Primero fue el Volkswagen Beetle, que estuvo en producción durante su primera etapa comercial entre 1938 y 2003, acumulando 21,5 millones de unidades vendidas –sin contar las correspondientes al New Beetle entre 1998-2019-, y más tarde el Golf, a la venta desde 1974 y con más de 30 millones de unidades en todo el mundo. Y el Volkswagen ID.3 quiere seguir la estela de estos dos iconos del automovilismo, pero esta vez iniciando la era de la electrificación, en la que el grupo alemán invertirá 33.000 millones de euros hasta el año 2024, lanzando 20 nuevos modelos de bajas emisiones.
El ID.3 es el primero de una gran familia de vehículos eléctricos en la que se contemplan carrocerías de todo tipo para atender la demanda de un gran número de consumidores que quieran sumarse a la movilidad eléctrica. El pasado mes de febrero tuvimos ocasión de conocer el modelo en una presentación estática, con detalles técnicos y sus precios, y ahora, con cierto retraso por la crisis sanitaria que vivimos, hemos tenido ocasión de conducirlo y experimentar en primera persona cómo se desenvuelve en ciudad y en carretera.
En una silueta de dos volúmenes similar a la del actual Golf y con una longitud de 4,32 metros, el Volkswagen ID.3 es el primer vehículo con un balance de CO2 neutral, pues en su diseño y fabricación se ha buscado minimizar el impacto en el medio ambiente, con procesos de producción sostenibles, utilizando materiales reciclados y energías renovables.
Construido sobre la plataforma modular MEB del grupo Volkswagen para vehículos eléctricos, su silueta ha sido trabajada en el túnel del viento para que resulte eficiente desde el punto de vista aerodinámico, situando el conjunto de las baterías en el suelo del vehículo, de manera que el centro de gravedad quede bajo. Al tener los voladizos muy cortos y las ruedas en los extremos, la habitabilidad interior es muy buena, dejando más espacio a los pasajeros de las plazas traseras al no tener túnel de la transmisión, y con un maletero de capacidad razonable en este segmento, 385 litros.
Con este planteamiento, Volkswagen creó un vehículo compacto altamente eficiente y lo ha dotado de un conjunto de baterías de iones de litio con diferentes capacidades, acercando la movilidad eléctrica a distintos tipos de conductores. El modelo básico PURE monta la batería de 45 kWh con hasta 330 kilómetros de autonomía, mientras que el modelo intermedio PRO utiliza una de 58 kWH con hasta 425 kilómetros de autonomía y el PRO S amplía la batería hasta los 78 kWh y su rango se extiende hasta los 549 kilómetros, lo que posibilita realizar largos desplazamientos.
El diseño es muy futurista, tanto en el exterior como en el interior, donde se ha apostado por la digitalización mediante tres pantallas, una detrás del volante de 5,3” con la información del estado de la batería, indicaciones del navegador y asistentes de conducción, otra en el centro del salpicadero de 10” táctil donde se agrupa el entretenimiento y funciones de confort del coche, más otra pantalla Head-up Display que proyecta información sobre el parabrisas. Bajo la pantalla central están los botones para controlar la temperatura del climatizador y también hay cinco mandos de acceso directo a funciones de climatización, asistentes de conducción, aparcamiento automático y modos de conducción.
Arrancamos con el botón situado en la caña de la dirección, donde anteriormente iba el lugar para introducir la llave, y todo es silencio. La palanca del cambio ya no está en el túnel central, sino detrás del volante, y se acciona con la mano derecha para seleccionar la posición –D para iniciar la marcha, N para punto muerto y R para la marcha atrás, además de una posición adicional B que potencia la frenada-. El tacto de la dirección es muy suave, y gira muy bien al maniobrar, integrándose en el tráfico urbano en completo silencio. La respuesta al acelerador es inmediata, con un buen empuje y unas prestaciones suficientes para la mayoría de conductores. Además, como en la mayoría de los vehículos eléctricos de última generación, el pedal del freno apenas se usa, pues basta con dejar de acelerar para que el coche se detenga.
Superados los primeros momentos de contacto, una vez que nos hacemos a los mandos del ID.3 comienza una experiencia placentera de conducción. Los primeros kilómetros son urbanos, con semáforos y tráfico denso, escapando del centro de Madrid por las vías de circunvalación hacia la sierra, donde disfrutamos por carreteras con buen asfalto y poco tráfico, en una prueba en condiciones reales de lo que sería el uso mixto. Apenas se nota la tracción trasera, y tampoco el peso (1,8 toneladas) del conjunto, donde las baterías representan una parte importante. Es ágil en curvas, llanea bien y cuenta con una suspensión agradable que filtra muy bien cualquier irregularidad, sujetando la carrocería para que se mantenga firme en las curvas.
