En 1987, Flik Flak lanzaba al mercado los primeros relojes suizos para niños y niñas con el que muchos aprendieron a interpretar la hora. Y 35 años después llega la Colección Retro de Flik Flak, un viaje al pasado para demostrar que las cosas buenas perduran, pero con nuevos materiales sostenibles y manteniendo el concepto educativo para garantizar que los niños y niñas de hoy sepan decir la hora.
Cuatro modelos integran la Colección Retro Flik Flak, modelos destinados al público infantil en divertidos tonos –amarillo, rojo, rosa y azul- y un tamaño adaptado a su muñeca, rememorando con cariño los icónicos modelos originales de 1987.
Los tiempos han cambiado, y por eso en Flik Flak han decidido sustituir el aluminio de las carcasas por un plástico de origen biológico que también aporta un acabado metálico de lo más retro. Este mismo material innovador se utiliza también en hebillas, pasadores y bucles.
Además, los accesorios de la Colección Retro están hechos con PET reciclado, también la caja, en la que se utilizan materiales responsables y una funda de diseño retro. Como ya sucedía en el modelo original, las correas permiten al usuario introducir el pasador a través de la tela y ajustarlo a la anchura que convenga según el ritmo de crecimiento del peque.
En su compromiso de ofrecer algo más que un reloj sigue intacto desde el primer día, y con sus personajes Flik y Flak la marca suiza ha contribuido a enseñar a miles de niños –algunos ya adultos y padres- de todo el mundo a decir la hora con el sistema analógico de doble aguja por colores. Los relojes de la Colección Retro tienen un diámetro de caja de 31 milímetros y un precio de venta recomendado de 42 euros, a la venta en la web de Flik Flak.