¿Quién dijo que en Harley ya no hacían motos con carácter? Pues aquí tienen la Low Rider S, que lleva las prestaciones de las ‘cruiser’ al límite gracias a un potente motor Screamin’ Eagle capaz de satisfacer a los pilotos más exigentes y con un diseño que no pasa inadvertido.
El tercer miembro de la Serie S –junto con la Fat Boy S y Softail Slim S- sobresale por las prestaciones y por sus líneas, inspiradas en la cultura de motos custom de todo el mundo, con suspensiones y frenos actualizados en un modelo que se ha liberado de todo tipo de adornos y nace lista para la acción.
Monta un motor Screamin’ Eagle Twin Cam 110, el V-Twin de mayor cilindrada que se emplea en una Harley-Davidson de serie, equipado con una admisión de alto rendimiento Scereamin’ Eagle Heavy Breather y un escape ‘dos en dos’ estilo Fat Boy, de modo que logra un par de 156 Nm a 3.500 rpm –un 13% más que el modelo estándar-. El embrague se ha reforzado para que envíe la potencia a un cambio Cruise Drive de seis velocidades y el control de crucero mediante acelerador electrónico forma parte del equipo de serie.
Otros detalles son los amortiguadores por emulsión con carga de gas Premium Ride y una horquilla de cartucho Premium Ride que garantizan maniobrabilidad y confort sobre la moto. Los componentes de la suspensión reaccionan rápidamente a los pequeños baches, manteniendo los neumáticos sobre el asfalto y asegurando estabilidad y una buena frenada con los tres discos de freno –los delanteros de tipo flotante- con el ABS de serie.
Asiento monoplaza, manillar Drag Bar plano sobre elevadores de 5,5”, asiento a una altura de 675 milímetros, guardabarros trasero recortado, piezas de metal en color Vivid Black, llantas ligeras de fundición de aluminio Magnum Gold y emblema dorado en el depósito como homenaje a la XLCR Café Racer de 1977 son algunos de los pequeños detalles que caracterizan a esta exclusiva moto que ya está a la venta desde 20.900€.