales deliberaciones sobre la descarbonización de la movilidad y los límites de emisiones de contaminantes atmosféricos para los nuevos vehículos, que se incluirán en la nueva normativa Euro 7/VII, “Bosch apoya la intención de mejorar la calidad del aire en Europa a través de nuevos estándares de emisión”, dijo González Pareja. También explicó que “en la acción climática lo que cuenta no es el final del motor de combustión interna, sino el final de los combustibles fósiles. Mientras que la electromovilidad y la energía de carga ecológica consiguen que el transporte por carretera sea neutro en carbono, lo mismo hacen los combustibles renovables". Desde una perspectiva económica, también dejó claro que las inversiones anticipadas en nuevas tecnologías refuerzan aún más a la empresa hacia la competitividad en todos los ámbitos. “Tenemos un gran desafío por delante, con grandes oportunidades de crecimiento en electrificación y pilas de combustible”, dijo Javier González, quien enfatizó que "es crucial que la transición hacia la electrificación sea suave. La sostenibilidad debe de considerarse desde todas sus dimensiones, manteniendo un equilibrio entre las consideraciones económicas, ecológicas y sociales”.
Bosch sigue adelante, según lo planeado, con sus propios objetivos de acción climática y ha alcanzado un hito importante al conseguir, en la primavera de 2020, la neutralidad climática en sus más de 400 localizaciones en todo el mundo, un dato que ya ha sido confirmado por pruebas independientes. Al mismo tiempo, sigue firme con el objetivo de disminuir las emisiones de CO2 a lo largo de toda su cadena de valor -desde los proveedores hasta los clientes- en un 15 por ciento para 2030, desde su nivel de 2018. Esto supondrá una reducción de 67 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono.