El invierno está a punto de concluir y el buen tiempo primaveral anima a salir y programar escapadas para respirar aire puro y descubrir nuevos lugares. Los amantes de la enología tienen una cita con la ruta del vino de la Rioja Alavesa, certificada desde 2006, una forma de despertar los sentidos conociendo alguna de las 23 bodegas que hay en la zona, además de disfrutar de bellos paisajes entre viñedos, preciosos pueblos y villas, sin olvidar una rica gastronomía.
En este recorrido, el oro líquido de sus viñedos se convierte en el protagonista. A quienes deseen conocer la Rioja Alavesa y su riqueza enológica apuntamos algunas pistas a la hora de planificar el viaje.
Arquitectura de vanguardia
Diseñada por el prestigioso arquitecto Santiago Calatrava en 2001, el exterior de la Bodegas Ysios no pasa desapercibido entre quienes transitan cerca de Laguardia, con una estructura ondulada que recuerda las montañas de la Sierra de Toloño, que la enmarca. Muy cerca, en este mismo municipio, también son dignas de visita otras tres. Viña Real, con el sello del arquitecto bordelés Philippe Mazières, elabora los vinos de esta marca creada por Cvne en 1920, empleando los más novedosos métodos. Bodegas Campillo, a los pies de la Sierra de Toloño, es un ejemplo de integración de la arquitectura en el viñedo, con un conjunto que se eleva a modo de chateâu bordelés. Y Javier San Pedro Ortega es una bodega innovadora, con la quinta generación de una familia de gran tradición vitivinícola. En Leza se ubica la Bodegas Lozano que conjuga tradición e innovación, con una arquitectura escalonada obra de Jimena Ruiz de Landa que recuerda la silueta de la Sierra de Toloño y los carasoles. Y en Samaniego, Baigorri, diseñada por Iñaki Aspiazu, sorprende por el desarrollo vertical –en siete niveles bajo tierra– de todo su proceso de elaboración.
Bodegas singulares
En Elciego hay dos de ellas. Murua cuenta con una zona social de amplios salones y comedores personalizados, con muebles antiguos y una colección de arte. Y Valdelana, tres veces galardonada como ‘Mejor Bodega de Arte y Cultura’, ofrece una bodega-museo construida sobre seis calados subterráneos de piedra de sillería, de los siglos XV y XVI, dos museos y una capilla para catas que data de 1400. En Laguardia, otras dos. Casa Primicia es el edificio más antiguo de la villa, data del siglo XV y alberga la primera bodega de la comarca, galardonada con el ‘Best OF’ de un concurso internacional que premia la excelencia. Y Solar de Samaniego ha reinterpretado su arquitectura industrial de los años 70 convirtiéndose en una Catedral del Vino con su proyecto ‘Beber Entre Líneas’ que fusiona las culturas del vino y la literatura, destacando también dos imponentes murales del artista australiano Guido van Helten.
Bodegas centenarias
En Laguardia, Cosme Palacio fue fundada en 1894 y pertenece al grupo de Bodegas Históricas de la D.O.Ca Rioja. En Oyón, Faustino data de 1861, es líder en exportación de grandes reservas y considerada una de las 25 marcas de vino más reconocidas. A destacar su artística gama ‘Art Collection’ que reinterpreta su icono más universal: el retrato que Rembrandt hizo del comerciante holandés Nicolaes Van Bambeeck. Y en Villabuena de Álava, Viñedos y Bodegas de la Marquesa Valserrano, fundada en 1880, es una bodega familiar que, a través de cinco generaciones, sigue manteniendo con pureza el concepto de ‘vino de pago’ (garante de la procedencia de las uvas de una zona geográfica muy delimitada, con un clima y terreno muy específicos).
Calados históricos
Son bodegas en cuevas subterráneas con una humedad y temperatura constantes que se sirven para el proceso de elaboración del vino, criando y envejeciendo en barricas. En Laguardia, El Fabulista está bajo la casa natal del fabulista Félix Mª Samaniego, un Palacio del mismo nombre. Realizan visitas fabuladas con sus cuentos, en sus calados del siglo XV. Mayor de Migueloa, bajo el antiguo Palacio de Viana, del siglo XVII. Y Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre, en una cueva del siglo XIV usada como bodega desde el siglo XVI, a 8 metros de profundidad. En Labastida, dos buenos ejemplos son González Teso, en una construcción subterránea del siglo XIV; y Tierra, también del siglo XIV, un curioso entramado de cuatro cuevas bajo cuatro casas y un patio trasero, en el barrio judío. En Lapuebla de Labarca: Loli Casado, bodega de tercera generación que alía calados antiguos con los nuevos edificios. En Oyón: Ondalán, cuyo valor de marca es “bodega que busca elaborar el vino perfecto (onda) con trabajo (lan), el vino circular, completo; el vino redondo”. En Samaniego está Amaren, con un calado cavado a cincel del siglo XVI; y también Pascual Berganzo-Alútiz Vinos, con una cueva del siglo XVII. Y en Villabuena de Álava, Bideona que elabora vinos de pueblo, de paraje y de parcela, con viñedos repartidos en 300 de ellas por ocho localidades.
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