Estamos ante lo que se llama un monovolumen compacto de categoría Premium. La tercera generación del Mercedes-Benz Clase B sigue siendo atractiva por su amplitud interior y ahora se pone al día en tecnología y dinámica de conducción.
 
Su diseño puede parecer demasiado parecido al último Clase A, con idénticas medidas de longitud, anchura y mismo espacio para los cinco pasajeros, aunque es 12,2 centímetros más alto y tiene un maletero 85 más grande, que llega a los 445 litros. Abatiendo los respaldos traseros la capacidad alcanza los 1.530 litros, con una boca de carga suficientemente baja, a 57 centímetros del suelo, para facilitar la introducción de equipaje y un portón de apertura eléctrica. A destacar que los asientos tienen una posición más elevada que el Clase A, algo que agradecerán los pasajeros al mejorar su acceso al interior.
 
Si observamos la disposición y diseño del habitáculo, vemos que impacta por su aspecto avanzado, materiales de tacto blando y cinco llamativas toberas de aireación iluminadas. El volante es de aro grueso, con comandos capacitivos a ambos lados para manejar cada pantalla. En la consola central se encuentra una superficie táctil “TouchPad” para manejar el equipo multimedia rodeado de botones de acceso directo a alguna de las funciones de la pantalla.
 
Tras el volante, una doble pantalla Multivisión, totalmente digital y configurable, de 10,25 pulgadas (17,8 centímetros), aloja las esferas del velocímetro y tacómetro, acompañado por otra táctil a su derecha dotada del sistema MBUX (opcional 1.210 €), que abarca gráficos de realidad aumentada y el asistente vocal (responde al comando de voz “Ey Mercedes”). ¡Cuidado con eso! Porque el sistema puede asustar, emitiendo una estridente voz femenina que pregunta “¿En qué pudo ayudarle?”, mientras el conductor está oyendo la radio distraídamente.
 
La línea exterior es sobria, sin adornos innecesarios, un discreto alerón al final de techo y cinco puertas de amplia apertura. A ambos lados de la calandra, presidida por la gran estrella de tres puntas, encontramos dos grandes faros bien perfilados que ofrecen una excelente iluminación LED de serie. Opcionalmente, se pueden instalar otros con iluminación matricial Multibeam (556 €), muy interesantes para quien acostumbre a conducir de noche. El techo corredizo panorámico de cristal (1.524 €) es una opción que no recomendamos para climas demasiado soleados.
 
La gama de propulsores es amplia, todos turboalimentados: tres diesel de 116 CV (Mercedes B180d), 150 CV (Mercedes B200d y 190 CV (Mercedes D220d), además de tres de gasolina de 136 CV (Mercedes B180), 163 CV (Mercedes B200) y 190 CV (Mercedes B220). El de gasolina de nuestra unidad de pruebas lo comparte con diferentes modelos de Renault, por lo que es conocido y probado. Se trata del 1.3 de cuatro cilindros y 163 CV de potencia.
 
El B200 es un Mercedes-Benz, pero los tiempos han cambiado y toda su potencia se transmite a las ruedas delanteras. Monta opcionalmente (2.250 €), un cambio automático de doble embrague 7G-DCT de siete velocidades. Una opción muy recomendable por el confort de marcha que consigue al no tener que estar pendiente de insertar manualmente la marcha más adecuada. Es suave en las transiciones, pero algo brusca en las maniobras a coche parado: las hemos probado mejores.
 
En carretera es muy silencioso, pero también poderoso a altas revoluciones, por lo que exige acelerar con cuidado a baja velocidad o a la salida de un semáforo si no queremos escuchar el chirrido de las ruedas delanteras al derrapar. Permite variar entre varios modos de conducción: ECO, Comfot, Sport e Individual, que modulan el mapa electrónico del motor, caja de cambios, asistencia de dirección y suspensión al modo elegido. Además, el modo ECO incluye circulación “a vela”, dejando avanzar el coche por inercia al dejar de acelerar. De este modo logra interesantes, por lo reducidas, cifras de consumo, en torno a 5,8 l/100 km.
 
Aunque no es un modelo con pretensiones deportivas y ayudado por un peso de solo 1.410 kilos, sus prestaciones son muy buenas, con 223 km/h de velocidad máxima y 8,2 segundos en el 0 a 100 km/h. En cuestión de elementos de seguridad, está muy bien dotado de serie, con sistemas como la Alerta por cansancio de conductor, Aparcamiento asistido, Ayuda al arranque en pendiente, Advertencia de colisiones, Control de presión de neumáticos…
 
El esquema de suspensión cuenta con columnas McPherson en el eje delantero y eje de torsión en el trasero. El B200 con paquete AMG-Line (2.075 €), como el que probamos, rebaja 15 milímetros la suspensión, aporta unos amortiguadores y muelles más firmes y, si también dispone de la suspensión ajustable con llantas de 18 o 19 pulgadas (1.318 €), el eje posterior es de paralelogramo deformable, mucho más sofisticado y eficaz. El conjunto se nota, logrando un paso por curva extremadamente limpio y seguro, sin que importen las irregularidades del firme.
 
Versátil, confortable, seguro, ideal para largos viajes, el Mercedes-Benz B200 7G-DCT, con su imagen de calidad y fiabilidad, es un vehículo familiar con clase que colmará los deseos de cualquier papá dinámico. Eso sí, su cartera no deberá asustarse por los 37.907 € de su precio base, a los que deberá sumar el de los abundantes extras habituales de la marca.   
 
FICHA TÉCNICA
Mercedes-Benz B200 7G-DCT
DIMENSIONES
Longitud: 4.419 milímetros
Anchura: 1.796 milímetros
Altura: 1.562 milímetros
Batalla: 2.729 milímetros
Peso: 1.410 kilos
Maletero: 455 litros

MOTOR
Combustible: gasolina
Posición: delantero transversal
Cilindrada: 1.333 cc
Número de cilindros: 4
Potencia: 163 CV a 5.500 rpm
Par máximo: 250 Nm entre 1.620-4.000 rpm
Cambio: automático 7 vel
Tracción: delantera

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 223 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 8,2 segundos
Consumo medio WLTP: 6,3 litros
Emisiones CO2: 128 g/km

PRECIO: 37.907 €
 
J. Miguel Quintanawww.vidapremium.com
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