En este artículo no vamos a hablar de un barco, sino de una avanzada tecnología que monta el velero Hanse 315 de casi 10 metros de eslora y que puede significar una revolución en los principios básicos del desplazamiento del yate a vela con motor. Esta tecnología surge de la fuerza innovadora y el espíritu emprendedor del astillero alemán Hanse en un conjunto de ideas que nacen bajo el lema ‘Breaking Rule. Setting Trends’.
Esta innovación ha sido desarrollada en colaboración con las empresas Jefa y Torquedo, y consta de un sistema eléctrico que no solo reemplaza el motor diesel y sus componentes, sino que también prescinde del saildrive y consta de un motor eléctrico de 4 kW equipado con una hélice plegable integrada en la pala del timón.
El motor montado en el timón permite encauzar el empuje en la dirección de la posición del timón. La mayor amplitud de la oscilación del timón con un total de 100º permite al nuevo Hanse 315 e-motion rudder drive girar sobre su propio eje sin tomar impulso, hacia adelante y hacia atrás. Al atracar y desatracar desde el lateral, la popa del yate puede arrimarse al pantalán con precisión gracias al motor, lo cual es una ventaja especialmente en caso de viento o puertos estrechos.
Entre las ventajas más destacadas están una mejora considerablemente de la maniobrabilidad, así como un desplazamiento silencioso sin emisiones contaminantes ni el desagradable olor a humos ni a gasoil. También hay un ahorro de peso (unos 100 kilos), no necesita mantenimiento al prescindir de muchas piezas móviles y las baterías se recargan en una toma eléctrica en el amarre.
El sistema consta de 2 a 4 baterías de iones de litio que permiten al barco desplazarse hasta una distancia de 30 millas marinas con el mar en calma a una velocidad de 4,5 nudos, aumentando la autonomía si la velocidad es más baja. Lleva un cargador rápido integrado con el que en tan solo 3 horas recupera la capacidad de las baterías y ya está listo para iniciar otra vez la aventura.