El tacto de conducción es muy similar al de un Golf de combustión, algo que agradecemos quienes todavía disfrutamos al volante en cada kilómetro del viaje. Y todo ello con una alta eficiencia en la gestión de la carga de las baterías, pues los 16 kWh de media a los 100 kilómetros que se han homologado en el ciclo WLTP resultan muy reales. En nuestra prueba, de 140 kilómetros, la cifra ha sido de 16,5 kWh, a un ritmo normal y aprovechando todas las oportunidades de recarga de la batería mediante la posición ‘B’ del cambio, y con un recorrido que tenía alguna subida pronunciada.
A la hora de cargar la batería, con un cargador doméstico de 7,4 kWh emplearemos 9,5 horas en el proceso completo, mientras que ese tiempo se reduce a 6,25 horas si empleamos una toma de 11 kW. La potencia de recarga máxima de esta versión es de 11 kW en CA y de 100 kW en corriente continua (CC), donde únicamente necesitaremos 35 minutos para recuperar la batería hasta el 80%.
La familia ID.3 se articula en tres niveles en función de la capacidad de la batería de iones de litio: Pure de 45 kW que se incorporará más adelante; Pro con batería de 58 kWH y los motores de 145 o 204 CV y Pro S con batería de 77 kWh y motor de 204 CV. Para hacer más fácil la elección, en Volkswagen han preparado 7 configuraciones, algunas ya están a la venta desde 36.145 euros en la versión básica Life con batería de 58 kWh, en seis colores de carrocería –más adelante habrá otras tonalidades-.
También se ofrecen varias modalidades de cargador, desde el modelo básico ID.Charger monofásico de 7,4 kW por 400 euros; ID.Charger Connect por 600 euros o ID.Charger Pro por 850 euros, a lo que hay que añadir la instalación (950 euros en vivienda unifamiliar y 1.450 euros en un piso estándar).
La versión que hemos conducido en esta toma de contacto es ID.3 1st Max con el motor de 204 CV y batería mediana, la de 58 kWh, con un precio de partida de 48.890 euros, algo elevado pero es el ‘tope de gama’. En su equipamiento, de lo más completo, tenemos llantas de 20” Sanya, faros Matrix LED, techo panorámico, Head-up Display en realidad aumentada, navegador Discover Pro, cámara de visión trasera, acceso y arranque sin llave Keyless Access, control de crucero adaptativo ACC y asistentes de conducción como Travel Assist, Lane Assist y Emergency Assist.
Por autonomía de batería y dimensiones, los rivales más directos del Volkswagen ID-3 son el Nissan Leaf, que con el acabado E+ Tekna, motor de 218 CV y batería de 62 kW está a la venta desde 33.150 euros, o el Kia eNiro, con la misma potencia y batería de 454 CV por 40.770 euros. Todos ellos pueden acceder al plan de ayudas a la compra de vehículos de bajas emisiones, con hasta 4.000 euros entregando un coche de más de 10 años. Modelos más urbanos como el Mazda MX-30 con motor de 145 CV y batería de 35,5 kW (desde 34.375 euros) o el Honda e con motor de 154 CV y batería de 35,5 kW (desde 37.800 euros), tienen un precio similar y una autonomía que ronda los 200 kilómetros.
Ficha técnica
Volkswagen ID.3 1st Max 204 CV 58 kWh
Dimensiones
Longitud: 4.261 milímetros
Anchura: 1.809 milímetros
Altura: 1,552 milímetros
Batalla: 2.765 milímetros
Peso: 1.790 kg
Maletero: 385 / 1.267 litros
Motor eléctrico
Tipo: síncrono de imanes permanentes
Situación: trasero transversal
Potencia: 204 CV
Par máximo: 310 Nm
Tracción: trasera
Cambio: automático
Batería
Tipo: iones de litio
Capacidad: 58 kWh
Tiempo recarga: 9,5 horas (7,4 kW)
Prestaciones
Velocidad máxima: 160 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 7,3 s
Consumo medio: 16 kWh/100 km
Emisiones CO2: 0 g/km (etiqueta CERO)
Autonomía: hasta 425 km (WLTP)
Precio: 48.890 euros (1st Max 58 kWh)
José A. Prados – www.vidapremium.com