La tecnología inalámbrica está revolucionando el mundo del audio con numerosas aplicaciones que permiten configuraciones que antes eran muy complicadas y hacían que los usuarios se echaran atrás a la hora de elegir un equipo.
En Klipsch han pensado en la sencillez y en la facilidad de uso y han creado unos altavoces autoamplificados que se pueden conectar directamente a un giradiscos clásico para escuchar los vinilos que guardas en un armario sin necesidad de un amplificador y un previo. Pero, además, también se pueden conectar directamente a un ordenador para disfrutar de todos los archivos digitales que tienes guardados y a otros dispositivos portátiles mediante tecnología Bluetooth.
Tienen un tamaño bastante compacto y un elegante diseño para lucir en el salón de la casa, en el despacho o en cualquier estancia, proporcionando un sonido envolvente y una gran experiencia sonora al escuchar música o ver una película si se conectan a una pantalla de televisión.
En su interior llevan un motor de compresión de diafragma de aluminio acoplado de una pulgada con tecnología Tractix y tecnología de guía de ondas circulares de 90x90º, lo que se traduce en una respuesta en alta frecuencia y en una transferencia de aire rápida y eficiente desde la caja para conseguir unos graves claros y potentes. Además, cuentan con un woofer de 5,25” de IMG con blindaje magnético de cobre hilado para evitar posibles interferencias de ondas electromagnéticas.
A través de Bluetooth se conectan con dispositivos portátiles compatibles y también tiene una entradas RCA, USB, digital óptica y un mini-jack de 3,5 milímetros. Pueden manejarse cómodamente mediante un mando a distancia y se pueden añadir elementos adicionales para mejorar las prestaciones en graves, como por ejemplo un subwoofer. El precio de venta recomendado es de 549 euros.