Siempre original e innovadora, la marca del doble chevron nos ha presentado en París su apuesta para el futuro de la movilidad urbana. Se trata del Citroën AMI, un eléctrico de solo 2,41 metros de largo (para poder aparcarse en batería entre dos coches convencionales aparcados en fila), con carrocería de plástico para ahorrar peso, y homologado como cuadriciclo ligero, con 70 km de autonomía y 45 km/h de velocidad máxima, por lo que puede conducirse con carnet de ciclomotor.
Cero emisiones
Gracias a su motor de 8 CV, 100% eléctrico, puede acceder a todas las zonas de tránsito restringido del centro de las ciudades, donde destaca por su agilidad y escaso radio de giro (7,2 metros). La pequeña batería, de 5,5 kWh situada bajo el piso, se recarga en solo 3 horas por medio de un cable, situado junto a la puerta del pasajero, que se puede conectar a cualquier enchufe doméstico de 220 Voltios.
Amplio y luminoso
A pesar de su escaso tamaño exterior, el funcional habitáculo es suficientemente amplio para dos personas de talla elevada. Astutamente, los diseñadores no han colocado los asientos juntos, a la izquierda y derecha, sino que el del pasajero está desplazado hacia atrás, evitando que los hombros se rocen entre sí. Solo el asiento del conductor es regulable longitudinalmente.
Sus grandes lunas delantera, trasera y techo panorámico de serie ofrecen un interior muy luminoso que refuerza la sensación de espacio. Dispone de calefacción, pero no de aire acondicionado, lo que será un inconveniente para su uso veraniego en ciudades cálidas.
Las grandes puertas facilitan el acceso al interior y se abren en forma diferente: la del conductor hacia atrás (del tipo suicida) y la del pasajero hacia adelante. En todo caso, la posición de conducción permite una buena visibilidad, pues está sentado al mismo nivel que el del resto de vehículos. Las ventanillas están partidas horizontalmente, abriéndose hacia arriba como en el mítico 2CV.
Sencillo y espartano, unas correas colgantes sirven como tiradores para abrir las puertas. Sobre el salpicadero hay sitio para un Smartphone, que se convierte en la pantalla principal del vehículo, y un pequeño espacio de carga compartimentado. No hay maletero, aunque una pequeña maleta cabe por delante de las piernas del pasajero.
Un color, varias personalizaciones
Aunque la carrocería plástica está inyectada de un solo color, azul AMI, podrá personalizarse en 7 versiones y cuatro ambientes interiores diferentes por medio de accesorios, paquetes y adhesivos.
Homologado como un cuadriciclo ligero, el Citroën AMI se podrá conducirse sin carnet, tan solo con la licencia de ciclomotor, aunque no podrá usar vías rápidas como autovías o autopistas.
Eléctrico para todos
Nacido en plena era Internet, Citroën quiere que el AMI sea un mini-coche urbano muy asequible, pensado para flotas de coches compartidos, pero también para alquiler o compra:
-En Francia podrá comprarse por 6.900 €, vía internet, y se enviará al domicilio del cliente como un paquete de Amazon, aunque también se podrá adquirir en algunos concesionarios seleccionados y tiendas FNAC.
-También se podrá alquilar desde 19,99 €/mes, con una entrada de 2.648 €, para un uso de 48 meses seguidos.
-A través de las redes de vehículos compartidos, como Free2Move en Francia, se podrá alquilar por minutos, horas o días, a un precio de 0,26 €/minuto, similar al de los patinetes y scooters.
Fabricado en la planta que la marca francesa tiene en Marruecos, el Citroën AMI pretende convertirse en el mini-coche ecológico que protagonice la movilidad futura en las grandes urbes europeas.
J. Miguel Quintana (París) – www.vidapremium.com